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Carta a Mamá Merkel

viernes, 11 de mayo de 2012
Estimada Mamá Merkel:

Ante tu clara posición de líder de la Unión Europea por tu sobrada influencia de poder en el manejo de la crisis económica, y siempre a beneficio o al margen de la economía alemana, no me queda otra que dedicarte unas palabras por la próxima celebración, éste domingo 16 de mayo en Alemania -entre muchos otros países-, del Día de la Madre.

Al ser tantos vástagos adoptivos en tu mesa, nada menos que 26, y algún otro putativo que casi siempre se apunta, sé que a los que tú consideras tus retoños tenemos menor hijuela, pero no me conviertas más en la Cenicienta de tu prole, a pesar de tu agenda del crecimiento.

Porque en los años 50 del pasado siglo muchas hijas de España, hoy madres y abuelas, ya fueron cenicientas al tener que emigrar al abrazo y amparo de tu querida y respetada patria.

Sin duda, eternamente agradecidas pero, corren otros tiempos y queremos ser madres de nuestros propios retoños.

La postguerra nos hizo unir lazos pero casi siempre de subyugación, apenas de sangre. No queremos volver a esos tiempos donde siempre fuimos lacayos, la mano de obra barata de Europa, por nuestro escaso desarrollo económico, político e intelectual tras la guerra civil y posterior dictadura de Franco que nos lleva a la emigración junto con otros países migratorios como Italia, Grecia, Turquía o Yugoslavia.

Y ¡qué casualidad!, aquella vez, nuestros antepasados, no sólo mujeres, emigraron a Alemania a la par que nuestros vecinos sureños europeos, los mismos que ahora estan en boca por su constante peligro y ayuda para ser rescatados, hablo de griegos o de los mismísimos italianos.

Ya está bien de ser considerados inferiores, ahora somos tan demócratas y europeos como el resto.

Ya está bien de ser considerados los sureños de Europa y no me refiero a su localización geográfica evidentemente, eso es obvio y para nada malo en absoluto; todo lo contrario, nos beneficia el clima y la posición física ante otros países.

Ya está bien de estar en permanente zona de peligro siempre los mismos.

Ahora somos tan demócratas como vosotros, y tan preparados intelectualmente como tus verdaderos hijos. Atrás quedó el triste éxodo de población mayoritariamente agraria y sin formación académica, que nos estancaba en el subdesarrollo, debido a nuestra crisis interna.

Ahora más que nunca somos Europa, querida "mutter" Merkel, y esto debería de bastar para estrechar lazos e igualarnos equitativamente, nunca más para mostrar las diferencias entre países pobres o ricos, guapos o feos, cultos o incultos, desarrollados o subdesarrollados ..., etc.

Una madre debe querer a los suyos por igual y no compararlos o diferenciarlos.

Esta es una carta de "felicitación" no más.

No es una carta de ajuste, ni carta de pago, ni mucho menos carta blanca, que ya tienes demasiado poder.

Nosotros también queremos tomar cartas en cualquier asunto de la Unión Europea, no sólo jugar a echar las cartas. Queremos jugar limpio, jugar bien nuestras cartas, poner las cartas boca arriba, saber con cuál carta quedarse y no jugarnos todo a una sola carta.
Feliz Día de la Madre te desea tu hija adoptiva, España.

P.D.: Madre sólo hay una y a cada cual la suya. Nosotros lo celebramos el primer domingo de mayo. Ya ves, no siempre estamos a la cola ni somos los últimos.
Antolín, Celia
Antolín, Celia


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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