La Roja

Quién nos lo iba a decir hace 40 años, y con el himno español incluído, que gentes, de ideologías de todo tipo, estarían tan unidas con "La Roja" que, tras la Guerra Civil pasó a ser "azul", hasta 1947 cuando se repuso la camiseta roja, y la azul pasó a ser de reserva o visita. Algo que debería ser tan limpio como neutral se tiñó de azul, con verdadera connotación política para nuestro retroceso atroz en todos los aspectos, hasta en el deportivo.
 
Desde los años veinte del siglo pasado, la selección de fútbol española era conocida bajo el sobrenombre de la "Furia Española", rememorando el saqueo de Amberes (1576), o la "Furia Roja", apelativo acuñado por un periodista italiano que bautizó así al equipo español, por el color de su vestimenta, tras su victoria en el primer encuentro contra Italia. 
 
La selección jugó una vez más de azul en 1964 cuando ganó la Eurocopa en el estadio Bernabéu de Madrid frente a la Unión Soviética (2-1) y tuvo que ceder su equipación oficial porque los soviéticos no traían su uniforme de reserva y también jugaban de color rojo. 
En los Juegos Olímpicos de Amberes, 1920, ya pudo lucir su camiseta roja con escudo amarillo para representar los colores de la bandera.
 
Y llegó Luis Aragonés, anterior seleccionador del equipo nacional de fútbol (2004-2008), quien bautizó así al equipo español por el color de la camiseta, sin ninguna connotación política, hasta nuestro días.
Pero resulta ser tan habitual podar a los equipos por sus colores que, actualmente, la selección de fútbol chilena también es llamada así.
 
Quien quiera indagar mucho más sobre el tema, puede leer, "Historia del fútbol", de los autores Miguel Ángel Mateo y J.A. Bueno Álvarez, Ed. Edaf., libro que describe la historia universal de este deporte desde sus comienzos en el siglo XIX hasta la actualidad, incidiendo en su repercusión política, económica, social y cultural.  
 
Así pues, disfrutemos de esta camiseta mientras podamos, de esta selección llena de furia española que contagia a forofos y no tan forofos pues admito que pocas veces disfruto del fútbol pero un Mundial siempre tiene algo especial que te coloca frente a un televisor y te divierte en solitario o en grupo y te sube la bilirrubina, quizás por la degradación de ese color, que no lo quita la aspirina como bien canta Juan Luis Guerra, sino los goles de esta "Furia Roja Española", que ha empezado con sequía pero seguro que con alguno nos deleitará, ganemos o no.