Un puente hacia Berlín

Coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, el pasado lunes 9 de Noviembre, algunos madrileños y residentes de la capital aprovecharon el puente para presenciar otro momento histórico del siglo. Pero no estaban solos, miles de
ciudadanos de distintas nacionalidades se hallaban en el mismo lugar para sentir de cerca un día significativo que se reflejará en los libros de Historia.

Se trataba de festejar el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín,"Mauerfall", división física que separó durante veintiocho años a la ciudad alemana de Berlín en dos, la comunista del Este, República Democrática Alemana, y la del Oeste, República Federal de Alemania, desde 1961 a 1989.

Se trata de conmemorar la fiesta de la Libertad y de reconocer o agradecer la ayuda de los aliados europeos que apoyaron el derrumbe del muro.

Se trata de celebrar la caída del Telón de Acero, el posterior e inmediato fin de la Guerra Fría, la Reunificación Alemana y la ampliación de la Unión Europea y de la OTAN, con la integración de los países del Este.

Por eso, y para dar más solemnidad al acto, énfasis a la Historia, la canciller alemana, Ángela Merkel se rodeó, en éste trascendental día, de los principales representantes políticos europeos y de la secretaria de Estado norteamericana en representación de su presidente. Estaban los principales protagonistas políticos de esta historia y se elogió a sus testigos más directos como lo fue por aquél entonces el presidente Mijail Gorbachov por su política de apertura en la Unión Soviética.

Pero, sobre todo, estaban los ciudadanos de a pie, aquellos que verdaderamente derribaron el Muro.

Fueron ellos, los berlineses, los que ésa noche con sus propias manos echaron abajo el muro y se abrieron paso para abrazarse sin más. Familias enteras que fueron separadas durante años y que llegaron a perder sus vidas por intentar volver a estar juntas.
Trato de imaginarlo y lo comparo con las dos Españas de la Guerra Civil, cuando muchas familias terminaron divididas en dos bandos. Nada se equipara a una guerra pero igual de trágico resulta la separación familiar impuesta a base de pistola o cualquier otra clase de arma física o política.

Esta semana ha sido especialmente solemne, emotiva y ceremoniosa.
Tras el día 9 llegó el 11 de Noviembre y, de nuevo, la canciller alemana, Ángela Merkel, se volvió a reunir esta vez en París con el presidente galo, Nicolas Sarkozy, por la conmemoración del armisticio de la Primera Guerra Mundial, 1914-1918. Otra vez, Alemania volvía a ser protagonista de la atroz historia bélica y un 11 de Noviembre de hace noventaiún años se rendía frente a los aliados, tras la firma del armisticio que ponía fin a la guerra.

Todos estos actos simbolizan la Paz y la Amistad y esperemos que las buenas costumbres y la buena educación no simbolicen actos de mera moda rutinaria.

Ahora, tienen otra oportunidad de demostrarlo, el próximo 19 de Noviembre, fecha en la cual se nombra al próximo presidente de la Unión Europea y al ministro de la diplomacia europea, y que se llegue a un consenso donde los 27 tengan las mismas oportunidades de voz y voto que, parece ser, no se estan dando, una vez más.