Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

En puertas del Apocalipsis

martes, 27 de noviembre de 2012
Ya queda menos de un mes para que llegue un día un tanto peculiar, el 12 de diciembre o lo que es lo mismo, 12.12.12. Una fecha que comenzó siendo para algunas personas la llegada del apocalipsis o del fin del mundo. Menos mal que ya nadie habla de ello. No sabéis cuánto lo agradezco. Toda esa energía negativa flotando alrededor, termina cansando.

Es cierto que estamos viviendo una crisis muy importante que comenzó a hacerse notar de manera profunda hace unos tres años. Lo que antes era válido ahora resulta que es inservible. Estamos bloqueados y cuesta tomar iniciativas nuevas que abran caminos que lleven a la solución perfecta.

Y diréis qué tiene que ver una cosa con la otra. Mucho o nada. El día 12 de diciembre se abrirá un portal de energía. No, no vamos a notar nada extraño. Simplemente llega una nueva vibración de energía que será una ayuda para avanzar en nuestro camino evolutivo. A lo largo de los últimos treinta años se han ido abriendo varios portales; y seguramente, seguirán abriéndose nuevos en el futuro.

Esta energía que llega, lo hace para mover la conciencia, para que nos centremos en quiénes somos y qué queremos, qué hemos venido a hacer a esta tierra, cuál es nuestra misión, qué me hace feliz.... Es una energía "tipo bisturí", va abriéndose paso hasta llegar al corazón y desde allí, cara a cara nos mira con descaro, haciendo que nos enfrentemos a nuestra verdad. Duele y cuesta, no estamos acostumbrados a hacerlo.

Algunos lo vivirán mejor que otros, dependerá de si han hecho los deberes o no. Ya no valen las excusas de antes, se trata de llegar a la verdad sin artificios, de manera brutal, sin aderezos. Cuesta pensar qué queremos, en quién somos desde el corazón. Es una cuestión de evolución del alma, no de lo material y terrenal. Por supuesto que lo material ayuda y es necesario, pero en este caso, no.

Esta energía lleva directamente a conectar con nuestra esencia, con nuestro corazón, mostrándonos aquello que ya está caduco, que no sirve; y está en nuestras manos, eliminarlo pues ahora ya sólo es un lastre. Aquí entran en juego los apegos, los miedos o lo que es lo mismo, más vale malo conocido que bueno por conocer.

Estaremos viviendo situaciones dramáticas, cambios de trabajo, de vivienda, crisis de pareja, y no todo tiene que ver con lo económico, pues digamos que ésta es sólo la punta del iceberg. Estamos viviendo una energía que nos impulsa a ver qué somos, qué deseamos y nos ayuda a eliminar con rapidez lo que ya no sirve, y muchas veces resulta complicado hacerlo por muy claro que lo tengamos o veamos. No hay marcha atrás, el tiempo va muy rápido. Antes teníamos más tiempo para ver con detenimiento lo que nos ocurría, ahora ya no.

El tiempo real que estamos viviendo, es decir, 24 horas de 60 minutos cada una, parece que se escapa a mayor velocidad que hace un par de años. El tiempo no cunde. No llegamos a hacer todo lo que queríamos, parece que el tiempo se encoje en vez de estirarse. Aunque estemos bloqueados, el tiempo se escapa. Y es la energía que se está moviendo a nuestro alrededor la que hace que todo vaya más rápido.

Cuesta adaptarse a lo que no vemos y sentimos. Existe más tensión, las situaciones son casi extremas pues debemos comenzar a pensar en otros aspectos que hemos estado relegando con anterioridad. Es nuestro tiempo, el de nuestra alma, el de nuestra esencia.

Aprovechemos estos momentos de crisis, para avanzar, para vernos y reconocernos, para luchar por lo que somos y queremos de verdad. Entiendo que es un tema complejo y difícil. No se trata de decir abandona tu trabajo, tu familia y vete a meditar al monte. Para nada, es justo lo contrario.

Busquemos la armonía, la tranquilidad, a seres afines, el bienestar interior para que así también lo tengamos a nivel exterior y en lo material. Si estamos bien interiormente, con nosotros mismos, tendremos más fuerza para afrontar la crisis y surfear la ola de cambios que estamos viviendo. La meditación, la visualización, el contacto con la naturaleza pueden ayudar a entrar en contacto con nuestra esencia.

La felicidad y el bienestar espiritual no está reñido con la economía. Pero debemos buscar dentro de nosotros aquello que nos impulse a hacer lo que hemos venido a realizar como almas que somos, a evolucionar, a abrir nuestra conciencia. Y dando pasos llegaremos a la meta.
Aurensanz, María Eugenia
Aurensanz, María Eugenia


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES