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Las rebajas del glamour: Homenaje al gran Julio Camba autor de "Haciendo de República"

martes, 13 de enero de 2004
Psicosociología y economía de las rebajas: libertad, juego y creación; esclavismo, tiranía y sujeción de las compras, marcas y rebajas. Breve análisis bibliográfico

“Cada uno tiene su concepto de la elegancia, y yo considero que hoy, en España, lo verdaderamente fashionable es el andar con los tacones torcidos” (Julio Camba en su libro “Haciendo de República”).

Para ser hay que ser joven y mostrarlo comme il faut, con las marcas, las modas y las rebajas debidas. Cada producto traslada mágicamente al que lo compra, al que lo posee, al mundo de los sueños donde todo es posible, donde cada uno hace (se lo imagina) lo que le da la gana. En cualquier caso, no hay que olvidar que estamos en la era de las rebajas pero, también, en el campo monárquico, político, religioso, judicial, mediático, sexual, del glamour, etc..

Cunqueiro: “Uno necesita de los sueños como del agua”. Pero ¡moito ollo! (¡Mucho ojo!) queridiños, pues hay vendedores de sueños, con grandes marcas y rebajas incluidas, que pueden engañar a uno e, incluso, llevarlo a la peor de las perdiciones, a una completa escarallación.

Machado-Juan de Mairena: “Lo corriente en el hombre es la tendencia a creer verdadero lo que le reporta utilidad. Por eso hay tantos hombres capaces de comulgar con ruedas de molino. No penséis que vuestro deber es engañar al hombre con sus propios deseos. El amor a la verdad es el mas noble de todos los amores. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La verdad del hombre empieza donde acaba su propia tontería. Pero la tontería del hombre es inagotable”. ¡Uf¡, Mairena da en la diana de una manera rotunda, ¡carallo si da!.

“A la hora de comprar, de jugar con las marcas y rebajas, entre una persona armada, honrada, digna, informada, critica, cultural y socialmente, y otra que no lo esta no hay punto de comparación” (a partir de Sócrates, Aristóteles, Maquiavelo, Ortega –al que se refiere Camba en dicho libro cuando Ortega enfermo fue a las Cortes a decir que autonomía y federalismo son cosas opuestas y que nacionalistas catalanes y vascos, con el apoyo de los socialistas, quieren rebajar a España, convertirla en un puzzle, quieren desmembrar el territorio nacional-, Camba, Cunqueiro de Mondoñedo –cerca de mi pueblo Vegadeo- y Popper).

Este es un pequeño homenaje al gran dandy gallego (de Villanueva de Arosa-Pontevedra) Julio Camba, autor del libro “Haciendo de República” (se ha publicado, a finales del año 2003, un buena biografía de este finísimo autor gallego, hecha por Pedro Ignacio López García con el titulo: “Julio Camba: EL Solitario del Palace”) entre otros no menos deliciosos. A ese Camba que decía y defendía (y en esto estoy completamente de acuerdo con él) que no hay que confundir la cultura (entendida como cultivo permanente de la excelencia), su defensa, practica y promoción, con la apariencia de cultura, con la pompa cultural, con la impostura.

Conviene recordar a Camba ahora que todo se rebaja: España y la monarquía parlamentaria y constitucional española (decía Camba en este libro “Haciendo de República”, sensacional y muy divertido y esclarecedor; decía: “España es una república de hombres muy avanzados que se avergüenzan de España” – el cantante Serra, durante todo el programa que le dedicó Informe Semanal, fue incapaz de decir que era español, pero sí dijo que era catalán, hablaba de país, etc.-; “Pobres magnates del socialismo español condenados a predicar la revolución social para seguir disfrutando los encantos de la vida burguesa”; en España y otras partes hay una gran carrera para ver quien es mas progre, nacionalista, izquierdista, populista, demagógico, altermundialista, etc., pues, así pueden chupar, sacar tajada con la ideología proclamada y con la practica real que no tiene nada que ver con lo proclamado), la política, la justicia, la educación, la universidad, la dignidad, el nivel de los medios de comunicación (en estos, especialmente la televisión pero no solo, la indignidad, la zafiedad, la contaminación mas tóxica, han alcanzado altas cotas y, cada día, la cosa va a más).

