Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

¡Arsénico por compasión!

jueves, 05 de enero de 2012
No, mi querido lector, al hacer referencia a la magistral cinta dirigida por Frank Capra en 1944, no estoy pensando en el señor Fernández de Mesa y Díaz del Río, flamante director “in pectore” de la Guardia Civil, ¡que también!. Un “pepiño” más en la corte de Rajoy, eso sí, perfectamente engominado.

Estoy pensando más bien en el paquete de medidas que acaba de hacer público el gobierno de Rajoy para contribuir, entre otras cosas, a endulzar el tránsito de año a los sufridos ciudadanos españoles. La “denominación de origen” empleada, que parece hacer alusión a alguna ONG hasta ahora desconocida: “RECARGO TEMPORAL DE SOLIDARIDAD”, no deja de tener su punto de gracia. Pero, solidaridad, ¿con quién?

Con el presidente saliente, cuya indigencia intelectual y penuria moral nos ha dejado como herencia esta ruina y al que agradecemos los servicios prestados asignándole una pensión vitalicia de casi 150.000 euros anuales (suma de pensión más sueldo del Consejo de Estado). Y, de guinda, la concesión del collar de la Orden de Isabel la Católica. ¡Y muchas gracias, señor Presidente!

O tal vez la solidaridad debe ser con todos y cada uno de los ministros de su funesto gobierno que han hecho del despilfarro todo un estilo de gestión y sin que nadie se plantee siquiera exigirles, ni a uno ni a los otros, la mínima responsabilidad. También a todos ellos les han sido concedidas diversas, y sin duda merecidas, condecoraciones por tan brillante labor de gobierno.

Puede que nuestra solidaridad deba ser más manifiesta con todos aquellos manirrotos de la administración del Estado, “sociatas” y “peperos”, que se han dedicado a sepultar miles de millones de euros de los impuestos “solidarios” de los españoles en la construcción de múltiples aeropuertos sembrados por toda nuestra geografía , que duermen el sueño de los justos en espera de un futuro mejor, o mausoleos como la Ciudad de la Cultura, para mayor gloria del “faraón” de turno, o maravillosas líneas de AVE que se han visto obligados a clausurar a las pocas semanas de su inauguración por falta de clientela.

O quizás nuestra “solidaridad temporal” deba ser más entusiasta con todos aquellos que, aprovechando sus cargos y a costa del dinero público, se han enriquecido ilícitamente, desde la propia Casa Real hasta los ediles de los municipios más apartados, pasando por ministros “campeones”, presidentes “trajeados” o comisionistas de todos los colores políticos; o con los actores, músicos y “artistas” de todo tipo, que han tenido la fortuna de nacer en este país donde, a falta de talento, se les gratifica y mantiene con una subvención estatal que heredan de forma vitalicia.

No querría olvidarme, en este abrazo solidario, de todos esos banqueros, siempre tan espléndidos con su clientela, que después de décadas de ganancias obscenas han arruinado, fruto de su ambición y codicia desmedidas, a miles de familias y al tiempo a sus entidades, a las que esta administración de corruptos no ha dudado en rescatar, con los “impuestos solidarios” de los españoles, para que puedan seguir desangrando a sus rescatadores y de paso llevarse a casa, como aguinaldo, unas indemnizaciones tan millonarias como insultantes para los ciudadanos que las pagamos.

Vaya para todos ellos nuestra incondicional “solidaridad temporal”, presente y futura, y el merecido reconocimiento al gran sacrificio ofrecido por partidos políticos, sindicatos y empresarios, ¡se han recortado el 20% de la subvención que reciben del Estado! Menudo ejemplo de solidaridad. Esto si es, para cualquier sociedad, tener no uno, sino tres hijos tontos. Y al presidente Rajoy, además de nuestra incondicional solidaridad, el recordatorio de que la mentira y el engaño, (a su programa electoral me remito), no suele dar buenos réditos electorales.

¿Y para los españoles? Para esos cinco millones de españoles que agonizan en las listas del paro, o para los millones de pensionistas que malviven y ayudan, de paso, a sobrevivir a sus familias, gracias a las pensiones de miseria que reciben, debido a las “políticas solidarias” de quienes se asignan a sí mismos pensiones millonarias, o para los miles de jóvenes que, tras haber recibido una formación académica y profesional exhaustiva se arrastran, esclavizados como becarios o simplemente en el paro, gracias a las decisiones de políticos que, en su mayoría, carecen de formación alguna para ganarse la vida fuera de las instituciones a las que avergüenzan. Para todos ellos y para todos los demás, cuyo destino vital no es otro que mantener a toda esta legión de vividores: arsénico, ¡arsénico por compasión!.
Durán Mariño, José Luís
Durán Mariño, José Luís


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES