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Cumbres borrascosas

viernes, 25 de mayo de 2012
Rodeados de Cumbres en plenas borrascas propias de la primavera y también de los que las rodean, me viene a la mente la impactante película que vi en mi niñez, "Cumbres borrascosas", rodada en 1939 en blanco y negro pero, ahora, con imágenes a todo color incluído un barco viento en popa por Chicago, donde los protagonistas son otros, bien diferentes, pero más resabiados y famosos, y el guión y la trama muy parecida: amor, poder, odio, pasión, venganza, celos, dinero y más dinero, deudas, ayudas, eurobonos sí, eurobonos no, déficit público, primas de riesgo, euros, liquidez monetaria, reformas, ...

Podemos incluso equiparar las escenas de esas tierras norteñas inglesas del condado de Yorksire, con el condado norteño estadounidense de Frederik, Maryland; y la finca del señor Earnshaw, dueño de Cumbres Borrascosas, con la residencia campestre de Obama, Camp David. Porque aquí es donde empieza y se desarrolla la trama con la cumbre del G8, los llamados países industrializados, los terratenientes vaya, y tras ella las pasadas cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas y las siguientes en Roma, Bruselas, ... por ejemplo.

¿Recuerdan el argumento de esta película basada en la inmortal novela homónima publicada en 1847, de la escritora Emily Brontë ? Todo un clásico de la literatura inglesa.

Una historia de amor prohibido, despechado, loco y apasionado entre Catherine Earnshaw ( Merle Oberon) y su hermano adoptivo Heathcliff (Laurence Olivier). Historia llena de venganza y odio; de ricos y de pobres. Tan apasionada y tempestuosa como una gran borrasca; la misma que nos encapota por la gran crisis que padecemos.

Y es que, ver a Merkel a bordo del "Fisrt Lady" por aguas de Chicago junto a Rajoy, me hizo desatar la pasión y pensar en ella como la caprichosa Lady Catherine junto al aparentemete abandonado y desamparado Heatcliff.

¿Será el actual presidente francés, François Hollande, el personaje de Edgar Linton (David Niven), futuro marido de Catherine, peliculeramente hablando?

Sea como fuere, confiemos en el final feliz de esta novela y posteriores versiones fílmicas y, bromas aparte, porque las comparaciones siempre son odiosas, confiémos en el diálogo, el poder y la voluntad de nuestros representantes, y en la voz del pueblo, sobre todo, para sacar adelante a nuestro mundo enfermo de tanta borrasca que enfría y distancia la hermandad entre las naciones.

Sirvan estas cumbres no para el despilfarro, paseítos en barco -parece mentira Lady Merkel con lo austera que es Ud. en Europa-, paseítos por sus fincas de campo, comilonas o fotogramas de familia de las cumbres que parecen sacados del mundo rosa; y pónganse de acuerdo en las políticas de crecimiento y en las reformas estructurales que generen empleo y eleven la productividad y den ejemplo dejando de gastar ostentósamente
cuando, dicen que, no se tiene.
Antolín, Celia
Antolín, Celia


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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