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León en sucesos

jueves, 24 de junio de 2010
El fallecido perro de Joaquín Nieves no ladraba, emitía interferencias. Muchos paseantes que los cruzaban en el matutino paseo del veterano periodista y su inseparable amigo miraban primero la boca del animal y después a su alrededor buscando entre los árboles de Papalaguinda una cámara oculta que explicara aquella estampa de un perro que repetía insistentemente: «!Atención todas las unidades: se ha producido un atraco!».
No había broma, ni milagro de un perro charlatán, ni rodaje de una película infantil... Eran los sonidos de la gran pasión de un veterano periodista leonés al que nacieron en Galicia: los sucesos. Ya había hecho de todo en prensa y radio, conoce a todos los políticos de hoy y ayer, a todos los comerciantes, a los faranduleros, a las gentes de bien y de mal, guarda fotos de casi todos... Pero los sucesos siempre fueron lo suyo.
Un día lo jubilaron pero el no se jubiló. Dirigió a los cuatro vientos las antenas de su potente emisora casera, coloco en su oreja los auriculares de la pequeña que coloca entre el corazón y el bolso de su chaqueta y por todas las bandas le entra información las 24 horas del día. «Un atraco en Ordoño»... «Un muerto en la Candamia»... «Una violación en José Aguado»... «Puede haber un intercambio de droga en una pensión»...
Ahí regresa la pasión. Llama a sus amigos, a la hora que sea, en tensión, ni un gramo de cansancio. Nada le suena a repetido ni a lo de siempre. «Un muerto en la Candamia. Llámame cuando sepas algo». El viejo guardia civil con mostacho se mosquea cuando llega y ya encuentra allí a Mauricio el fotógrafo. «¿Quién le ha dejado pasar?». «¿No había nadie?». «¿Cómo lo supo si nos acabamos de enterar nosotros? ¡Váyase ahora mismo de aquí!».

De la tragedia de Torre del Bierzo al Gobierno Civil
El 3 de enero de 1944, Joaquín Nieves esperaba al tren en la estación Barco de Valdeorras. Pronto ingresaría en el ejercito para cumplir su servicio militar en Santiago de Compostela, pero antes debía presentarse en la casa de reclutas de esa localidad orensana. En medio de una impresionante nevada, esperaba por el tren que le llevara a Villa martín de Valdeorras, donde su familia pasaba las fiestas de Navidad. En la estación coincidió con Benedicto Conde, un fotógrafo que venía de realizar por aquella zona un reportaje de contundente titulo: ‘Penuria en la alta montaña gallega’. Los dos se cansaron de esperar por el tren que, aquel día, se cobro cientos de victimas mortales al pasar por el tristemente famoso túnel numero 20, el que se encontraba junto a la localidad leonesa de Torre del Bierzo. Entonces, aunque aun faltaran bastantes años para que ingresara en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, «ya tenía el carné verde de colaborador en prensa escrita», advierte Joaquín Nieves.

Lo había conseguido gracias a los trabajos que había ido publicando en El Faro de Vigo, reportajes, en su mayoría, sobre diferentes temas históricos que habían interesado al que era director de la veterana cabecera gallega, «don Blas Agra», cuyo nombre aún recuerda perfectamente Joaquín Nieves y pronuncia con la misma solemnidad que los del resto de directores que tuvo a lo largo de su trayectoria profesional.
Aquel 3 de enero de 1944, en la estación de tren de Barco de Valdeorras, se empezó a forjar la verdadera carrera de quien se acabaría convirtiendo en todo un maestro del género del suceso. Con la inquietud propia de sus veintitantos años, acaso con la inquietud del que estaba a punto de empezar la mili, Joaquín Nieves preguntó a todos los que trabajaban en la estación el motivo de aquel retraso. No le dieron ninguna respuesta firme pero sus rostros evidenciaban nerviosismo. Al poco tiempo, anunciaron a los viajeros que buscasen otro medio de transporte porque el tren había sufrido un accidente al pasar por Torre del Bierzo.

