Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Hablar de niños

miércoles, 11 de enero de 2012
Pienso en los Reyes Magos y automáticamente aparecen ante mi, imágenes de niños sonrientes, ilusionados, llenos de esperanza, temorosos y a la vez entusiasmados, y sobre todo, llenos de alegría.

Así que aprovechando que son fechas en las que los niños son más protagonistas que otras veces, hablaré de ellos en esta entrada.

Los niños están abiertos a lo nuevo, no analizan como nosotros todo lo que ven, piensan, sienten y perciben. La imaginación y creatividad forman parte de sus vidas, pero tampoco debemos olvidar que están menos contaminados mentalmente que nosotros.

La mayor parte de los niños perciben situaciones y seres. Con el paso del tiempo dejan de hacerlo, ya sea por la educación que reciben, porque vivimos en una sociedad que tiende a marginar y criticar a los diferentes, porque se les olvida que saben ver. no le dan importancia a lo que perciben, etc..

Hace unos días, unos padres me comentaban que su niño de cuatro años, les dijo que cuando era pequeño, antes de ser el de ahora, vivía en un pueblo, tenía un burro, se llamaba Carmen y les describió a qué se dedicaba. Lo dijo sin más, no le dio importancia a lo que decía. Sabía quién había sido en otra vida, lo consideraba normal.

El niño recordó de pronto quién había sido, y este hecho no suele ser único, ni especial. Muchas veces los niños recuerdan pasajes o información de sus vidas pasadas y saben quiénes son en la actual. Para ellos no supone ningún trauma, ni un problema. Se trata simplemente de una información más.

Otro niño, el hijo de una amiga mía, ve a seres que se han muerto desde que era pequeñito. Pensaba que el resto de su familia les veía y no entendía por ejemplo, que cuando se montaban en el coche, su madre no les pusiera el cinturón de seguridad a los niños que les acompañaban. Según fue haciéndose más mayor, fue consciente de que veía con claridad a los seres, ya fueran niños o adultos. A veces se asustaba porque, algunos seres le pedían ayuda y él no sabía a qué se referían. Otras veces, en cambio, se sentía seguro al sentirse acompañado por luces de colores.

Este niño, gracias a la ayuda de su madre, ha ido entendiendo e integrando lo que ve y percibe. Para él es algo natural, forma parte de su ser. Es un niño normal, que se ríe, juega y divierte como el resto de los niños de su edad.

Ante los Reyes Magos, permitámonos ser de nuevo niños, recordemos la ilusión que teníamos y que ésta jamás falte en nuestras vidas. La ilusión es uno de los motores que hacen que la vida tenga sentido y sea más positiva, divertida, esperanzadora y alegre.

Que todos hayais tenido unos Felices Reyes Magos.
Aurensanz, María Eugenia
Aurensanz, María Eugenia


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES