El boom de Internet

Hace una década nadie podría imaginarse la repercusión tecnológica que ha significado Internet. Sin duda, una auténtica revolución social. La generación actual comienza a manejar un ordenador e Internet con tan solo cuatro años, algo impensable hace menos de una década.

Si analizamos esta peculiar situación seremos conscientes de cómo han cambiado nuestros hábitos. Antes se utilizaba el móvil para comunicarse, ahora se sigue haciendo pero para acceder a Internet y así estar en contacto constante con amigos, familiares o por cuestiones laborales a través de redes sociales u otras aplicaciones. También ha servido para tener la información en nuestro propio bolsillo.

Ahora solamente nos hace falta un ordenador o un móvil para crear un evento y saber con exactitud el número de convocados y asistentes. La sociedad actual necesita estar informada instantáneamente de todo aquello que les rodea. Comunicar y que nos comuniquen al instante las actualizaciones de amistades: fotos, vídeos o lo qué estamos haciendo, dónde o con quién.

De ahí el uso cada vez más frecuente de los periódicos digitales que van haciendo sombra a los de papel. La búsqueda de un empleo en la red cada vez es más habitual, así como la creación de nuevas líneas de negocio. Un reciente estudio también ha desvelado que cada vez resulta más habitual encontrar pareja a través de Internet. Trabajamos muchas horas y al parecer conocer a alguien en una discoteca empieza a estar pasado de moda. Internet ayuda a seleccionar todas las características que nos interesan de alguien, tanto físicas como personales para hacer una búsqueda con mayor precisión sin salir de casa.

Un ejemplo de la revolución social en Internet es el blog de Isabel Llano que es el que recibe más visitas en España. Sus vídeos explicativos con sencillos trucos para peinarse, maquillarse e incluso cocinar han tenido tanto éxito que actualmente tiene su espacio en un canal de televisión de ámbito nacional.

De lo que no cabe duda es que lo sencillo triunfa. Los jóvenes cada vez tienen mayor voz, de ahí la creación de la plataforma Juventud Sin Futuro donde explican la repercusión que está teniendo la crisis en sus vidas y reclaman sus derechos convocando manifestaciones a través de redes sociales con el fin de buscar soluciones. La necesidad de comunicarse y reivindicarse a través de Internet es una revolución que ya es presente y futuro en España y en el resto del mundo.