Jóvenes

Los retos con los que los jóvenes de hoy tenéis que enfrentaros son claros. Es igual que pertenezcáis a cualquier filiación política o a cualquier nación, pues vuestros pensamientos tienen y han de ser dirigidos hacia los problemas que hoy tiene nuestra sociedad: la pobreza, el medio ambiente y la discriminación de prejuicios raciales.
Cada día, lejos de acortarse las distancias entre los países pobres y las naciones ricas, nos separan más a unas de otras.

Hasta ahora los jóvenes habéis querido estar al margen de los acontecimientos y tan solo adoptáis muchos de vosotros, una postura de meros espectadores, cuando todos sabemos que, jóvenes de veinte a treinta años estáis ya mejor preparados que hace treinta años lo estaban personas de más edad.

Vosotros no habéis acordado guerras, no tenéis dogmas del pasado, podéis desechar los conceptos de capitalismo y comunismo por igual; el primero tiene algo de positivo que bridaros, pero tendrá que ser de forma diferente de cómo hasta hace poco tiempo era. Debe de orientarse su productividad, su energía, hacia la dinamización de lo pobreza, no puede desentenderse de ella.

El comunismo ha sido un fracaso por no ofrecer posibilidades de elección, por no alimentar la iniciativa privada, por eliminar los derechos humanos más fundamentales.
Estamos en los primeros años de este siglo XXI, en ellos podéis fracasar o triunfar, podréis ofrecer la ilusión a vuestra generación y a las venideras, como ninguna otra que os haya precedido, o podréis fracasar en perjuicio del género humanos. Todo el futuro es vuestro, bueno o malo. No lo olvidéis y retomar los valores que son innatos a la conciencia y al corazón de todos los humanos.