Carta a los Reyes Magos

Hace muchos años que no escribo mi carta a los Reyes Magos. Estos días, mi niña interior se ha rebelado, pancarta en mano y como una indignada más, ha pedido a gritos que les escribamos.

Queridos Reyes Magos

Sí, han pasado muchísimos años desde que os escribí mi última carta. Se que como sois sabios no hace falta que os refresque la memoria porque estáis al día de todo lo que ocurre en nuestras vidas, de lo que sentimos, deseamos, pensamos y necesitamos.

Son muchas las cartas que tenéis que leer, además se acerca vuestro día y el trabajo se acumula. Intentaré ser breve.

2.011 ha sido un año de grandes cambios para mi, algunos han sido estupendos, otros dolorosos, unos ya han quedado atrás.

Todos han tenido algo en común, y es que he aprendido mucho y he sacado todo lo positivo que he sido capaz. He vivido muertes cercanas, me he mudado de casa, he conocido a muchas personas y la mayoría estupendas; el trabajo se ha ampliado y ahora como sabéis, además de estar en San Sebastián, ahora también paso consulta en Bilbao; tengo salud; unas amistades maravillosas; muchas ideas y proyectos en marcha...

Quiero pediros que 2.012 sea un año bonito, aunque ¿hay alguno feo?, en el que tenga la capacidad de poder llevar a cabo aquello que deseo, de ser capaz de vivir desde la paz, la calma, la armonía, el equilibrio y el corazón todas las situaciones que me presente la vida, ya sean duras, sencillas, fáciles o complicadas.

Que no falte una sonrisa en mi corazón, ni la alegría, ni las risas que tanto me gustan y necesito.

Ah, se me olvidaba, también quiero pediros amor, felicidad, salud, sabiduría, prosperidad para todos los seres del mundo, aunque seguro que ellos ya han escrito su carta.

Nos hacéis muy felices y volvemos a sentirnos niños, sonreímos y nos devolvéis la ilusión que a veces nos cuesta tanto ver y poder disfrutar.

Tenéis libertad absoluta para añadir lo que falta o completar la carta como consideréis que es mejor para mi en todos los sentidos.

Os mando un millón de besotes gordos.

P.D. Nos vemos en la cabalgata. Os dejaré unas copas de champán en la mesa, junto con los cubos de agua para los camellos. También dejaré comida por si estáis hambrientos, que con tanto trabajo e ir de casa en casa, tiene que dejaros agotados y hay que reponer fuerzas.

Quiero que seáis muy felices y se que vuestra ayuda y regalos serán muy bien recibidos por todos nosotros.