Sobran investigadores

Sobran investigadores en España, al menos eso es lo que piensa la Secretaria de Estado para I+D, doña Carmen Vela Olmo; curioso cargo para una persona que parece estar más preocupada por la evolución de la economía nacional que por el progreso de la ciencia, cargo para el que fue designada.

“Tenemos que reducir la cantidad de investigadores para mejorar la calidad de los contratos”. Justifica así la ocurrente Secretaria, el recorte del 22´5% en el presupuesto destinado a I+D para este año sobre el presupuesto del año pasado, que ya había sido recortado a su vez sobre el del año 2010. Todo un ejercicio de hipocresía en boca de una pseudoempresaria, Directora General de INGENASA, empresa dedicada al análisis de productos veterinarios, cuyo principal cliente es el Estado a través del Ministerio de Agricultura.

Paralelamente a este “exceso de investigadores” que denuncia la visiblemente prescindible Secretaria de Estado sabemos, según publicaba el pasado 23 de Mayo el diario el Financiero Digital, que en España hay 445.568 políticos, seguramente “todos ellos imprescindibles”, pagados a cargo de los Presupuestos del Estado, entre los cuales incluimos a los 65.130 liberados sindicales, aproximadamente el triple que en Alemania, país con casi el doble de población que nosotros, y el doble que en Francia o Italia; dicha cifra supera de largo al número total de policías, médicos, bomberos y jueces que, en conjunto, suponen unos 344.821 empleados públicos, repartidos en la siguiente proporción: 154.000 policías, 165.967 médicos, 19.854 bomberos y 5.000 jueces. Si a estos 445.568 “salvapatrias” añadimos los 2 millones de “colocados” que tienen repartidos por todas las administraciones (autonomías, diputaciones, ayuntamientos, empresas públicas, etc), empiezan a cuadrar las espeluznantes cifras de déficit que nos conducen, sin solución y sin pausa, al irremediable rescate económico.

Por el contrario, el número de investigadores en España está sensiblemente por debajo de la media europea, al contrario de lo que ocurre con los políticos en lo que somos la primera potencia continental, y sólo por encima de Portugal y Grecia, lo que supone que tenemos aproximadamente 1 investigador por cada mil habitantes, mientras que tenemos 1 político por cada 100 ciudadanos.

A la vista de las cifras se me antoja ociosa cualquier explicación. Unicamente dejar claro que en España no sobran científicos, ni investigadores, ni médicos, jueces, profesores o bomberos, ni tan siquiera funcionarios. Lo que sobran y algún día se hará necesario hacer una limpieza a fondo de todas las administraciones públicas, son: enchufados, liberados, charlatanes, vagos, demagogos, inútiles, recomendados, lacayos, lameculos y mantenidos del partido, y, en resumen, parásitos de toda condición que, como sanguijuelas, han entrado de rondón y encontrado en la burocracia del Estado el huésped necesario para su inútil supervivencia. Sin ellos, la salud del país se fortalecería y la convivencia ciudadana sería más sencilla.