Centro gallego de Buenos Aires (Un nuevo escenario)

CENTRO GALLEGO DE BUENOS AIRES
(Un nuevo escenario)

Es muy probable que por un tiempo, hasta tanto no se vislumbre con certeza el rumbo que tomará la Intervención que encabeza el Dr. Carlos La Blunda, este cronista haga un alto en lo que fueran sus contactos habituales con aquellos que en Galicia o en territorio argentino, evidenciaron su sincera preocupación por la suerte de nuestro entrañable CGdeBA.

Pero tal decisión en modo alguno debe interpretarse como una forma de silenciar opiniones sobre los acontecimientos que –en estos días- se desarrollan en el ámbito de la institución. Y como lo ha hecho siempre dará su parecer sin reparos, coincidiendo o discrepando, con quienes se proponen analizar el proceso con buena intención, o con los que sólo tratan de “arrimar el ascua a su sardina”.

Memoria, Verdad y ¿Justicia?

Notamos amigo lector que tomada la decisión de intervenir judicialmente al CGdeBA, procediendo simultáneamente al desplazamiento de las autoridades elegidas en agosto de 2010 (tema sobre el que no emitiremos juicio alguno hasta no develar la incógnita planteada al comienzo de la nota), un elenco integrado por personajes de variada procedencia se ha empeñado en “salvarlo”.

Nadie ha dicho todavía en que ha de consistir la “salvación”, puesto que hasta hoy el Hospital sigue generando un déficit mensual que orilla los u$s 600.000 si se toma el cambio oficial de la divisa estadounidense, y de u$s 450.000 si se lo considera a la cotización marginal.

Problema que como puede percibir cualquier mortal que sea capaz de mantener su equilibrio emocional, no se resuelve con una sobredosis de voluntarismo; botando aturuxos; o firmando manifiestos a los que seguramente han de sobrarle posturas demagógicas y faltarle racionalidad. Sobre todo, si provienen de quienes al tanto de la realidad, fueron dóciles espectadores mientras se precipitaba el derrumbe.

Aunque entre los arribados recientemente a la “causa”, y en algunos de los que llevan tiempo en ella, olvidando las duras alternativas de la pendiente, coincidan con los primeros en la necesidad de iniciar una “cruzada”, que permita reconquistar lo que les ha “usurpado” el Estado argentino.

En ese clima no debe extrañarnos que gentes respetables, quizás imbuidas por las proclamas del Alcalde de Móstoles ante el avance de las tropas de Napoleón llamen al conjunto de las comunidades peninsulares a defenderse del enemigo que asecha en los “estrados oficiales”.

Cuanto desconcierto suele propagar la inexperiencia. Con qué facilidad –ante lo imprevisto-hombres y mujeres poco habituadas a la confrontación en la vida societaria, pierden el rumbo y suelen condenar alternativas que
en otros momentos propiciaron.

Y como curioso entremés de este acontecer que oscila entre el drama y la comedia, parece confirmarse que Don José Santiago Camba Bouzas, logra ¡por fin! su objetivo de ocupar una plaza diplomática en Buenos Aires, en la Consejería de Empleo y Seguridad Social “Nivel CD: 28” con un Complemento Específico de euros 19.626,88.

Y si algo faltaba para hacer aún más intrincado el panorama, días mas tarde, el pasado 29 de octubre, la Secretaría Xeral da Emigración (Xunta de Galicia) da a conocer un comunicado encabezado con los siguientes términos:

“A Xunta apoia a petición do Centro Gallego de Buenos Aires para que a Administración arxentina interveña o seu hospital….”

Lo que traducido a idioma pedestre señala que la campaña electoral para las elecciones del 21 de octubre ha concluido, y las opiniones vertidas en la misma pertenecen al pasado. Por lo tanto aun “llevando al Centro Gallego en el corazón”, los dirigentes del PP juzgan conveniente que el Estado argentino se haga cargo de sus necesidades.

Evitando de esa manera que algún grupo de “despistados” se cuelgue del timbre de la Consejería que ocupará el Sr.Camba, reclamando su intervención para acudir en apoyo de los socios del CGdeBA.

Añadiré para que quede claro, que nunca ha sido intención de esta columna enjuiciar la tarea del Gobierno argentino. Normalmente lo hacen por cauces constitucionales quienes están habilitados para ello. Me refiero a los ciudadanos de este país, y quien esto escribe no lo es.

Sin embargo he de permitirme una reflexión que deseo compartir con el lector. Por lo general a los gobiernos de cualquier matiz, les resulta poco atractivo sumar nuevos problemas a los que de hecho debe afrontar en su gestión.

Por lo visto hasta el presente en estas tierras, medidas como las que hoy ocupan nuestra atención, es decir Intervenciones locales a organizaciones extranjeras de carácter asistencial, además de costos financieros, han acarreado a quienes decidieron ponerle su sello, muchas más dificultades que beneficios políticos. Elemento no desdeñable a tomar en cuenta a la hora de trazarnos “estrategias de combate”.

Referencias Imprescindibles

Infinidad de asociados del CGdeBA, sus familiares, amigos, y gentes que frecuentan diferentes círculos de la colectividad gallega, suelen sorprendernos con graves afirmaciones, cuando aluden a la dirigencia recientemente desplazada: “Se robaron todas las ayudas que mandó la Xunta de Galicia”; “Todos los directivos del Centro deberían ir a la cárcel”.

