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Lágrimas en la lluvia

lunes, 31 de octubre de 2011
Llorando está el cielo, lagrimas hechas lluvia, mi corazon llora, mis lagrimas no las tengo, secaron hace mucho tiempo.
El viento silba por las rendijas de las ventanas. su canto es triste, dolorido, es tiempo de los muertos ,es tiempo de recuerdos, quizá quien canta no sea el viento; pero , los que dejaron este mundo sufren con nuestro olvido.
De pensar lo mal que les hicieron, mientras vivían, por falta de amor, para a la hora de partir, llevasen en su pensamiento una mala palabra, un desengaño, por no estar nadie junto a ellos.
Tenemos siempre que pensar que durante la vida es cuando más se necesita a los demás, cuando debemos demonstrar cuanto los amamos y dar nuestro cariño.Después no merece la pena llorar. Llora el cielo, ellos no.
Que el viento lleve todo el rencor, el odio, el sufrimiento. Que limpie el aire y lleve mas allá del infinito tanta desgracia y miseria, moral y física.
Tiempo de reflexión, mientras miramos la lluvia y oímos el triste silbido del viento, lo que somos, lo que fuimos, lo que hicimos y continuamos siendo, una mezcla del bien y el mal, cada día más fríos y secos, corrompidos, por la carcoma de la crueldad.
En vez de encender velas en los cementerios, mejor seria hacerlo para nosotros, así ,quizá ,veríamos mejor lo que estamos haciendo, que es muy malo.
El viento está más fuerte, imparable, da miedo, solo deseo que a los que son pobres no les quite las tejas de sus casas, ellos no hicieron nada, para quedar sin techo, estan los poderosos para hacerlo.
Día triste este, obligados algunos, se enfrentan a la tempestad, para ir a su trabajo, los demás miran por la ventana, por lo menos, que piensen, que la vida es para todos y a todos tenemos que dar la caridad de un afecto.
La calma volverá. El sol ,también,; pero , los que marcharon, ya no volverán a ver ni sentirán el viento, ni la lluvia, están en paz.
Para Ellos mi recuerdo, mi confesión de culpable, por si no fui lo que debería haber sido. Solo nos queda poner flores en las tumbas ofrenda que nunca hicimos mientras estaban vivos.
Si alguien se siente culpable es una pena. Pero hay siempre un momento que tenemos para pedir perdon.
Nieves, Carminha
Nieves, Carminha


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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