La vida, con pequeños cambios, es igual todos los días
Sedientos de que pase algo nuevo, una alegría, una novedad, cualquier cosa que nos haga latir el corazón y nos haga pensar que tenemos algo bello para vivir con ansiedad, estamos atentos.
Mirando fotos, estuve repasando casi mi vida, cada una tiene un lugar, un recuerdo, una fase, algo que muere con nosotros, las quería poner en el ordenador, mi espanto, fue enorme! Cuantas! Miles! En cajas, en álbumes, en sobres, las fui mirando y recordando.
Para donde fue todo? Cuanta vida! Algunos ya se murieran, ¿para donde fueron niños, ahora mayores, jóvenes ahora viejos, jardines, que ya secaron, mascotas que nos dejaron momentos de felicidad, caras tristes, cuerpos gruesos, después delgados, cambio de pelo, ropa de época, belleza, ahora solo con brillo en los ojos, piel arrugada?...¡ Cuantos cuentos tiene cada una!
Aunque se cante a la vida, al amor, a la pasión, aunque se diga echo de menos, aunque una lagrima furtiva resbale por la cara, aunque el engaño de que mañana será mejor, nada cambia la verdad cruda de las fotos
Esta allí en cajas, en álbumes, en sobres, toda nuestra vida, cruda y fría, con las marcas del tiempo, que todo lleva.
Añoranzas de nuestra juventud, de familiares, de amigos, de sitios, de fiestas, de todo y de nada.
La vida no es nada, es un reloj adelantado que corre con sus agujas al final.
Coger el segundo presente, con engaños, mentiras, con los ojos vendados sobre la verdad cruda de la mentira. Vivamos haciéndonos de cuenta que somos amadas, queridas, bellas, que tenemos aun mucho para ser felices.
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque, de ellos, es el reino de los cielos. Aprender a vivir como ellos, es lo mejor para no sufrir.
Día ceniciento de un verano gris. Ayer me derrumbé al ver mi figura alelada, luchando por no querer aceptar, que ando como náufraga en medio del mar, sin salvavidas donde sujetarme.
He quedado tan despierta, para la realidad, que me he dado cuenta de tanta cosa!
Ya nada quiero de nadie, no puedo hacer de cuenta que todo está bien, que puedo amar y ser amada, es mentira.
Quería marchar muy lejos, donde nadie me conociera, olvidar a quien conozco, no sentir nada por nadie, hueca como una foto, solamente una foto sin álbum ni marco, sin ojos mirándome.
Así por querer arreglar mis fotos se rompió todo lo que guardaba celosamente para mí.
Miré para alguien y me he dado cuenta que ya no quiero ni sus manos ¡nada!, ni su presencia.
Te vas a ir, yo quedaré, sentí que no eres todo verdad, una gran parte la he inventado, la angustia de no quedar sola y tener alguien, me ha quitado la razón.
Así termina una parte de mi vida. En este momento solo tienes pocos días junto a mí.
Perdona; pero, es así.
Solo tengo reparos para ti, no eres lo que quería.
Vive e intenta ser feliz, para mi nada quiero, a no ser apagar la foto engañosa que he quitado a mí misma.
Para siempre, nunca más me equivocaré. Soy nada sin nada, soy una foto estropeada por el tiempo que no tiene arreglo.
