20 enero 2009, nueva cuenta atrás en EE.UU.

Ya es tan histórico como reiterativo que en Estados Unidos el presidente electo asuma su cargo un 20 de Enero.

Así lo hicieron: Dwight D. Eisenhower (1953), J.F. Kennedy (1961), Richard Nixon (1969), Jimmy Carter (1977), el 40º presidente Ronald Reagan (1981 y 1985 en su segundo mandato), George Herbert Walker Bush (1989), Bill Clinton (1993) y George W. Busch (2001 y 2005 por segunda vez) hasta el día de hoy.

Ahora le corresponde tomar el cargo a Barack Obama y, así, empieza tanto su reinado como la cuenta atrás de este nuevo 44º presidente, electo desde el pasado 4 de Noviembre, que hará historia con cada gesto y palabra que articule, mandando y liderando en la vida de todos los estadounidenses y, como no, del resto del mundo directa e indirectamente.

No lo tiene fácil, dirigir un país no debe ser nada fácil y, más, tratándose de la primera potencia del mundo, económica y militarmente hablando, y de los legajos que arrastra, junto con la crisis finaciera mundial, las guerras en las que está involucrada su patria y todos los demás problemas del mundo mundial, sus detractores, sus enemigos...

No, no creo que sea para envidiar aunque sí para alabar el coraje, empeño e ímpetu con la que cualquier persona, al servicio de los demás, realiza su labor aún a sabiendas que no contentará a todos, que no complacerá ni siquiera a la mayoría, ni siquiera a sus propios votantes pero, aún así, ejercen su papel público aún a costa de su propia vida.

Esperemos que este nuevo presidente, de los Estados Unidos de América, logre pasar a la historia por su aciertos y no por sus fracasos, por intentar conseguir hacer la paz y no la guerra, por ajustar más esa balanza hacia el equilibrio y la igualdad social.
Que comience la cuenta atrás para el acercamiento y el entendimiento entre los pueblos hermanos y los más lejanos, y que actúe como el mesías tan esperado y falto en este Mundo materialista, desbordado y de poca fe. No se trata de hacerle un profeta y mucho menos un dios pero, mientras la ilusión y la esperanza permanezca, confiémos que durante su estancia en la Casa Blanca, los problemas se resuelvan no milagrosamente pero sí eficázmente y que deje su testigo al siguiente sucesor con el corazón y la cabeza bien alta, porque no todos lo han podido hacer.

Recordemos, una vez más, lo que ha venido proclamando durante su campaña electoral y su discurso en Chicago siendo ya presidente electo: "El cambio ha llegado a Los Estados Unidos" y, citando las propias palabras de Martin Luther King "he estado en la cima de la montaña", dijo: " El camino por delante será largo. Nuestro ascenso será empinado. Puede que no lleguemos ahí en un año o quizás en un mandato, pero Estados Unidos nunca he tenido tanta esperanza como en esta noche en que llegaremos.", destacando que su prioridad gubernamental se concentrará en acabar con la guerra de Iraq, detener la inversión en escudos antimisiles para la defensa y armas nucleares hasta su total eliminación, dar asistencia sanitaria universal y buscar otras fuentes alternativas al petróleo para una mayor independencia energética del país.

Démosle pues, nuestro voto de confianza o, al menos, dejémosle que se nos muestre antes de juzgarle. Permitámosle algún que otro error como humano que es y no dejemos que caiga en la tentación... Amén.