Acompañado por el fotógrafo Benedicto Conde, Joaquín Nieves consiguió que les dejaran subir en una de las máquinas que en aquel momento partían desde Barco de Valdeorras hasta el lugar del accidente. No pudieron llegar más que a Toral de los Vados, donde les dio el alto un destacamento de regulares que había tomado el control de la vía: «Aquella era entonces una zona de muchos huidos y habían traído soldados de África para intentar capturarlos», recuerda Nieves, que después continuo el camino a pie, en medio de la nevada, hasta el fatídico túnel numero 20. En medio de la confusión propia de la que sin duda era la peor catástrofe que se había vivido en la comarca, consiguió ponerse en contacto con 1a redacción de El Faro de Vigo. Aun hoy, no se conocen con certeza los datos de aquel accidente. Para algunos, fue la dictadura franquista la que silenció interesadamente sus gravísimas consecuencias. Para otros, como es el caso del propio Joaquín Nieves, fue simplemente la tierra desprendida la que se tragó, además de las vidas de los pasajeros, las causas de aquella desgracia.

Lo cierto es que Joaquín Nieves fue el periodista que más consiguió acercarse al lugar del accidente. Con ello, logro también que su información fuera adquirida por la Agencia Mencheta y que, entre otros, la publicara el diario ABC. Con aquel gran acontecimiento de Torre del Bierzo, triste para todo el mundo pero también jugoso para un periodista, comenzaba la carrera en el genero de los sucesos de este gallego de Verín (Orense). «Era lo que menos me gustaba. Prefería los deportes y los reportajes, pero lo que pedían en los periódicos era taller, y había que hacer un poco de todo», dice él, que aún conserva una lista de las víctimas de aquel accidente y se enfada enseñando reportajes que se han publicado tiempo después con fotografías que no son las del tren de Torre del Bierzo. «Incluso asistí al juicio que se celebró en Ponferrada y que presidía el que entonces era juez de Ponferrada, don Manuel Pérez Álvarez», concluye el periodista, dispuesto hoy en día a rebatir a cualquiera que se atreva a formular cualquier consideración relacionada con la censura de la dictadura.

Su madrina, casada con un ferroviario, vivía en León, y aquí paso Joaquín Nieves algunas vacaciones, aquellos veranos en los que regresaba de Madrid, donde ya había empezado a estudiar en la Escuela Oficial de Periodismo.

Consiguió realizar aquellos estudios gracias a una beca que recibió de la Editorial Católica, que entonces publicaba el diario Ya. «El director, don Bartolomé Mostaza, era sanabrés y, seguramente por cercanía, me tenía en consideración», recuerda Nieves, que presume de haber nacido en la ribera del Tamega, «donde se dan los únicos vinos de la cuenca del Duero en toda Galicia». Al terminar la carrera, realizó sus prácticas en diario Proa, del que acabaría convirtiéndose en una de las firmas habituales junto con otros históricos del periodismo leonés, como fue el caso de Lamparilla o del que entonces era director, «don Félix Morales». En las ocho páginas que tenía el periódico, Joaquín Nieves se aduenó de la que sin duda era una de las secciones más leídas: ‘Los sucesos de ayer’.

Como si fuera la popular Jessica Fletcher, la protagonista de la serie televisiva ‘Se ha escrito un crimen’, Joaquín Nieves se convirtió en referencia de todo suceso destacable que se produjera en la provincia de León. Escribió titulares memorables: ‘Muerto por un rayo’, ‘Atropello de una cerda’ o ‘No le gustó la sentencia y abofetea al alguacil’ pueden servir como ejemplo. En su repaso a la actualidad más macabra, no faltaban temas que hoy parecen nuevos, como es el caso de la denominada violencia de genero, que Nieves definía perfectamente en un escueto titular: ‘Malos tratos de palabra y de obra’. Entonces, aunque no se hablara tanto de ello, había también maridos que pegaban a sus esposas, perros que mordían a niños y timadores que buscaban su particular clientela entre los leoneses. Si concluían con éxito su engaño, Joaquín Nieves aún guardaba más castigo para los timados, que al día siguiente podían leer en las paginas del Proa ‘¡Todavia quedan primos!’.

