Rodiezmo patético

Acaba de celebrarse en Rodiezmo (León), con más pena que gloria para el PSOE y su apéndice, la UGT, la 32ª fiesta minera. La otrora fiesta de exaltación del zapaterismo local, a la que acudía año tras año el presidente de la sempiterna sonrisa, acompañado de los paladines más glamorosos de su inconsistente gobierno, ha degenerado en un funeral de ideas y de símbolos socialistas.

En la celebración del pasado domingo fueron tan clamorosas las ausencias como vergonzantes las presencias de algunos dirigentes del partido y del sindicato socialista. En el capítulo de las ausencias, llaman especialmente la atención las del “Presidente” y el “Candidato”; ambos cautivos de una cobardía atávica, incapaces de dar la cara ante una parroquia de antaño incondicionales devotos a los que, tras encandilarlos con delirantes promesas de un desarrollo y una bonanza económica que serían la envidia del mundo civilizado, les decepcionaron ahora al ponerles los pies en el suelo de la más cruda de las realidades, tras aprobar las medidas más antisociales de nuestra historia reciente, decretadas por un gobierno democrático.

En lo que atañe a las presencias, destacan la del sempiterno Alfonso Guerra y la de don Cándido Méndez. Ambos representan la flor y nata del socialismo más rancio y trasnochado. La presencia de don Alfonso nos trae a la memoria aquellos tiempos de rodillo socialista, aparentemente tan lejanos como despreciables, en los que instalaba a su hermano Juan en un despacho de la Junta de Andalucía para trapichear con los empresarios lugareños y sacarse unas pelillas “pa ir tirando” y, ¡vivir para ver!, lejos de pasar desapercibido con un discreto silencio, se suelta la melena con un discurso belicista, en el que encoleriza a las masas advirtiendo de que “nuestro enemigo es la derecha”; se hace notar que la edad ha moderado al personaje, ya que hace unos años hubiera dicho “derechona” y, casi seguro, lo hubiera adornado con un doberman. Por su parte, don Cándido, este funesto personaje, que no sabe lo que es trabajar ni ganas que tiene de aprenderlo, que ha vendido los ideales de su sindicato y de los trabajadores a los que debería representar, al capricho de este gobierno de necios, eso sí, por unos cientos de millones de euros; lejos de entonar el mea culpa, hizo mutis por el foro descargando la responsabilidad de los recortes aprobados por el gobierno de su incondicional colega, José Luis,…. al Partido Popular.

Visto lo visto, uno tiene serias dudas acerca de con qué quedarse, si con la cobardía de los que no se atreven a presentarse o con la desfachatez de los que se presentaron para desempeñar semejante “papelón”. Personalmente, y para no hacer el viaje en balde, les aconsejo que para el próximo año cambien la fecha para el 7 de Julio y, de regreso, se den una vuelta por Pamplona. En los Sanfermines pasarían más desapercibidos.