Pero a poco que el cronista indague sobre los orígenes de tales afirmaciones –por lo general- recibe una respuesta que no difiere de lo que el común de las gentes suelen dar para referirse a todo lo que sucede en su entorno: “Eso dicen”; “Es lo que sale en los diarios”, ó “Lo escuchamos en una entrevista que el Canal “X” hizo en las puertas del Centro Gallego”.

Desde al comienzo de una tarea que iniciáramos el pasado mes de enero hemos reiterado que la debilidad de aquellos que accedieron por elecciones, luego de 20 años, a la conducción del CGdeBA tras haber vencido al candidato de la XdeG, fue albergar la idea de que el silencio ó una actitud “prudente”, facilitarían el posible auxilio financiero que nunca llegó.

Y lo más grave aún, es que sirvió para silenciar las maniobras del Sr. Camba cuando desfigurando la realidad hablaba públicamente de “ayudas rechazadas” que no eran tales. Ocultando que se trataba de sumas que ya tenían destino fijo entre acreedores seleccionados por la XdeG, lo que requería como contrapartida, que el CGdeBA asumiera compromisos que lo involucrarían en los resultados de una etapa Concursal que no había promovido.

Vale la pena recordarlo, para conocimiento de aquellos que recién asoman a esta realidad, que en abril de 2002, se firma el “Protocolo de Actuación entre la Xunta de Galicia y el Centro Gallego de Buenos Aires para la Asistencia de sus Asociados”.

El mencionado Protocolo establece que la XdeG determina constituir una Fundación Benéfico-Social, que en setiembre de 2002 tomará formas concretas bajo la denominación de “Fundación Galicia Salud”.

Hasta aquí atravesamos “un camino sembrado de buenas intenciones”, aunque resulta llamativo –y este no pretende ser un cargo sobre gentes cuya honradez nadie discute- que sólo una exigua minoría reparara en las formas que se fijaban los aportes para comenzar la gestión del precitado “alumbramiento”.

Veamos la síntesis de lo consignado en el texto correspondiente: Las partes que la integran (Xunta de Galicia y Centro Gallego de Buenos Aires) se comprometen a efectuar para iniciar su cometido los siguientes aportes: el CGdeBA cede las cuotas sociales de todos sus socios mutualistas, reservando de su total un porcentaje del 6% para atender su acción social y cultural, y pone a disposición del nuevo organismo todos los bienes muebles e inmuebles que constituyen sus instalaciones sanitarias.

¿Qué aporta al patrimonio fundacional la XdeG? La respuesta es tan breve como elocuente, “….se compromete a realizar la dotación fundacional que sus órganos competentes acuerden”.

Queda claro que en materia de aportes las únicas certezas son proporcionadas por el CGdeBA. Aunque como dato adicional corresponde observar que las decisiones a tomar siempre quedarán supeditadas al “voto de calidad”, que en caso de empate tendrá la XdeG.

La Fábula de las “Ayudas”

Sería una necedad mayúscula negar la importancia que en su momento tuvieran los aportes provenientes del Gobierno gallego a la Fundación Galicia Salud. Pero esta apreciación es sólo una parte de aquella realidad.
Hasta la fecha en que el candidato del PP pierde las elecciones en el CGdeBA (agosto 2010) dichas remesas, cuya negociación en lo concerniente a montos, plazos y destinos, estará a cargo de quienes eran sus interlocutores naturales, que no serán otros que los ejecutivos del mas alto nivel designados con el aval de la XdeG.

Si colocamos en valor el patrimonio que del CGdeBA pone a disposición de la XdeG, junto al ingreso regular que proporcionaban las cuotas de miles de asociados, y nos atenemos a las aseveraciones de Fraga Iribarne, en las que daba por seguro el apoyo de los prestigiosos sanitaristas con que contaba su Partido, la perspectiva era la puesta en funcionamiento de una entidad sustentable.

Esta nota no tiene como objetivo efectuar una proporción de responsabilidades entre los distintos Gobiernos gallegos. Porque aun logrando informaciones precisas que pudieran establecerlas, lo evidente será que los diferentes sujetos jamás decidieron –contando con el poder necesario- poner en marcha mecanismos correctivos. Lo que tampoco exime de su cuota-parte a los representantes que las Agrupaciones del CGdeBA designaran para integrar el Patronato de la Fundación Galicia Salud.

El autor de todo lo publicado en esta columna tiene conocimiento de la preocupación de algunos funcionarios de la Galicia Oficial por lo que consideran un tono opositor a la corriente política que hoy gobierna la Comunidad.

Debo admitir que aciertan en la caracterización política. Quien esto escribe está en las antípodas del pensamiento conservador, pero no es esa discrepancia la que determina el sentido crítico de los escritos.

Si así fuera, numerosos militantes del PP podrían ingresar a la categoría de “opositores” por no convalidar la gestión de las Xuntas que respondían a su Partido.

No sé si a lo largo del año lo dicho ha influido en la realidad que nos ha tocado vivir a gallegos y no gallegos que apostamos a mantener en pie a la obra más trascendente de la emigración.

El propósito no ha sido que un conjunto de notas pudieran cambiar el destino de una entidad centenaria, pero al menos, que alguien recuerde que dejamos ideas en el camino para intentarlo.