Los más habituales eran los casos de furtivos, los que el periodista definía como ‘Cazadores de corral’ para no repetir tanto ‘Pescador pescado’ y ‘Cazador cazado’, que fue como muchas veces tuvo que titular en su sección de ‘Los sucesos de ayer’. Tan habituales como las de furtivos eran aquellas denuncias que llegaban a Joaquín Nieves después de haber pasado por el cuartel y que el simplemente definía escribiendo ‘Matanza que vuela’. Como los propios niños, los borrachos también empiezan jugando y terminan a palos, por eso el origen de muchas riñas, e incluso de algunas muertes, fue un comentario desafortunado en el bar del pueblo o una simple partida de tute. Al día siguiente se podía leer la noticia en el periódico encabezada con un ‘¡Que bromas tienes Fidel!’. Entre los más curiosos que escribió Joaquín Nieves en el Proa, destacan titulares como ‘Roban hierba para dormir’, ‘Mueren dos mulas electrocutadas’ o ‘Condenado por llevarse el eje de un carro’. Sus fuentes de información se extendían por toda la provincia, de modo que a Joaquín Nieves tampoco se le escapaba una ‘Bronca en un coche de línea’ o que en Sahagún falleció un hombre sin que nadie supiera nunca la causa, acontecimiento que se reflejó en la páginas del Proa con un sencillo ‘Muere de repente’.

Le gustaban también los juegos de palabras, como demuestra el titular 'Paliza por una pelliza', e incluso frases que podrían parecer de las que los profesores dictan a sus alumnos para que las analicen sintácticamente: 'Manuel apalea a Emilio y Tomás le muerde'.

Para conseguir todas esas informaciones había que recorrerse los puntos calientes de la ciudad: Audiencia Provincial, Casa de Socorro y Comisaría. «Marcelo Martínez Aláiz, que trabajaba en el Diario de León, y yo informamos más de una vez al gobernador civil después de haber recorrido la ciudad entera preguntando por lo que había pasado», recuerda Joaquín Nieves.

Pronto sus dotes para relatar sucesos trascendieron las fronteras de la provincia y el mítico periódico 'El Caso' le fichó como corresponsal en León, con lo que se demuestra que aquí no se producían más sucesos noticiables que en otros lugares, sino que había quién los contara. «Los de El Caso eran los que mejor pagaban», dice Nieves, que aún recuerda a los voceadores vendiendo periódicos en la Plaza Mayor y la gente arremolinándose a su alrededor: «Si había habido un crimen en León, la edición de ese día se agotaba seguro», concluye el histórico periodista leonés.

Y es que el crimen es la mayor de las aspiraciones para un periodista de sucesos. Por eso, a través de Nieves se pueden conocer muchos de los asesinatos más populares de cuantos acontecieron en León durante el siglo XX, la 'Crónica Negra' de la provincia, que fue como encabezó una serie de artículos realizada para La Crónica de León entre 1986y 1987.
Le gustaban también los juegos de palabras

La ética profesional de un cronista de sucesos
Muchos podrán pensar que para ser un buen cronista de sucesos no hay que tener demasiados escrúpulos. Sin embargo, incluso en un oficio como éste hay espacio para la ética profesional. Buena prueba de ello es que en muy contadas ocasiones el lector de periódicos habrá encontrado informaciones sobre suicidios. Esta fotografía, por ejemplo, nunca llegó a publicarse, cosa que sí hubiera ocurrido si hubiera sido un asesinato.

La evolución del periodista
Mira tú lo que ha evolucionado tu profesión que antes teníamos descuentos hasta para viajar en tren y para entrar al teatro», dice Joaquín Nieves, que fue uno de los pioneros también en lo que a asociaciones de periodistas se refiere. Como se puede ver en la Fotografía inferior de esta pagina, los profesionales de la comunicación estaban unidos, quizá más en los sesenta que ahora. De izquierda a derecha son: Ricardo Aller, Lamparilla, Restituto Clérigo, Federico Miraz Fernández, Manolo Valdés, Oscar dos Sontos, Ricardo Gavilán Cubedo, Joaquín Nieves y el administrador del Proa.

La otra actualidad
Hoy en día la sección de ‘Sucesos’ ha desaparecido de la gran mayoría de los periódicos. Sin embargo, en el diario Proa, durante muchos años, bajo el título de ‘Los Sucesos de Ayer’ se podía encontrar un repaso a la otra actualidad, aquella en la que los protagonistas eran timadores y timados, policías y ladrones, la simple fortuna o la cruel desgracia. Su autor era Joaquín Nieves y siempre encontraba noticias suficientes aunque las comunicaciones no fueran las de hoy y aunque tuviera que movilizar toda la provincia de León.