Cada año, y con relación a las diversas temporadas, me llaman de varios medios para preguntarme por las rebajas. Por eso voy a dar cuenta de alguna idea desde el punto de vista de la psicosociología, la economía, comunicación y otras ciencias ( y de una bibliografía comentada que tiene que ver con todo lo que tratamos en este texto) con relación a las rebajas, las compras, las marcas, las modas, y a la posibilidad de juego limpio y sucio/tóxico, creativo y simple, mimético, de responsabilidad e irresponsabilidad, al jugar con las mismas.

Para ser hay que ser joven y mostrarlo con marcas y rebajas debidas: el despendole del glamour
En primer lugar voy a hacer una breve descripción de como funciona la cousiña (y que después analizaré), la ferramentiña-la herramienta de las rebajas, las compras, las marcas, la moda, los hábitos, en este campo del juego social, del ser y no ser, del pavoneo y famoseo, del denominado glamour y sus apariencias.

Si cuadra, y por lo que ve, para ser hay que ser joven y mostrarlo (de ahí la moda del juvenilismo, de las operaciones –que ya se regalan en navidades y con motivo de otras festividades- y otras cosas mas o menos faustianas, mediáticas, cosméticas, etc.) comme il faut, con las marcas, las modas, los hábitos, los estilos (fíjense como mediática y editorialmente, de un tiempo para acá, han aparecido expertos –muy flojos, incultos y dispuestos a todo, buena parte de ellos; así pasa lo que pasa, incluso en medios y programas llevados por buenos conductores-, libros, que tratan sobre los buenos modos y maneras, los estilos dentro y fuera de casa, lo que hay que llevar en la casa, los baños que hay que tener, como hay que tenerla, recibir, viajar/abrirse, sonarse los mocos –Nobert Elias escribió una gran obra sobre ello, sobre el “Proceso de civilización/La Civilización de las costumbres”, “La sociedad cortesana”, etc.-, cruzar/descruzar el pernacolamen, llevar los pantalones y/o las faldas, o las dos cosas a la vez –pues en esto también hay cambios, evolución, transgresión, sorpresa, yates, despachos ovales y sin ovalar, refugios, clases y de todo tipo; si yo les contara, claro que ahora, tarde o temprano, todo acaba sabiendo, etc.) y las rebajas debidas.

