Un traje para Camps

Leo, entre sorprendido y preocupado, que el Presidente de la Generalitat Valenciana, don Francisco Camps declaró, como es preceptivo para los cargos políticos, ante las Corts Valencianes, como todo su patrimonio, el poseer un piso compartido con su esposa valorado en 111.000 euros, un coche de 16 años de antigüedad y una cuenta corriente con algo más de 13.000 euros de saldo.

A la vista de la inesperada precariedad económica que padece el “honorable”, no es de extrañar que le regalen los trajes. Es más, no resultaría extraño que desde la ciudadanía de su comunidad, conmovida y compadecida ante la paupérrima situación financiera que atraviesa su President, se tomara la iniciativa de proponer una colecta pública con el objetivo de cubrir las necesidades básicas de este insigne y abnegado representante popular.

Planteado así, y una vez conocida la situación de penuria económica que padecen algunos de nuestros representantes políticos, la trama Gürtel, tan denunciada y perseguida por el juez Garzón, (acaudalado miembro de la judicatura que desconoce lo que son las carencias económicas), casi me parece más una ONG destinada a cubrir las necesidades más perentorias de los políticos peperos que una verdadera trama de corrupción política.

El ejemplo de desfachatez, chulería y desprecio hacia la opinión pública ofrecida por el señor Camps a la hora de comunicar su patrimonio, no es más que un fiel reflejo de la impunidad, judicial y social, que disfrutan todos estos mezquinos personajes que habitan nuestro paisaje político. Entretanto Rajoy, su incondicional amigo, mira a otro lado con calculado disimulo, ignorando que estas actuaciones de sus barones regionales le están confeccionando un traje a medida a él mismo que, sin duda, lastrará el vuelo de la gaviota popular en los venideros procesos electorales.