Orteganos por el Mundo
La literatura, el cine y la televisión han sido prolíficos en la creación de algunos de los más celébres detectives del mundo, como los ingleses Sherlock Holmes y la srta. Marpple, el belga Hercules Poirot, el americano Sam Spade o el español de acento gallego Pepe Carvalho. Pero también otros medios han servido para la creación de otros personajes para el entretenimiento de su audiencia a través de su inteligencia y buen humor. Este es el caso de Rudersindo Rodríguez, también conocido como Rudy Rod.
Rudy Rod fue un personaje muy popular en la Cuba de finales de los años treinte y principios de los cuarenta: Este detective mitad gallego y mitad cubano había nacido en la imaginación de Castor Vispo en Santa Marta de Ortigueira.
Muchos de los lectores que ahora prestan su atención a este artículo estarán esperando respuestas a las muchas preguntas que se les plantean con la lectura de los párrafos anteriores. Pues bien, tendremos el placer de satisfacérselas a continuación.
Castor Vispo Villardefrancos fue, como tantos otros gallegos, un coruñés que con tan sólo dieciocho años emigró a Cuba en donde ya se encontraban algunos de sus familiares. Trabajó en la administración del periódico El Universal, en las oficinas de un almacén y en los tiempos libres, se dedicaba a su pasión: escribir. Por ello, no es de extrañar que su historia se fuese vinculando cada vez más con la prensa, la caricatura, el teatro y la radio cubana. Será en este último medio donde se llegará a convertir en el más cubano de los gallegos que se asentaron en la isla y, aún hoy, es considerado allí como el mejor autor humorístico de todos los tiempos. No en vano, Vispo fue el rey del retruécano y de las situaciones picarescas extraidas de la cotidianeidad del pueblo cubano. Manejaba como nadie los diálogos chispeantes de humor y las frases delirantes que pronto se convertían en señas de identidad de la cultura popular.
En 1937 introdujo en la CMK Radiodifusión OShea a uno de sus primeros personajes populares: Rudersindo Rodríguez, Rudy Rod, detective gallego con el que parodiaba al chino Chan Li Pó, que por entonces triunfaba en la misma emisora con Las Aventuras de Chan Li Pó.
El detective chino había sido concebido por Caignet en 1933, en Santiago de Cuba, y sus actuaciones eran retransmitidas en Holguín, pero no tenían, como se diría hoy, un share demasiado alto, o lo que es lo mismo, una gran audiencia. Sin embargo, su paso a la CMK, Radiodifusión OShea, en 1937, lo convirtió en todo un éxito. Sus capítulos narraban tenebrosos y terroríficos sucesos sobrevenidos de situaciones al límite tras los cuales siempre emergía su cantinela de paciencia, mucha paciencia.
El contrapunto al detective chino lo puso Castor Vispo de la forma genial y humorística que el dominaba a placer mediante un pesonaje como Rudy Rod que destilaba parodia y caricatura detectivesca, con la que se oponía al asiático, a la vez que fidelizaba a otro segmento de la audiencia radiofónica representada por la gran comunidad española de la isla en ese momento.
Castor jugaba en los episodios con la sátira, la burla y la ironía, imponiéndole al misterioso detective unas características que se encontraban en un terreno intermedio entre la americanización que se iba imponiendo en la cultura cubana y el resurgimiento de unas raíces que le eran muy familiares, las gallegas, de donde brotaba la savia de uno de los troncos más sólidos de la cultura cubana. Esa simbiosis galaicoamericana se puede apreciar en la presentación de su protoganista cuando éste argumenta sobre su identidad: Me llamo Rudersindo Rodríguez, pero es un nombre largo y no suena a detective por eso me llamo Rudy Rod.
Como buen guionista que desea conectar con su público, Vispo acogía en cada episodio de su serie reflejos de la actualidad política de la isla, a la vez que envolvía en un ropaje de misterio a su personaje por medio de unas tramas en las que, como señaló Manuel Millares Vázquez, se le representaba como un gallego que triunfa y no precisamente por su capacidad de resistencia para enfrentar privaciones sino por obra y gracia de su talento deductivo que le conduce siempre a descubrir la verdad cuando todo se pone al lado de la mentira.
Muchos fueron los comentaristas que se refirieron al personaje del detective ortegano. Así el español José Sánchez Arcilla, radicado en Cuba y prolífico autor teatral y radial, comentó que No todos los días surge un personaje tan simpático y tan nuestro en el espacio. Además sus aventuras constituyen una sátira ingeniosa y están cuajados de observaciones y comentarios de actualidad.
Como dijimos, muchas de sus frases fueron adoptadas por sus oyentes, como aquella en que decía Me gostó, me gostó, prueba elocuente de que Rudy Rod entró en el reino del favor del público. Curiosamente, el mismo actor que interpretó el papel del Chan Li Po representó a Rudy Rod. Este no fue otro que el prestigioso Aníbal del Mar, un fijo de los seriales, y que, posteriormente, se integraría en La Tremenda Corte, la serie que acabaría de consagrar a Castor Vispo como autor cómico a partir de 1941 durante las dos siguientes décadas sin interrupción.
A pesar de este gran éxito, el multifacético Vispo escribió guiones para otras muchas obras como el filme Hitler soy yo (1944), considerado uno de los mejores filmes de la época o Tiburcio Santamaría: El vigilante poeta de la 9ª Estación de Policía (1948), y posteriormente La verdad desnuda.
Gracias a este autor, Ortigueira une su nombre a un detective peculiar a la par que famoso que, como todo el resto de los detectives célebres, hace honor a su patria ofreciendole un lugar en el mundo de la literatura negra.
