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El poder de la imagen

viernes, 11 de noviembre de 2011
No está muy claro hasta que punto puede afectar la intención de voto en los indecisos y no tan indecisos tras un debate televisado. Muchos españoles siguieron en directo el cara a cara entre los dos candidatos del PSOE y PP a la presidencia del Gobierno. Concretamente 12 millones estuvieron viéndolo y las encuestas dieron como ganador a Rajoy. Como en muchas otras ocasiones se pudo comprobar cómo está todo estudiado, y que la improvisación en este tipo de debates es prácticamente nula: palabras, gestos, cifras importantes memorizadas o la vestimenta.

En este tipo de situaciones es cuando recordamos otros debates, como por ejemplo, el primero que fue televisado en 1960 entre Kennedy y Nixon que fue seguido por unos 77 millones de norteamericanos. Las encuestas dieron como ganador del debate a Kennedy que fue quien finalmente ganó las Elecciones de Estados Unidos.

Fue la primera vez donde se pudo comprobar la importancia de la imagen y de la comunicación no verbal. Kennedy llegó al plató con carácter triunfador y supo ganarse a la cámara y a los telespectadores. Se había preparado el debate y se mostraba seguro de sí mismo, hablaba pausado y con mucha seguridad. Eligió vestir de oscuro y estaba moreno. Sin embargo Nixon no hizo lo mismo. Escogió un traje claro, se había negado a maquillarse y su aspecto pálido no era tan saludable como el de su opositor.

Este debate significó el punto de referencia mundial para el resto de debates políticos televisados. Así como la habilidad y destreza que deben tener los líderes políticos cuando mandan mensajes, como por ejemplo mirar a la cámara cuando responden a las preguntas para intentar transmitir mayor credibilidad y seguridad al telespectador. La repercusión de los debates televisados parece que varía dependiendo del país.

Recientemente en EEUU se retransmitió un debate republicano donde participaba el gobernador de Texas, Rick Perry al que le formularon una pregunta sobre cómo se proponía cuadrar el presupuesto estadounidense antes de 2020, pero Perry se quedó en blanco cuando le quedaba por mencionar el tercer departamento que suprimiría si fuera elegido. Algunos analistas políticos consideran que tanto su carrera política, como su aspiración por llegar a la Casa Blanca se han acabado tras su lapsus.
Sicart, Viridiana
Sicart, Viridiana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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