José Mª Castellanos: El consenso

Pocas veces un hombre ha suscitado un consenso tan unánime en todos los ámbitos de la sociedad gallega y nacional, como ha sido la designación de José Mª. Castellanos al frente de la nueva caja allega.

Si repasamos la historia de nuestro país, podemos concluir que el verbo “discrepar”, en el mejor de los casos, ha presidido el tránsito de los tiempos en nuestros comportamientos; la mayoría de las ocasiones ha sido otro muy diferente: enfrentar.

Tras el éxodo judío promovido por Isabel y Fernando, unos se postularon por su canonización y otros los sometían al juicio de la Santa Inquisición.

El pasado día 11 se cumplió el aniversario de la consecución del campeonato de fútbol por nuestro equipo nacional. Este anhelo de muchos amantes y menos adeptos de nuestro deporte nacional por excelencia, tan siquiera logró la unanimidad de los más de 40 millones de "aspirantes a seleccionador " que habitan en nuestro país.

Entre estos dos hitos al alcance del conocimiento generalizado, se han desvanecido siglos, sin que nuestra verdadera pasión siga siendo la misma: el desencuentro. Aquí no vale el término medio y a la ecuanimidad, se la confunde con una pócima de manciñeiro.

La llegada de este prohombre del mundo empresarial para tratar la patología creciente de la aun caja gallega, ha supuesto un halo de esperanza para no sólo la organización que la integra, sino para el mundo empresarial y de los ahorradores particulares, que son muchos a nivel nacional. Este aspecto no debería olvidarse, ya que el posicionamiento de la entidad abarca a todo el territorio del estado. No se puede ahora dejar en la orfandad a este compromiso institucional con el conjunto de regiones o autonomías en aras de "dietas de adelgazamiento Mafo".

Aun así, su llegada no ha impedido que la "bicefalia enfermiza", resultante de la fusión haya observado un descenso de su manifiesta patología realmente erosionante. Contrariamente han acelerado "sus trabajitos" antes de que se produzca la reacción inevitable del nuevo Presidente Ejecutivo, palabras estas fuertes las dos a los oídos de demasiados.

Así vemos como directivos de la entidad, que por su aptitud y actitud, fueron "despeñados" por Despeñaperros, intenten saldar sus cuentas en el ejercicio de un pasteleo descarnado con el poder superviviente del "antiguo régimen" verde no esperanza, donde el nepotismo aliado con el despotismo, ponen de aquí y quitan de allá personas, devastan un fondo de comercio de clientes atraídos por una imagen de servicio y eficiencia contrastados, y lo que es aún mas grave, se enfrenta de forma cotidiana a una entidad con la región más extensa y poblada del país: Andalucía, sin olvidarnos de Extremadura.

La esperanza y expectación despertada en todos los sectores del país ante la etapa que se abre, debería propiciar una paralización del descalabro que durante estos últimos años se está llevando a cabo con la anuencia e indolencia de los hasta ahora responsables de la entidad.

Una profilaxis se hace necesaria, para que el mal sistémico no adquiera visos de endémico, es imprescindible una intervención quirúrgica en toda regla. El "Dr. Castellanos" a buen seguro tiene dispuesto el instrumental necesario, ¡pero ojo! cualquier proceso agónico puede convertirse en irrecuperable.