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El milagro (1)

jueves, 01 de junio de 2023
Pasó el invierno, llegó la primavera, y una mañana en la visita al Centro Comunitario ella le comentó en un momento de distracción de la monja, que no le había venido la regla.

- Estuviste tomando corticoides, ¿no?, es eso. A veces provocan unos días de atraso. No le des importancia.

Después, en el nido de la pareja y con más intimidad, ella compartió sus dudas. Siempre había sido muy regular. Es cierto que no había motivo para alarmarse, pero...

- Mañana juntá en un frasco la primer orina de la mañana. Cuando pase por el Ceferino me lo das.

Con la excusa de informarle sobre un pago adeudado inexistente, recogió el recipiente, pasó por el laboratorio, se acercó a Miguel, el bioquímico más joven y el último que había ingresado, le pasó el frasco y le guiñó un ojo. No hacía falta otra orden.

Cerca del mediodía estaba en una entrevista, cuando vio asomarse por la puerta a Miguel. Se excusó y se acercó con poca curiosidad. Miguel lo miraba con cara de velorio. Cuando lo tuvo próximo susurró: "Positivo".

Se paró el mundo. No creía en Dios, pero ¿quién estaba metiendo la mano?
- ¿Positivo, estás seguro? - Preguntó en voz muy baja enredada en la emoción y la incredulidad.

Miguel asintió con la cabeza. Se imaginaba de quién era la muestra. No le quitaba los ojos de los suyos, preparado para intervenir por si fuera necesario. Vaya a saber cómo reaccionaría.

El bioquímico vio como el rostro del jefe recuperaba el color natural, su mirada perdida volvía a dirigirse a él, y dejaba escapar una tímida sonrisa.
- Tendré que comprar un ramo de flores... - Ya no sonreían solo los labios, los ojos, las orejas, todo era una sonrisa- Gracias flaco - despidió al mensajero.

Volvió a sentarse con la mirada vaya a saber dónde. La enfermera al ver la cara del jefe imaginó un problema serio, consideró la entrevista terminada y se fue. Él se acercó a la ventana y contempló el Nahuel Pan. ¿Un hijo, él? Miró al cielo buscando el origen del milagro, pero no estaba arriba del Nahuel Pan, estaba a dos cuadras sacando muelas.

Y se quedó hipnotizado mirando por la ventana. Como en una película pasaron imágenes de cuando lo habían humillado, deprimido... Alguien golpeó la puerta abierta. Dos golpecitos muy suaves, como no queriendo interrumpir. Ella. El milagro. Con una cara de susto que le provocó una sonrisa. Cerró la puerta y la abrazó. Comenzó a besarle la cabeza enterrada en su pecho.
- ¿Y, qué dio? ¿Es negativo, no? - Tenía la voz agitada por subir la escalera a la carrera.

Como en Kapañuma aquella noche, al oído, un susurro.
- Desde que te conocí soñé con tener una nena con dos colitas, chuequita como vos. Quién te dice...
- No. Decime que es negativo. No me mientas, no me digas que...
- Parece que el corticoide viene con patitas.
- ¡Uy!, Dios mío, ¿qué vamos a hacer?
- Lo que vos quieras. No me pidas la opinión, porque ya te la imaginás. Pero no quiero obligarte a nada, vos sos todo para mi. Voy a apoyarte en lo que decidas, pero por favor no me preguntes...

Tenía apenas veintitrés años y unos pocos meses de libertad. La única persona con la que podía hablar, pedirle un consejo o que por lo menos la escuchara, era el padre de la criatura. Un padre que se había resignado a no serlo nunca, que se lo había confesado en cuanto la conoció y que seguramente era la única oportunidad que tenía en la vida de tener un hijo. Ella no podía privarlo de esa esperanza. No sería capaz.

La llevó hasta la casa. Por la tarde fue ella a buscarlo al trabajo, salieron a caminar por el centro y compartir la nueva situación. Firme la decisión de seguir adelante, ¿cómo se lo explicaba a sus padres? Primero informarles de la ruptura con su novio anterior, lo que no era difícil porque no lo apreciaban mucho. Segundo, que estaba saliendo con un separado, ya se complicaba el tema, eso no lo verían bien porque por aquellos tiempos los separados no tenían buena prensa. Y tercero, la bomba, estaba embarazada. Reconoció no sentirse capaz, no animarse a enfrentar a los viejos.

Andrés Montesanto. Fragmento de 'Buscando a Elena', 2021.
andresmontesanto@gmail.com
Montesanto, Andrés
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