El primer ajuste de la parte contratante de la primera parte

Bueno, por fin llegó el tan esperado, el debatido, el tantas veces calculado y recalculado y, por supuesto no deseado, reajuste del ajuste salarial que la Administración impone en sus salarios a los funcionarios públicos a través del Real Decreto Ley 8/2010.

Austeridad en momentos de crisis, esa es la cuestión, como decía el clásico. Austeridad y recortes en los salarios en la función pública, esperemos también que, por extensión, los recortes anunciados repercutan en el mismo porcentaje, asimismo, en las suculentas dietas que perciben los altos cargos que los imponen, para que el esfuerzo solidario que una vez más se nos pide, alcance de manera ejemplarizante a todas las retribuciones.

Sin duda, medida injusta y dura sin precedentes en la historia moderna de este país llamado España. Medida que genera en el subconsciente del trabajador un halo de culpabilidad, que subyace al hilo de una sensación de zozobra por la duda de si la medida se relaciona con un perfil bajo del cumplimiento de su deber. Desde luego, nada más lejos de la realidad en nuestro ámbito, dada la total dedicación y abnegación que en su quehacer diario muestran los profesionales sanitarios; esperemos que otros, entre los que están quienes son responsables de esta preocupante situación puedan, algún día, decir lo mismo.

En cuestiones económicas y cuando se trata de arrimar el hombro, porque no queda mas remedio que hacerlo y, si además, viene impuesto, lo mas fácil es meter la tijera allí donde ésta pueda cortar con mayor facilidad, no vaya a ser que le aparezcan “bocas” si lo que tiene que cortar es demasiado duro de afrontar.

Uno de los colectivos que sufriremos el recorte solidario, será el de los profesionales médicos. Unos, los dependientes laboralmente de las Administraciones Publicas, lo percibiremos directamente a través del impacto en la rebaja sustancial de nuestras nóminas y, otros compañeros, los que trabajan en el ejercicio privado, bien sea por cuenta propia o ajena, también se verán afectados por el recorte general de retribuciones aunque indirectamente.

Pues sí, es verdad que se dice que tenemos una de las mejores sanidades del mundo, eso sí, con los profesionales peor pagados si comparamos nuestros salarios con los de otros países socialmente avanzados y de nuestra esfera del mundo llamado desarrollado, en el ámbito de la Unión Europea, la excepción es Grecia y Chipre, con salarios menores.

Es importante no olvidar:
g) que el colectivo médico al servicio de la Administración Pública en España, esta formado por profesionales de alto rendimiento laboral, sometidos a una gran responsabilidad, siendo además considerados como trabajadores multifunción.
h) que algunos de nuestros compañeros vienen ya, históricamente, en algunas Comunidades Autónomas como en Galicia, siendo sometidos a discriminación salarial por razones de exclusividad y que, en la profesión, hay una nada despreciable tasa de precariedad laboral, proliferando los contratos basura que fomenta la propia Administración.
i) que los médicos nos vemos sometidos a la constante implementación de normas de calidad para la mejora continua de nuestra práctica, en un marco laboral de sobresolicitación de servicios con gran masificación en la actividad asistencial y una alarmante falta de reconocimiento social.
j) que soportamos un exceso injustificado de burocracia requerido por la hipertrófica proliferación de los distintos cargos de gestión.
k) que adolecemos de falta de profesionales, en gran medida, condicionada por la emigración de médicos españoles a otros países que le ofrecen mejores salarios, debiendo recordar que actualmente unos 10.000 médicos españoles, según cifras de la OMC y CESM, ejercen en el extranjero.
l) que nos movemos en un escenario de difícil cohesión, como lo demuestra la falta de un criterio unitario a la hora de desarrollar la Carrera Profesional, instrumento motivador y de reconocimiento que, sin embargo, genera desigualdades entre los profesionales como consecuencia de estar pendiente de regulación por Decreto todavía en muchas Comunidades Autónomas del Estado.
m) que necesitamos realizar un sobreesfuerzo intelectual para la mejora continua de la formación continuada de nuestro conocimiento científico, sobreesfuerzo que se hace, ya no solo en horas adicionales a las estrictamente laborales, sino, incluso en días y semanas de dedicación con compromiso para nuestra conciliación de la vida familiar, con el fin de, posteriormente, volcar los conocimientos adquiridos en la atención a nuestros pacientes; curiosamente en el caso del Sistema Público de Salud, esta atención profesional es regulada por cuenta de la Administración quien, sin embargo, no se preocupa en valorar y favorecer este esfuerzo adicional de sus médicos.

Finalmente, surge la pregunta: se tiene todo esto en cuenta cuando se abre un debate que pone en entredicho la actividad profesional realizada y en solfa el cumplimiento de las obligaciones laborales de los profesionales médicos con la Administración, como coartada mediática para una decisión económica.

Cosas peores veredes e oiredes amigo Sancho, que dijo el caballero Don Alonso Quijano, más conocido por El Quijote…



Dr. Luis Campos Villarino es Médico del SERGAS y Presidente del COM de Pontevedra.