La solidaridad de los leoneses
Muchos veces se ha hablado de la folta de escrúpulos de los periodistas, capaces de pasar por encima de todo a cambio de conseguir una exclusive En el caso de los cronistas de sucesos, se podría pensar quo esa falta de escrúpulos seria mayor, pero hay excepciones. La fotografía que acompañó estas líneas lo demuestra. En ella, el director de Proa entregó un cheque a la viuda de Francisco Gordo Calvo, un joven trabajador del barrio de La Veguilla, quien había muerto al intentar salvar a uno de sus hijos mientras se bañaba en el río Esla en los inmediaciones de Villarroañe. Dejó 7 huérfanos y, por eso, el diario Proa inició una campaña de suscripción popular con el objetivo de recolector dinero para la viuda. Consiguieron despertar la solidaridad de los leoneses e, incluso, se logró que muchos madrileños también pusieran dinero para comprar un piso a la viuda. La por entonces Coja de Ahorros y Monte de Piedad de León , además, se hizo cargo de varias becas para que los huérfanos pudieron completar sus estudios.

Los Reyes de Bélgica
La visita que, de recién casados, realizaron a León los Reyes de Bélgica creó gran expectación. «Ella era muy devota de la Virgen del Camino», dice Nieves, que llegó a desplazarse a Riaño para cubrir para el diario Proa la visita de los monarcas belgas a la montaña leonesa, donde numerosos habitantes de los pueblos cercanos se desplazaron hasta el parador para ver de cerca a los por entonces famosísimos reyes de Bélgica, que nunca antes habían estado en León.

Los asesinatos de barra y garrote
No eran los favoritos de Nieves pero casi. Aquellos asesinatos producidos en bares, después de una trifulca o una discusión por una partida de naipes, ocuparon buena parte de la Crónica Negra. Es el caso de la muerte «a garrotazos» de cinco hombres en Puente Domingo Flórez en enero de 1949, o el asesinato de Aladino Otero en Albares de la Ribera (también en 1949), un crimen que Nieves calificó de «al estilo del viejo Oeste» porque el asesino, Fernando Merayo, después de disparar a la víctima, dijo: «Para éste llegó el momento y aquí encontró su cementerio. Se acabaron los chulos y las chulerías en este pueblo». No tiene desperdicio la interpretación que Nieves hace del sanguinario año 49: «Así se ponía colofón triste a la primera década de la posguerra, por la brutalidad incontenida de quienes, por cuestiones de interés o simples nimiedades, sacaban a relucir torpes instintos transformando a hombres en bestias que no controlaban condenables acciones, decididos a una autentica caza humana». También en un bar comenzó lo que terminó convirtiéndose en una matanza producida en Colle del 25 de junio de 1955, en la que intervinieron una veintena de personas y murió una de ellas. Otro de esos asesinatos de garrote fue en el que murió, con 17 años, Pedro Valderrey, de Dehesas. Se negó a jugar una partida de cartas con Conrado Fernández «porque era un tramposo», y éste le propinó un garrotazo tan fuerte que acabó con su vida.

‘El Botas’ de Corbillos
Una de las primeras grandes noticias que Joaquín Nieves publicó n El Caso fue la del asesinato que protagonizó Policarpo Pérez Álvarez, conocido como ‘El Botas’ de Corbillos de la Sobarriba. Mató a su amante, Florencia Vázquez, el 11 de mayo de 1953. Cuentan que había colas en la Audiencia Provincial el día del juicio, y que El Botas, al ller El Caso, dijo «Cuando salga de la cárcel, a este tal Nieves me lo calzo».
Pronto las dotes para el género del suceso de Joaquín Nieves superaron la provincia de León y el periódico El Caso le fichó como corresponsal. «Eran los que mejor pagaban», dice él, que aún recuerda cómo la gente se arremolinaba a su alrededor.

Caso Simón, muerte en San Valentín
Los asesinatos suelen estar en boca de la gente durante mucho tiempo, pero el llamado Caso Simón fue algo especial, pues lo protagonizaron dos conocidas familias leonesas y además ocurrió en pleno centro de la ciudad. Fue el 14 de febrero de 1955 y Joaquín Nieves lo explica diciendo que «una de esas escenas en las que sería necesario recurrir al ralentí de moviola para observar en detalle el instante determinante del acto». Poco después de las siete de aquella tarde en la que «caían copos de nieves», que dice el cronista, se produjo una fuerte discusión entre Santiago Simón Álvarez, de 48 años y jefe de personal de Comercial Industrial Pallarés, y su antecesor en el puesto, Luis Pallarés Martínez, de 31 años. El primero de ellos resultó muerto después de que ambos se encontraran en la Calle San Agustín y que el joven le comenzara a increpar, cosa que, al parecer, ya había hecho en anteriores ocasiones. «Por esas cosas de capital de provincia», dice Nieves, «la enemistad entre ambos era sobradamente conocida en la ciudad», y por eso Proa publicó en su portada una imagen en la que aparecen el asesino y el muerto.
 