Cada producto traslada mágicamente, y como en el cine (por eso la publicidad cada día se parece mas al cine –y el cine a la publicidad-, la hacen los artistas o los que tienen/venden una vida de cine, de artista, de revista, de televisión. Claro que en esto del llamado glamour, que le vamos hacer, también hay clases, estilos, rebajas y medidores al respecto. Una cosa es Sisi Emperatriz y otra María Teresa Campos y su troupe progre, Napo, Belen Esteban y otras marquesonas, Rosa Villacastín, Ana Rosa Quintana y Marujita, Paradita y todo el marujeo y mamoneo -¡que ya trasciende¡ publicamente-, Huberthus, padre de Jesulin y el proximo hijo/a del anciano padre de Julio Iglesias, Aida, Boris, Sarda-Los Sarda, Laura Bozzo/Vladimir Montesinos, Matamoros y la Trinca trinca que trinca con Los Sarda, Las Lauras, Aidas, Boris y lo mas Peor y Macarra que haga falta, Sal/sa Gorda y Guarra, Hotel Glande y el grupo vasco humanista cristiano de Aulechu, los Sanchez Asiain, Ibarras y sus gudaris con sus fondos de pensiones en Las Jersey y ellos sin saberlo –yo, como accionista, se lo recorde por escrito a Francisco González presidente del BBVA, le pedí cuentas- y los jueces que da igual, etc.; con todas sus muy rentables clintonadas/hazme un clinton de/por/para el trabajo, el show, sin olvidar a las Sisis españolas y muy puestas, muy cultas, muy hípicas ellas, con sus nobles caballeros, que podrían ser las Preysleres de turno, con sus carretes y sus cuartos de baño, sus bombones, su gran inquietud cultural-postural, sus familias entrecruzadas dignas de un análisis estructuralista a lo Lévi-Strauss o a lo Vladimir Jakovlevich Propp o Mijail Mijailovich Bajtin por lo de la Kournikova y demás ramificaciones; sin olvidar, y puesto que estamos en rebajas, a las que podrían ser las Dianas españolas –no confundir con la Diana Cazadora, de la que también habla Camba a propósito de un amorcillo que tuvo en París-, los grandes disfrutes, amoríos y correrías por todo lo alto y todo lo bajo y ¡a todas las edades¡. Así pasa lo que pasa y a alguno le paso lo que le paso ¡Que Fuerte!) al que lo compra (y, también en rebajas, pero en esto ¡queridiños¡, que le vamos hacer, la clase, el estilo, la distinción cuenta en el mercado/mercadeo del pavoneo, del famoseo, de la mediocracia, de la realeza, la nobleza, la aristocracia con/sin escrúpulos, de los que tienen lo que hay que tener –o eso creen ellos/as- y lo hacen valer como es debido y no se andan en rebajas, pues, la excelencia es la excelencia y hay que saber llevarla y asumir las cargas que ello implica; pero, claro, algunos, muy débiles, pobriños ellos, no se resisten, pues, la carne puede ser muy, pero que muy traicionera, incluso para los aristoi y no hay Kantorowicz que valga –véase la bibliografía-), al que lo posee, al mundo de los sueños donde todo es posible, incluido lo mas mágico, portentoso, televisivo y sobrenatural; donde cada uno hace lo que le da la gana.

Las rebajas de invierno y de verano
Los anuncios de navidad de la lotería lo muestran bien, pero también los del cupón de ciegos (“nadie volverá a dormir tranquilo una vez que consiguió abrir los ojos”), donde él/ella, al tocarle, pasa de una vida dura, con muchas carencias y problemas, estresada, a una vida majestuosa, principesca, de cine y alucine. Lo mismo sucede con los coches que vuelan, andan sobre los mares, curan todos los males, hacen subir la adrenalina, atraen sobre si todas las miradas y a los/las mas deseados/as. Es decir, se vende que cada producto, al adquirirlo, al poseerlo, traslada a uno al mundo mágico, donde uno cumple todos sus sueños, se convierte en un mago con los mejores poderes. Después, en la soledad, vienen las rebajas.

Las rebajas, si cuadra, ponen a cada uno en su sitio. Hay rebajas para los ricos (con clase/distinción/ /nobleza y sin ella), que juegan con ellas, a las que se va en avión, con cita previa y a los mejores sitios, y lo muestran como es debido; para la clase media-alta, media-baja, para las clases populares, las clases mediáticas, etc. De ahí, que hay quien andan a la caza de las bolsas o soportes de las mejores marcas, de los mejores paquetes, de las casas mas distinguidas, de los establecimientos mas cotizados, mas marcosos, para poder aparentar con ellas/ellos en su barrio, villa, pueblo, aldea, en las horas y lugares estratégicos donde, interior y exteriormente, se muestran, pavonean estas cosas. (sigue en mi pagina web: miguelcancio.com con el resto del análisis de la cousiña esta de las rebajas, las compras, las marcas, etc., y de la bibliografía, pues el trabajo es bastante mas amplio).

Terminemos con Camba, con el libro citado “Haciendo de República” (él hablaba de república de enchufes, de la yernocracia, pero, también, podríamos hablar de los cuñadisimos, los hermanisimos, etc. El nepotismo con la república, la monarquía, etc., sigue viento en popa) y en concreto con el capítulo titulado “La abolición de la aristocracia”. Camba abre en francés, esta parte de su libro, con el siguiente y conocido grito, canción de guerra: “Tant que ça ira, ça ira les aristos a la lanterne…/ Tant que ça ira, ça ira les aristos on les pendra”.

La linterna de la que hablaba Camba no es precisamente la de Aristóteles.
Cancio, Miguel
Cancio, Miguel


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