Y el verano llegó. También el buen tiempo. Terrazas abarrotadas y el sector hostelero frotándose las manos tras los cambios sufridos a principios de año con la entrada en vigor de la ley del tabaco. Hasta aquí no hay novedades, pero para las personas que no fuman quizás han empezado a notar alguna diferencia en las terrazas respecto al año anterior donde te sentabas a tomar algo y para respirar aire, no humo.
Hace unos meses escribí un artículo que se titulaba "Y si se prohibiera fumar". Puede parecer una medida extrema, pero si se mira desde la perspectiva de que el tabaco es sumamente nocivo para la salud de los fumadores y de los que están alrededor sería la medida más acertada en todos los sentidos. Por no hablar del ahorro que supondría en el bolsillo de los fumadores. En definitiva serían todo ventajas.
Creo que la medida de prohibir fumar no se llevará a cabo, al menos por ahora. Quizás hay demasiados intereses como para que esta ley se apruebe. Es habitual escuchar que nadie tiene derecho a prohibir a alguien su derecho a fumar, pero creo que tampoco los fumadores deberían perjudicar la salud de los que están a su alrededor y nadie piensa en las personas que no fuman. Me imagino que no tardarán en llegar las remodelaciones de las terrazas para habilitar zonas para fumadores ante la disconformidad de las personas que no fuman, y con toda la razón.
También es cierto que está de moda poner multas por todo. Aunque no entiendo porqué no se multa a la gente que tira las colillas al suelo, ni tampoco porqué no hay papeleras especificas para evitarlo. Siento vergüenza ajena de ver las aceras llenas de colillas, al igual que a la salida de los bares, restaurantes y discotecas. Por no mencionar lo agradable que resulta ir a la playa, poner la toalla sobre la arena y en tan solo un minuto encontramos a nuestro alrededor una docena de colillas. ¡Qué bonita imagen!
