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Centro Gallego de Buenos Aires

jueves, 14 de junio de 2012
CENTRO GALLEGO DE BUENOS AIRES
(La renuncia del “Capitán Callado”)

Hace pocos días Carlos Alberto Vello renunció la Presidencia del CG de BA, a la que había accedido por el voto de aquellos asociados que pretendían cambiar la vida de una entidad detenida en el tiempo.

Abandona el cargo que ejerciera desde setiembre de 2010, dejando un
entorno en el que las señales de alivio, superan con holgura a las de contrariedad por su salida.

Digamos como tributo a la más estricta realidad, que se trata de un excelente profesional y un hombre honesto, cuya honradez nadie sensatamente podrá cuestionar.

Y no serán los agravios, que se lanzan escudándose en la impunidad del grupo ó el anonimato de la patota, los que habrán de modificar esta opinión. Desgraciadamente la imbecilidad es plaga universal.

Lo que sí puede imputársele –y no es tema menor- son las debilidades o insuficiencias de una labor, que influyó negativamente en la marcha del CG de BA.

Señalé en mi primera crónica del pasado mes de enero que “gobernar es tomar decisiones”. Y en al abandono de este principio, del que no es único responsable el Dr. Vello e incluye al sector mayoritario de su actual Junta Directiva, está la causa principal de lo que hoy, si no se actúa con celeridad e inteligencia, asoma como una crisis terminal.

El CG de BA, si como estimamos lo desean sus dirigentes, quiere subsistir, debe enterrar definitivamente la cultura “presidencialista” e ingresar a un proceso de dirección colectiva. Apoyada en la participación de los diferentes niveles de capacidad que pueda aportar su activo societario.

Destaqué en el mismo comentario realizado en enero la aparición de “ciertas muestras de impericia” en el elenco vencedor. Subrayando además, que la tarea más compleja del nuevo Gobierno, era la forma en que habría de consolidar su victoria.

Pudiendo constatar a lo largo del período que llevan en sus cargos, que si exceptuamos las esporádicas apariciones de su Presidente insuflando optimismo –por momentos- sin sustento alguno, estamos frente a un cuerpo directivo con escasas ideas, que nunca logró dimensionar la realidad en la cual debía implementar su tarea.

Cuando una organización con la trayectoria y la envergadura del CG de BA es afectado por una crisis de semejante profundidad, sus autoridades, y en modo especial su Presidente, deben hablar y actuar prácticamente todos los días.

El silencio, o una actitud que privilegie los planteos reservados de la acción de Gobierno, suelen transformarse en los aliados más poderosos de la crisis.

Y si esa norma se hace hábito, la voz y la acción Oficial son remplazadas por el rumor y la intriga. Terreno en el que crecen y se desarrollan los intentos –siempre latentes- por desestabilizar a sus autoridades.

Este cronista suele recorrer diferentes Centros de la colectividad gallega, y últimamente detuvo su atención en el CG de BA. Tiene para su tarea la enorme ventaja de pasar desapercibido. Circunstancia que posibilitó intercambiar pareceres con empleados, profesionales médicos, o delegados sindicales de distintas procedencias.

Como en todo ámbito de estas características, plagado de problemas, quienes en él conviven, son gentes proclives al diálogo. El que por lo regular aceptan como una forma de dar a conocer sus preocupaciones, o en procura de apoyo para eventuales soluciones.

También es necesario aclarar que la enorme mayoría de las entrevistas o diálogos compartidos, no han tenido el carácter de una requisitoria periodística. Todo giró en torno a un conjunto de inquietudes que pueden hacer suyos asociados o gentes comunes, interesados en la buena marcha de la Institución.

De las opiniones recogidas pueden extraerse conclusiones que sin representar criterios unánimes, dan pautas que debieran ser examinadas, habida cuenta, que directa o indirectamente guardan estrecha relación con las funciones del Gobierno.

La primera de ellas evidencia que no hay certezas, o al menos las necesarias, para esclarecer el grado de responsabilidades que pueden exigírsele a directivos que actúan con carácter honorario.