BIOGRAFIA
Joaquin Nieves Lopez, En la 'Enciclopedia de León', Volumen II ,pag.776, se incluye datos biograficos, nacido en Verin-Orense el 2 abril de 1924, Titulado en periodismo por la E.O.P. de Madrid,como becario de la 'Editorial Catolica', del diario 'Ya', realizando cursos de perfeccionamiento en Salou-Tarragona y Sitches -Barcelona, siendo seleccionado como profesional para el Centre Interational de Jurnalisme de Estrasburgo y el Casper Iberico de Brasil, donde colaboro en el magacine 'Vida Domestica' de Rio de Janeiro, publicacion de la que fue propietario y director Jesus Gonçalves Fidalgo,nacido en la pedania verinense de Rasela.
Incorporado a la redaccion del diario 'Proa' de Leon en 1949, fue jefe de la seccion de internacional, y de la de sucesos, dirigiendo en la capital leonesa las publicaciones 'Ayer y hoy', y 'Corner'.
En los años de posguerra dirigio el 'Heraldo de Verin' en su segunda epoca, miembro de la Asociacion de la Prensa Orensana y ya afincado en Leon pertenecio a la Asociacion de la Prensa Leonesa , delegado en la provincia de la 'Agrupacion de Periodistas Deportivos'.
Titulado por el Ministerio de Informacion y Turismo en Radio y Television, colaboro en tareas informativas de 'Radio Leon' de la Cadena SER.
Al privatizarse la Prensa del Movimiento en 1983, de los Medios de Comunicacion Social del Estado, fue destinado a la Jefatura de Proteccion Civil leonesa al frente del  Gabinete de Prensa de la misma hasta su jubilacion,continuando, por compativilidad, la delegacion de la Agencia Estata EFE.
Entre los premios esta en posesion de los del Centro Gallego de Buenos Aires en 1952, por trabajos en 'Faro de Vigo', Premio 'Senda' de la ciudad de Puebla-Mejico, por la biografia sobre el Beato Sebastian de Aparicio, oriundo de A Gudiña, Premios por reportajes de las agencias de prensa 'Mirospa' y de la Agencia EFE, en el certamen literario de Vilamartin obtuvo el 'premio Injerto de Oro', por trabajos publicados en os años 1970-71 en el semanario 'Aquiana' del Bierzo y Valdeorras.
De sus publicaciones destacan 'Bosquejo historico de la comarca galaico-portuguesa del Tamega´, 'La Cuna de Colon', 'Funcion del idioma en la Prensa' y 'Folclore Leones', en la editorial 'Douro Litoral'. del Museo de Etnografia e Historia de Oporto.
En preparacion documentos sobre el 'Periodismo en Verin' y 'Periodismo en Valdeorras en el siglo XX', el primero de la tesis de fin de carrera de la E.O.P. dirigida por el profesor Jose Altabella, quien, en un trabajo publicado en 'La Region' en 1964, la califica como una de las mas interesantes del centro academico.
Esta en poder de diverso material sobre temas verinenses del pasado siglo, ritos, costumbres y anecdotario y de biografias sobre San Francisco Blanco do Tameiron, imagen y reliquia que se veneran en la ermita de Outarelo de Castro, pedania valdeorresa y datos ineditos de la biografia de la ilustre profesora de musica Araceli Ancochea, nacida en O Barco, profesora de Musica de la Escuela Normal del Magisterio de Orense. Por el Instituto de Estudios Valdeorreses en uno de sus proximos 'Cuadernos' va publicar la Conferencia conmemorativa del bicentenario de la Guerra de la Independencia, conferencia ofrecida el 20 de junio de 2009 en la Villa del Sil
E Verin participo en el acto de las "Bodas de Oro" del Colegio Publico Amaro Refojo, recibiendo como recuerdo la figura de la careta de cigarron y ,con ocasion de la visita al pueblo natal hizo entrega al Director de sus obras editadas por "Douro Litoral" para quedar integradas en el fondo bibliografico de la misma.
Fernández, Fulgencio y Rubio, David
Fernández, Fulgencio y Rubio, David


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