Imposible reinsertarlos

Esta semana vuelve a ser noticia que un violador vuelve a reincidir. Concretamente "El Boca”. Salió de la cárcel tras 21 años de los 44 que le habían condenado por violar y asesinar a una niña de nueve años en 1991. A los tres meses de su excarcelación el ansia le pudo y fue en busca y captura de una nueva víctima a la que destrozarle la vida. Claro, en la cárcel tendría un comportamiento ejemplar porque no tenía víctimas a las que agredir sexualmente. Es mucho más fácil coger a alguien desprevenido e indefenso, ¡cuánto valor!

Podemos hacer memoria en un segundo de más víctimas cuyas injusticias clamaron el cielo: Marta del Castillo, Sandra Palo, Mari Luz y podemos continuar. Se quiere creer que los violadores con las terapias mejorarán, y puede que en algunos casos no reincidan, pero parece que la gran mayoría el deseo de hacer daño y agredir sexualmente a víctimas inocentes e indefensas les puede cuando vuelven a salir a la calle. Si alguien tiene el valor de destrozar la vida de una persona provocando daños irreversibles, tanto físicos, como psicológicos también deberían tener el mismo para mostrar su rostro, ¿no?

Y también deberían existir guías de agresores sexuales, como hacen en otros países, con nombres, apellidos y foto -sí como las de teléfonos- informando a los ciudadanos que uno de sus vecinos es un violador y que está en la calle. ¿Por qué hay que protegerlos? ¿Quién protege a las víctimas? ¿Quién cura los daños físicos y psicológicos de éstas? Y por mucho tiempo que pase está demostrado que las secuelas de las agredidas permanecen. Creo que ya está bien de contemplaciones con quien no hay que tenerlas y que siempre la víctima pague las consecuencias.

Y si esta gentuza tienen que pasar el resto de sus días en la cárcel, no hay más que aplicarles en su totalidad el Código Penal para que no supongan un peligro para la sociedad. Y sino que se aplique la castración química obligatoria para todos los violadores, como en otros países. Seguro que más de uno se lo pensaría dos veces antes de delinquir.