Tampoco se ha podido establecer, por desconocimiento o desinterés de la mayoría, la diferencia de lo que fueran -en lo que hace a cumplimiento y eficacia- los períodos en que el Hospital estuvo bajo el control de la Fundación Galicia-Salud, cotejados con el ciclo de la conducción actual.
Evidenciando que las correcciones intentadas a partir de setiembre de 2010, no han tenido la necesaria profundidad para modificar sustancialmente el desenvolvimiento del Centro.

Pero además, tampoco se ha instalado en el imaginario de trabajadores y asociados la gravedad del cuadro económico-financiero que heredara la actual Junta Directiva. Para la mayoría se trata de un cambio de timón pactado entre las partes, y no de un abandono de responsabilidades por parte del Gobierno gallego.

Esta breve reseña no hace más que confirmar que es imposible lograr el necesario acompañamiento para llevar adelante una política de cambios, cuando quienes deben apoyarla carecen de la información adecuada para identificarse con los objetivos trazados.

Conviene recordar que los enunciados de una Plataforma electoral no sustituyen el necesario material de propaganda, que permita al asociado verificar cotidianamente si el camino elegido es el correcto.

En este contexto se han recogido opiniones sobre el grupo dirigente que en general distan de ser halagüeñas. Aunque no en todos los casos sean justas. Sin embargo en el conjunto destacan dos expresiones, que en cierta medida coadyuvan a entender el reciente ramalazo de la crisis.

Pocos cargos de conducción presentan hoy las aristas que propone la Tesorería del CG de BA. Quizás junto a la Presidencia, los de atención y funcionamiento más complicado.

Pues bien, en el primero de los casos existe hacia quien lo ocupa un alto grado de comprensión y reconocimiento por el desempeño de su tarea. Lo contrario de los juicios emitidos sobre la gestión presidencial.

A ésta última –carteles mediante- fue dirigida la ofensiva final encabezada por una delegada sindical conocida por el apodo de “Tyson”. Célebre por sus enfrentamientos con competidores en la representación laboral. Sector éste que no se priva de ensayar la “Revolución” dañando las instalaciones del Hospital.

En ambos casos, las consecuencias de un enfoque rudimentario a la hora de impulsar justos reclamos, recae sobre pacientes indefensos.

La recopilación de datos podía ser mucho más extensa, pero no haría más que reiterar lo ya conocido. Aunque lo inoportuno sería dar vuelta a la página y no tener siempre presente las que hasta hoy siguen siendo necesidades insatisfechas.

Tras la renuncia de Carlos Vello, asume la Presidencia la Señora Marta Elena Donsión, y con ella debiera dar comienzo una nueva etapa.

Por lo conocido hasta el presente sobre su trayectoria, se trata de una integrante de la Agrupación “Unión Gallega”. Esposa de Ángel Ferreiro –ya fallecido- quien fuera prestigioso directivo de dicha Agrupación y del CG de BA.

El paso de MED por la Agrupación ha tenido en los últimos años alternativas cambiantes, y por opiniones que no suele hacer públicas su núcleo más activo, no recoge sólo unanimidades.

Por el contrario, un episodio suscitado en las elecciones de 2010 que obligó a un cambio repentino en las boletas de “Unión Gallega” y tuvo como protagonista a su hijo Gustavo Ferreiro –hoy alejado de la Agrupación- determinó el distanciamiento temporal de la actual Presidenta del Centro.

Quedan aún latentes entre quienes integran la coalición gobernante cierto tipo de prevenciones, a partir de sus cercanías con personajes como el inefable Santiago Camba, y sus escuderos López Dobarro y José Luis Seoane. Que no se distinguen por su buena disposición hacia los actuales directivos del CG de BA.

Y si bien es cierto que sería una torpeza mayúscula deducir de lo expuesto compromisos políticos o de otra naturaleza, indudablemente MED deberá tomar en consideración que en esos andariveles tiene escaso margen para el error.

No obstante debe admitirse, que por lo demostrado hasta el presente en la Junta Directiva del CG de BA, puede aportar –si se lo propone- la capacidad suficiente para dar un impulso significativo a la recomposición moral y material de la Institución.

Eso esperan TODOS los que creen posible el retorno al protagonismo de épocas mejores, Y de eso se trata. A condición de que TODOS los que han asumido dicho compromiso, dejen de lado diferencias de tono menor, y se aboquen sin mezquindades a la gran aventura.
Montes, Xoaquín
Montes, Xoaquín


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