La vivienda

Es un bien de mercado para el negocio particular o un derecho básico, fundamental y humano, como puede ser la educación, la sanidad, la prestación por desempleo o la jubilación?. La vivienda, en Galicia y en el resto de España, continúa siendo un negocio y un bien de inversión. Así lo entienden una parte importante de nuestros gobernantes de la Xunta de Galicia.

A lo largo de todos estos años, en los diferentes gobiernos de la Xunta de Galicia muy pocos avances se han producido en favor del cumplimiento real del artículo 47 de la Constitución. Cierto es, y justo es reconocerlo, de que se han adoptado algunas medidas, tendentes a subvencionar o ayudar económicamente a los propietarios de bienes inmuebles así como el bono mensual al alquiler para las familias vulnerables que tengan contratos de arrendamiento de viviendas habituales. Se puso en marcha un "programa de viviendas vacías" pero no han dado los resultados esperados, quizás por la falta de compromiso de la mayoría de propietarios, que desean establecer libremente sus precios, y la apatía de ciertas corporaciones locales, que no ven prioritario el derecho fundamental del acceso a la vivienda, bien sea en propiedad o alquiler.

Galicia, como comunidad histórica, tendría que sopesar la posibilidad de poder contar con una Ley de Vivienda, con el correspondiente reglamento, como sucede en otras comunidades autónomas como Euskadi o Catalunya. La vivienda tendría que considerarse como un pilar fundamental del estado de derecho y del bienestar. Sin vivienda, una persona o familia, sufre una absoluta exclusión social. No puede tener un trabajo estable, sufrirá problemas de salud, de educación, en definitiva una evidente situación de vulnerabilidad, de ahí que se necesitan adoptar medida integrales para solventar éste tipo de situaciones para todas las personas sin hogar. Las diferentes administraciones públicas son las máximas responsables, no nos olvidemos de que la Xunta de Galicia tiene las competencias en materia de vivienda y no puede continuar mirando para otro lado. Es cuestión de voluntad política.