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El Camino Primitivo en Lugo

jueves, 30 de agosto de 2012
Memoria de Lugo

Testimonios históricos e iconográficos jalonan el itinerario del Camino Primitivo en la ciudad

Hasta hace poco tiempo pasó desapercibido para los lucenses el papel de Lugo como lugar de paso en las peregrinaciones a Santiago de Compostela en la Edad Media. Los peregrinos procedentes de Oviedo llegarían al puente de la Chanca y subirían por el Carril das Flores hasta la Porta de San Pedro. En este tramo tendrían dos fuentes, la de la Chanca, poco después del puente, y la Fonte dos Ollos, antes de alcanzar la entrada de la ciudad. Los que venían por el Camino Francés se encontraban con una iglesia, cuyos restos lamentablemente sucumbieron recientemente con las preceptivas bendiciones administrativas en el lugar de San Xillao, topónimo que pervivió aun después de desaparecer la iglesia que nos indica que debió de estar bajo la advocación de San Julián.

Los peregrinos procedentes de Oviedo entrarían por la Porta de San Pedro, en donde estaba el hospital de Santa Catalina, y tendrían dos opciones, subir por la calle del mismo nombre o del Burgo Novo, o tomar la de la izquierda hacia el Campo do Castelo. Los que entrasen por la por la Porta Castelli, desaparecida con el castillo en 1775, llegarían, al igual que los otros, a las Cortiñas de San Román (Praza Maior), y al hospital de San Bartolomé. Bajarían a la iglesia de Santiago y por la Rúa dos Cregos hasta el atrio mayor de la iglesia de Santa María, conocido como Fieis de Deus entrando por la Puerta de los Perdones, nombre que evoca la gracia que alcanzaban los peregrinos al entrar en la basílica.

Como la Porta de Santiago no era de uso público en época medieval, los peregrinos tenían dos opciones para continuar, según saliesen por una de las dos puertas de la fachada Norte o por la Oeste o principal. En el primer caso subirían hacia el Campo y en el segundo por lo que hoy conocemos como Rúa da Catedral hasta la albarguería de la Praza do Pozo da Pinguela, bajando hacia la Porta Miñá, en donde estuvo, primero en el exterior y después en el interior, el hospital de San Miguel. Fuera, muy cerca de la puerta, la capilla de la Virgen del Camino, a la que se encomendarían los peregrinos para continuar el viaje después de un baño en las termas.

Una parroquia milenaria dedicada a Santiago

De las tres parroquias en que se dividía el territorio eclesiástico dentro del recinto amurallado, una estaba dedicada a San Pedro, seguramente la más antigua, otra a San marcos y la de Santiago, que sería la más moderna, posiblemente fundada en la segunda mitad del siglo XI, con el impulso dado por Afonso VI a la repoblación definitiva de Lugo. En 2005 aparecieron los restos de una basílica paleocristiana en lo que fueron las Cortiñas de San Román, en donde la documentación medieval dice que estuvo la iglesia de Santiago. A finales de la baja Edad Media la parroquia se trasladó a una de las capillas de la catedral, y después de la desamortización, a la iglesia del convento de Santa María A Nova.

Capillas, alberguerías y fuentes

La capilla de Santiago en la catedral está situada entre la de San Juan y la de la Virgen de los Ojos Grandes. Otro testimonio visible, aunque moderno (1759), sobre nuestra implicación en el itinerario del Camino, es la Porta de Santiago. Aunque la primitiva capilla dedicada a la Virgen del Camino desapareció para dar paso a la del Carmen, conserva la imagen del siglo XVI.
Pero también tenemos referencias históricas sobre infraestructuras. Sabemos por la documentación medieval que había alberguerías y fuentes para los peregrinos, ubicadas de tal manera que nos traza el camino en el interior de la ciudad, como el hospital de Santa Catalina, inmediato a la Porta de San Pedro, con la fuente dos Ollos en el camino que subía de la Chanca, o la de San Pedro, cerca de la capilla de San Sebastián y San Roque, el hospital de San Bartolomé en las Cortiñas con el pozo público, el de la Pinguela, al fondo de la Praza do Campo, también con su pozo, y el de San Miguel, con el pozo de la Porta Miñá, transformado en fuente en 1582.

Desaparición de la capilla de la Virgen del Camino

El 22 de junio de 1778, la cofradía del Carmen tenía tratado con doña Francisca de Navia y Pradeda, viuda de don Diego Cabarcos, dueño de la casa de Soutomerille y patrón de la capilla de Nuestra Señora del Camino, sobre la cesión del libre uso de la misma por la hermandad para reedificarla, reservando para la casa el patronato, y de como se había de sustituir la imagen titular. Para hacer los tratos dieron poder a don José Baamonde y Quiroga y a don Francisco Sanjurjo Acevedo.

Como no podían hacer frente a la reconstrucción, deseando la dueña y su hijo sostener el culto a la Virgen del Camino y al mismo tiempo mantener el patronato en la casa de Soutomerille, aceptaron la cesión con la condición de que permaneciesen las dos imágenes en la nueva capilla. La hermandad tendría libre uso pasando al altar principal la imagen del Carmen y la del Camino, que tenían que limpiar y reparar, a un retablo nuevo dorado. Se reservaban la casa y huerta pegada a la capilla para vivienda del ermitaño o ermitaña que la atendiese.
De Abel Vilela, Adolfo
De Abel Vilela, Adolfo


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