Zona Cero, el silencio de los inocentes

Se cumple el décimo aniversario de los salvajes atentados en Estados Unidos y, un año más, no se puede pasar por alto.

Las desaparecidas Torres Gemelas brillan por su terrible ausencia. Eran de por sí un símbolo de la ciudad de Nueva York y su desaparición las ha catapultado a serlo aún más.
Imposible olvidar una tragedia tan brutal. Ver las imágenes, una y otra vez, vuelven a impactar como el primer día.

La impotencia de aquel 11 de septiembre; la inocencia de los transeúntes que miraban impactados a las torres sin saber exactamente la dimensión de la tragedia humana que iba a ocurrir minutos después; el coraje de los bomberos que, a pesar de ver el desplome de las torres, se adentraron a rescatar víctimas falleciendo ellos también; los ojos inexpresivos y desorientados de los que lograban salir de allí; la ceniza que cubría el ambiente haciéndolo más tétrico a su vez; la desolación de los familiares ante la espera de nuevas noticias de los atrapados que lograron comunicarse con ellos y, así, de alguna manera poder despedirse; el estupor de los telespectadores ante las imágenes en directo; las voces entrecortadas de los locutores de informativos; el único tema de habla para los siguientes y largos días que vinieron a continuación; la aceptación de la vulnerabilidad humana ante el odio y el fanatismo. En definitiva, la impotencia ante los depravados de miles de inocentes y su silencio convertido en llamas, cenizas y escombros.

Mucha gente que lo vivió de cerca ha cambiado su forma de vida después de los atentados; su forma de ver y vivir la vida.
Los que perecieron allí jamás podrán hacerlo y sus familias han quedado rotas para siempre.

Llegar a perdonar podría ser hasta fácil; lo difícil en vivir con el dolor, la impotencia y la sin razón.
Impacta ver las imagenes de la tragedia.
Ni imaginar cómo se sentirán los afectados y familiares cada vez que salen nuevas fotografías y noticias de los hechos.
Murieron gentes de todas partes del mundo y la tragedia nos acabó tocando a todos de cerca.

En memoria de las más de 2.600 víctimas que fenecieron en la Zona Cero (lugar donde se encontraban edificadas las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York) hasta llegar a las 3.000 víctimas, contando los aviones que se estrellaron.