¿20-N igual a cambios?

El 20-N está más cerca que nunca. Una vez más también vienen las prisas de nuestro Gobierno por improvisar y por tratar de ganar la confianza de los votantes con el fin de conseguir la credibilidad que perdieron desde que el PSOE llegó al Gobierno y empezaron las múltiples contradicciones, además de no cumplir con la mayoría de las propuestas electorales.

Solamente hay que ver las tasas actuales de paro. Ya sabemos que la última improvisación gubernamental fue recuperar ese Impuesto sobre el Patrimonio que el propio Gobierno eliminó en 2008, y que ahora como las cuentas no salen, lo recuperan. Me pregunto cuál fue el motivo por el cual el Partido Socialista lo excluyó, ya que no es una medida muy social, ¿no?

Como estamos ante tantos cambios, también sería sensacional que nuestros gobernantes empezaran a recortar gastos. Reducir coches oficiales, viajes en preferente y todos esos lujos que los ciudadanos, es decir, nosotros pagamos con nuestros impuestos. Es extraño que un gobierno socialista no haya caído antes en hacer este tipo de cambios para reducir gastos. Quizás es muy social ser representante del socialismo y vivir con todo tipo de lujos, no ser conscientes de la crisis y luego decir que están con y para el pueblo. En fin, una contradicción más y las palabras sobran.

Ahora que se acercan las Elecciones se recupera dicho Impuesto para tratar de demostrar que el actual Gobierno está cerca del ciudadano y que supuestamente se invertirá para la creación de empleo de los jóvenes. También es otra manera de comprar los votos de la juventud, claro. Los ciudadanos, el pueblo o quienes votamos ya estamos cansados de tantos debates inútiles, falsas promesas, gastos de campaña tan elevados para que no se tengan soluciones eficaces.

Lo que la gente quiere son soluciones, no improvisaciones ni tapar errores anteriores con parches. El otro día Rubalcaba declaraba que uno de sus objetivos sería solucionar la tasa tan elevada de parados de los jóvenes, que a día de hoy no tienen ningún futuro en este país y que tienen que irse de España en busca de trabajo que aquí no hay, y el que hay es poco, y muchas veces las condiciones para los jóvenes son precarias y están cansados de estar tan sumamente preparados, pero no ser valorados. Becarios, eternos becarios con carreras e incluso con máster. Y creo que con 300 euros -si es que llega a esa cifra- nadie puede sobrevivir, ni independizarse, ni mirar al futuro porque el presente es opaco.

Si Rubalcaba y el Gobierno se han acordado ahora de los jóvenes, probablemente para conseguir su voto, pues puede que sea tarde. La gente, los universitarios y los trabajadores quieren soluciones y se basan en hechos, eficacia y tener calidad de vida.

Con el actual Gobierno después de ocho años, las perspectivas de futuro de los jóvenes se han visto mermadas. Ahora no son tiempos de conseguir votos, son tiempos de encontrar soluciones y cambios eficaces, ya que hemos podido comprobar que en manos del actual Gobierno resulta imposible que recuperemos la confianza.