Cambio de color

Del rojo al azul, sin excepción alguna. Es el nuevo color del mapa de España, sumergida en una crisis profunda a juego con el resto del mundo.

Hacía falta un cambio y, a juzgar por el tono dado, un vuelco profundo, sin posibilidad para las distintas gamas o tonalidades. Ni verdes, ni violetas, ... ni siquiera del blanco al negro.

Renovarse o morir. Así es la nueva España. Antes muerta que sencilla.

Y parece que empezamos con buen pie, como si el recién retoño de Sáinz de Santamaría nos trajera a todos un pan debajo del brazo pues, justo ahora, la Comisión Europea, para intentar frenar la crisis de la eurozona, propone la creación de títulos de deuda conjunta de todos los países de la eurozona, los llamados eurobonos, con un tipo de interés asociado obtenido de la media ponderada de la rentabilidad de cada país miembro. Al parecer, España sería uno de los países que saldría beneficiado con esta emisión de deuda en perjuicio de Alemania, por ejemplo.

Sea como fuere, todo apunta a un aumento de control; a una subyugación a la Unión Europea donde, como en todo, los países más fuertes se comen a los más débiles y por eso, no es de extrañar que la canciller alemana, Angela Merkel, se suba por la paredes al perder de esa manera la gallina de los huevos de oro, por dejar de pagar la deuda a intereses tan altos.

Una vez más, las crisis demuestran que sirven para aumentar las arcas de los más poderosos, haciendo de los pobres aún más si cabe.

Volveremos a la España roja, volveremos a lucir el color rojo, a sentir la furia roja española, y será dentro de poco, en la Eurocopa de la UEFA 2012 que se disputará en Polonia y Ucrania.

España cambia de color, es camaleónica, pero, ante todo, es demócrata.