Pensar en África, generalmente, significa pensar en su población negra, sus tribus, sus safaris, y no se va mal encaminado, pero existen regiones de playas de aguas turquesas, rascacielos y población blanca, entre su asombrante multitud de variedad temática.
Sirva como ejemplo La República de Sudáfrica, ahora que transcurre el Mundial de Fútbol allí, del 11 de junio al 11 de julio.
País, como bien índica su nombre, situado en el extremo meridional del continente africano, sur de África.
País megadiverso no sólo por su biodiversidad sino también por su diversidad idiomática, cultural, étnica y religiosa y, aún así, batante desconocido para ciudadanos de otros continentes.
Sudáfrica, con una superficie de 1.200.000 kilómetros cuadrados, limita al norte con los países de Namibia, Botswana y Zimbabwe, al sur con los Océanos Atlántico e Indico, al noreste con Mozambique y Swazilandia, al este con el Océano Indico, y al oeste con Namibia y el Océano Atlántico.
Un país perfecto para combinar unas tranquilas y paradisíacas vacaciones en la playa, seguidas de grandes aventuras adentrándote por la sabana de una reserva cinegética y sus safaris fotográficos.
Sus ciudades capitales son: Ciudad del Cabo, capital legislativa, Pretoria, capital administrativa y Bloemfontein, capital judicial. Pero también destaca, Johannesburgo que, al ser la ciudad más grande y poblada de Sudáfrica, se la suele confundir como su capital por ser la más rica, centro económico y financiero, y porque allí se encuentra la Corte Constitucional.
En estos momentos es el pais anfitrión que alberga el campeonato Mundial 2010 de la FIFA, y los lugares donde se juega esta copa son: Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Pretoria, Durban, Bloemfontein, Nelspruit, Polokwane, Port Elizabeth y Rustenburg.
Hablaré de las dos primeras ciudades pues son las más nombradas y las que más llamaron mi atención por sus encantos y sus contrastes raciales, económicos, paisajísticos, ... de cada una de ellas, marcadas por la burda desigualdad endémica de su sociedad.
Nunca olvidemos que ha sido un país acorazado por el "Apartheid", que consistía en la segregación y el desarrollo separado de las razas blanca y negra, en este caso, que lo mantuvo condenado y marginado por la comunidad internacional ante su atrocidad política, humana y social.
La forma cruel del apartheid, sus leyes, la privación de los derechos cívicos y humanos a los africanos, mestizos y asiáticos, sitúan a esta mal llamada forma de gobierno en la misma categoría histórica que el nazismo, el fascismo o el comunismo.
350 años de dominación blanca, de esclavitud y destrucción de los habitantes indígenas(bosquimanos y hotentotes, tribus nguni, sotho, ...zulúes) y, por consiguiente, de sus costumbres religiosas, culturales, sociales y económicas.
En 1994, no hace tanto, el líder político negro, Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz en 1993, quien había estado preso durante 27 años y condenado a cadena perpetua por su anti-apartheid, gana las primeras elecciones democráticas, por sufragio universal, de un país cuya historia está plagada de conflictos raciales que la convierten en una nación pobre, violenta y de futuro incierto, pero con muchas ganas de enterrar el odio producido por el apartheid y esperanzada por la reconciliación social.
Cape Town o Ciudad del Cabo destaca por ser una de las ciudades más hermosas del mundo y es por eso el destino turístico número uno del país.
Enclavada entre montañas, playas y viñedos, es la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica tras Johannesburgo.
Es la ciudad capital legislativa, y por ello, allí se encuentra el Parlamento Nacional y muchas sedes gubernamentales.
Destaca su arquitectura holandesa, su puerto, la Montaña de la Mesa y Punta del Cabo.
Rodeada de valles frondosos, viñedos, frutales y cerros rocosos donde parten
carreteras nacionales hasta Johasnnesburgo y Pretoria o incluso Namibia, o la frontera con el rio Orange. También se puede transitar por la carrretera que rodea la costa son sus playas blancas llenas de surfistas, avistar ballenas, focas o leones marinos, pingüinos, ir paralelos a las montañas con sus asombrosos picos, lagos, acantilados, bosques, y llegar hasta Port Elizabeth. Todo de incalculable belleza.
Johannesburgo, Jo´burg, Joeys, Egoly o Ciudad del Oro pues de sus minas se obtiene el 30 por ciento del oro del mundo, es la ciudad más rica de África, como bien lo reflejan sus enormes rascacielos y tiendas exclusivas en los suburbios del norte y noroeste.
Posée la prinicipal reserva de animales salvajes de Sudáfrica, el Parque Nacional de Kruger (Kruger Park), sabana boscosa habitada por búfalos, antílopes, jirafas, cebras, hienas, leones, leopardos, guepardos, hipopótamos, rinocerontes, búfalos, y elefantes. Abarca unos 20 mil kilómetros cuadrados de superficie y es la más alejada pero más extensa reserva de Johannesburgo junto a otras privadas, y se puede acceder por carretera o avión. Cuenta con lujosas instalaciones privadas para los visitantes más opulentos y exquisitos, así como campamentos y cabañas para economías más limitadas, o aventureros más intrépidos.
Por lo demás, Johannesburgo destaca por los desechos mineros que se acumulan en sus suburbios, destapando la otra realidad de su ciudad, la extrema pobreza que la convierte en un lugar violento y peligroso. Son las llamadas "townships" o ciudades de chabolas. La más famosa es la de Soweto, a las afueras de Johannesburgo. Kilómetros y kilómetros de chabolas con tejado de hojalata, consecuencia de la Ley de Zonas de Agrupamiento impuesta por el vergonzoso apartheid, que separó a los sudafricanos según su color de piel. Miles de personas malviven allí hacinadas en barracas sin ninguna condición de infraestructura urbana, es el llamado nivel de vida tercermundista.
No podemos volver la espalda ante esta situación y es, por ello, visita aconsejada para el turista que nunca debe ir solo pero jamás habrá de salir de este país sin conocer su realidad y el espíritu de perdón de este pueblo sometido.
Mandela soñó con albergar un Mundial de fútbol y "South África 2010" lo ha hecho realidad, siendo una muestra más de un país con futuro prometedor que va liberando, poco a poco, su pasado sucio y estremecedor aunque la segregación social todavía es extrema y la diferencia entre pobres y ricos va en aumento.
