El ilustrísimo opio del marqués

Nos transportamos a la Alta Edad Media (siglo V a siglo X); nos fijamos en el llamado "siglo de los normandos", época de los piratas vikingos que durante el siglo IX atacaban las costas de la Europa Occidental, y nos paramos en el año 843, donde, por el Tratado de Verdún, se reparte el Imperio Carolingio a los tres nietos de Carlomagno, en tres reinos o marcas cuyos mandos militares eran liderados por marqueses y, una de estas marcas -o terreno fronterizo con los territorios musulmanes-, fue la llamada Marca Hispánica.

Pero pasarían unos cuantas centurías más hasta llegar al siglo XV, final de la Baja Edad Media (del siglo XI al XV) y del Medievo, que es cuando en España se consolida el título nobiliario de Marqués como tal.

Y llegamos a nuestro siglo, XXI, donde los títulos nobiliarios se siguen ejerciendo y concediendo en países como el nuestro, con régimen monárquico.

En la actualidad, España cuenta con casi tres mil títulos nobiliarios, de los cuales, unos mil cuatrocientos son marquesados, recibiendo, unos pocos, el tratamiento de Excelencia y, la mayoría, de Ilustrísimos.

Así, nos encontramos en estos días ante el recién nombrado primer marqués de Del Bosque, título concedido por el Rey al actual seleccionador español de fútbol desde el 2008, Vicente Del Bosque, por su gran dedicación al deporte español y por el fomento de los valores deportivos.

Siendo el fútbol, el deporte rey español o, parafraseando a Carlos Marx, metafóricamente, "...el opio del pueblo", bien podríamos decir que, este nuevo Ilustrísimo, viste y calza la Marca Hispánica del lejano medievo. Lidera a unos atléticos caballeros que, a juzgar por todo lo que ganan, bien podrían convertirse en los nuevos condes, lo menos, de la moderna Marca Hispánica que visten y calzan.