Más que nunca, sueño y ensoñación inútil del bikini leve y canalla que se agarra tontamente a la evidencia del esplendor en la hierba de la playa o de la foto, cuando lo único impuesto es una aplastante manifestación y huelga de tapujos y bañadores caídos. Ensoñación y sueño inútil, real y traidor del utilitario que se agarra a las curvas peligrosas y amadas de la costa, camino del disimulo de la mujer y de los niños con las maletas vacías llenas de nada, cuando el horno de la economía familiar no está para estos bollos.
Aburrimiento en blanco y negro del tour de francia más plano de las bicibletas son para el veranoen esta España de verano azul e infantilísima...Asco y hedor de bajomonte en el cuento chino de Caperucita Roja del dómine A. P. Rubalcaba, que ya no se lo cree ni mi sobrino nieto que estudia cuarto de primaria versión Logse. Bochorno de sauna nocturna y de copla diaria y terca del dices que te vas, que te vas,...pero no te has ido para José Luis ZP. y su guitarra. Y todos enganchados a la cadena procesionaria de los gusanos del olor a pino muerto, de las caídas del paro que no cesa nunca por ahora y aguantando, estúpidos y cobardes, bajo la sombrilla veraniega y entontecedora, la estupidez completamente inmoral del eurogrupo de nuestro rincón propio e da nai que o botou..
Mientras así y mientras a Rebeka Blood y a Rupert & James Murdoch y a toda su sistemática catadura profesional se les están cayendo los palos del sombrajo; mientras así y todo lo demás, sólo me queda y cabe el irrebatible y legítimo placer de escuchar el sueño de una noche de verano de esa mujer, ella, una más y única Paloma que se llama y es, pongo por caso, amiga y colega , quien ha decidido espantar los pájaros de Hichcock con las manos fuertes del Otro y su otro, en boda de este agosto, gratuita y para siempre, esperando que su bikini, su coche, su tour, su política, su mantenença y su cuento sean la nobleza y la caballerosidad machihembrada de un Camelot nunca acabado y siempre perseguido por ella y su señor desde horas adolescentes, y para todo lo que brote del estrecho y enorme campo del lecho nupcial de toda la utópica aventura que han decidido a correr juntos, cuando la moneda corriente es la de sálvese quien pueda si es que puede. Ella y él Paloma y Cristobal, pareja soñadora ahora y ¡temeraria! -, surco y reja, cuando el afán bucólico y de intercambio hondo se desprecia, pero tal vez sólo él nos salve a todos. Porque subsiste fuera del juego del interés o la hipoteca.
Sueño y ensoñación inútil del Mercader de Venecia, de Macbeth y del tíoHamlet. Sueño de una Noche de Verano con los duendecillos de Oberón y de Julieta, porque sin corazón sólo seríamos máquinas y así nos lo exhibe ella, esa mujer, Paloma, en su díade verano y firmándolo fuego a fuego, gota a gota, piel a piel, espíritu a espíritu, ella y también él: o sea, el triunfo de Baco y Ariadna, de El Jardín de las Delicias sobre la El Baile de los Disfraces, sobre La Feria de las Vanidades. Realidad todavía hoy - ¡gracias! - de una noche de verano, de una vida sin invierno.