Día a día (III)

En la Voz de Galicia del día 02/10/10, en su última página, bajo el título “Por favor, al menos no nos tome el pelo” se refiere un tal Sr. Ventoso, a la Sra. de la Vega en tres capítulos concluyendo que respecto al 1. “Se incumplió todo”. Respecto al 2. ”Otra vez se incumplió todo”. Y respecto al 3, señala que “Si no conoce un tema, guarde silencio. Y si lo conoce, díganos la verdad. Pero, por favor, no nos tome más el pelo con falsas respuestas tranquilizadoras emitidas en piloto automático”.

En el mismo diario pero el del domingo 03/10/10 otro articulista, esta vez en páginas de opinión, D. Roberto L. Blanco Valdés se refiere al último “capítulo” a que aludía el Sr. Ventoso en términos más duros que aquél y ciertamente muy ajustados. Pero, al igual que el comentarista precedente, incide el Sr. Blanco Valdés en la presunta ignorancia de la Sra. de la Vega, aunque la matice de desinformada y temeraria.

No voy a ser yo, ¡faltaría menos! quien fuese a juzgar las opiniones sensatísimas de los dos comentaristas citados. A parte de su libertad de expresión y conocimiento de causa en cuanto exponen, que no sólo respeto sino que comprendo, mi sentimiento me obliga a ir más lejos en la crítica a esa afirmación de que el Decreto carbonífero no va a perjudicar a Galicia.

Si no se han alterado los ritmos Gubernamentales, la Sra. Vicepresidenta es quien preside la reunión de Subsecretarios previa al Consejo de Ministros que es donde se plantean las iniciativas legislativas, fundamentalmente las disposiciones de rango inferior a Ley tales como Decretos, Órdenes ministeriales, etc...

Es, por tanto, impensable que, al aportar Industria, el Decreto de ayuda al carbón (¿?) autóctono, no se haya comentado la desigual situación en que quedan las comarcas astur-leonesas como beneficiados -por citar regiones vecinas-, que las térmicas gallegas o, al menos, implantadas en Galicia, como son las de Meirama y As Pontes.

Quienes llevamos más de medio siglo viviendo “lonxe da terrra” nunca habíamos apreciado tamaño atropello como el que está acometiendo de modo pertinaz el Gobierno Rodríguez con la Comunidad de Madrid en materia de financiación. Por tanto, la actuación Gubernamental, probada hasta la saciedad la indigencia intelectual de sus miembros, es muy difícil que se base en la ignorancia o el desconocimiento de los acuerdos que adoptan. Personalmente mi presunción respecto a las decisiones Gubernamentales es que son de carácter finalista, entendiendo por tal expresión que, como vulgarmente se dice, “no dan puntada ni hilo”, todo lo que se acuerda va en busca de un resultado, aunque sea agiotista, siempre que redunde en beneficio del poder. La ausencia de Rodiezmo y la posible defección socialista en Asturias priman sobre una Autonomía que se les ha ido de las manos y su potencial recuperación coincidirá más o menos con las próximas Generales o, aún después, por lo que no es hoy prioritaria.

Ignorancia supina. Que el currículo profesional de la Vicepresidenta cabría en medio folio como señala el Sr. Blanco Valdés, innegable e indiscutible. Pero pedirle y menos por favor a la Sra. de la Vega que no tome el pelo o que no mienta, es pedir peras al olmo. La Sra. de la Vega tal y como lo viene haciendo su Gobierno, miente como ha mentido y mentirá mientras siga en el poder. Es su sino, su destino y ha tenido la oportuna escuela de joven y con el “ancien regimen” el doctorado de mayor.