Día de la madre

¿Madre no hay más que una?
¿Y la madre de leche, la madre política y... ciento y la madre?

Aquí está la madre del cordero!
Aunque no hace falta mamar mucho para saber quién es; nuestro instinto lo sabe.

En cualquier caso, gestamos, llevamos y sustentamos en nuestro seno, una nueva vida que, a su vez, da sentido a la nuestra.
Una vida que ha permanecido, única y exclusivamente, en nuestro útero, el fruto de nuestro vientre.
Nueve meses en nuestras entrañas que hacen de él carne de nuestra propia carne, sangre de nuestra sangre. Ventaja que la naturaleza da a la madre frente a nadie más.
La unión milagrosa entre dos vidas, dos seres en uno, imposibles de separar.
Algo intrínseco, propio de la mujer que nada ni nadie puede usurpar ni suplantar y que, por medio del cordón umbilical, nos marcará para siempre con una pequeña cicatriz, el ombligo, que, por mucho que se corte, nos tendrá unidos de por vida.
Será el vínculo permanente entre madre e hijo/a.
Será la huella imborrable de nuestra vida intrauterina.
Será el nexo a la nueva vida y permanecerá siempre en nuestro vientre, como permanece el amor de una madre hacia su hijo/a.

Sí, "mi Mamá me mima" y, sólo así, el pequeño embrión se hace grande.
Fuera ya de nuestro vientre, la propia lactancia es el acto de amor más puro; es la compenetración más perfecta entre dos seres.

Ser madre cambia la vida por completo a toda mujer que pare.
Nunca he observado llevar con orgullo una buena tripa más que cuando se está gestando.
Nunca he visto a una mujer tan valiente como cuando da a luz.
Nunca se luce una mujer tan deforme y a la vez tan bella como cuando se está en cinta.

Ser madre nos devuelve nuestra propia infancia pero, sobre todo, nos hace mejores hijas porque es cuando verdaderamente comprendemos los desvelos de nuestras madres.

Pero por si acaso se nos olvida, cada primer domingo de Mayo celebramos en España este día, el Día de la Madre, para alguno/as la única manera de atreverse a decir "Te quiero mami" y para ellas la mejor forma de saberlo.
Pero algo es algo y mejor un día que ninguno.

Y es que... ¡Madre sólo hay una!

¡Felicidades Mamá!!!!