En próximo día sábado 22 de abril de 2023, a las 18:30 horas, se lleva a cabo la inauguración en la Galería ESPACIO75, (calle Pilar de Zaragoza, 75), la primera muestra monográfica en Madrid y con carácter de exclusividad del pintor jienense Miguel Ángel Maderas, titulada «Di Boschi». El artista es uno de los jóvenes maestros más importantes y de alto nivel artístico de la pintura figurativa en España. La exposición estará abierta al público hasta el 14 de mayo en los siguientes horarios: de 11:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:30 y domingos de 11:00 a 14:00 (martes cerrado).
Su pintura es comparada a menudo por especialistas y público en general con la de otros grandes artistas figurativos españoles, pero a pesar de su juventud, Miguel Ángel sigue un camino propio basado en la reflexión, la observación y un profundo conocimiento de la pintura.
En palabras de la comisaria de la exposición, Gema Guaylupo:
Narración de la vida del artista de Miguel Ángel Maderas:
Miguel Ángel Maderas nace en Jaén en 1992 en el seno de una familia humilde donde su sensibilidad por el arte se manifiesta de manera temprana pese a no tener mentores que pudiesen ayudarle a canalizar esa pulsión artística.
Su primer contacto con la pintura fue a través de los catálogos y libros de pintores que le mostraba su madre y que apaciguaban ese carácter rebelde que parecía entonces indomable y que le llevó a fracasar en los estudios y a replantearse incluso el guardar sus aparejos de dibujo y meterse en el cuerpo de la benemérita. Gracias a Dios fue una empresa que no llegó a culminar o de lo contrario hoy no podríamos disfrutar de su trabajo. En su lugar decidió terminar sus estudios de bachiller y matricularse en diseño. Es en este momento cuando se encuentra con la figura de Paco Carrillo Cruz (exponente de la pintura figurativa andaluza contemporánea), gran pintor y maestro, que supo ver que su talento era un diamante por pulir y que su capacidad de trabajo superaba con creces la de muchos de los jóvenes artistas que pasaban año tras año por sus aulas. Como suele decirse: un buen maestro te deja una huella imborrable. Quizás ésta es la razón por la que Miguel Ángel da tanto de sí mismo a sus afortunados alumnos actuales.
Tras este importante encuentro y animado por su maestro, Miguel se decide a estudiar Bellas Artes. Y es entonces cuando podríamos decir que nace «Di Boschi»; el artista que analiza, estudia, aprende, conoce a otros artistas y sus propuestas.
La pintura de Di boschi crece y madura a pasos agigantados y los que la observan nunca aciertan con su edad y comienza a ser reflejo de pensamientos o pausas en un momento de nuestras vidas en el que todo corre a una velocidad incontrolable.
La vida pasa muy rápido y sin embargo hay alguien que decide captar esos escasos momentos de intimidad, juego o pensamiento a solas, convirtiéndonos en espectadores casi voyeurs de los instantes más privados.
Y amante, como lo es, del proceso pictórico, deja un registro totalmente legible de cada momento por el que pasan sus obras como si de una partitura musical se tratase.
El esbozo, el boceto, el dibujo, la pintura, los recursos menos ortodoxos y también los más clásicos, todos a la vista para que puedan verse los momentos por los que pasa el proceso creativo, porque para él son muy importantes.
Di Boschi es un pintor de oficio, de los que creen en el trabajo diario y admira a otros artistas pero no se mira en otros espejos. Él «cocina» y, permítanme la metáfora, a fuego lento. Porque eso es también revolucionario; negarse a seguir el ritmo que marca la sociedad de consumo rápido.
Miguel Ángel encarna el tipo de artista joven que queremos mostrar; porque detrás de la pintura española hay mucha y buena herencia, que no debe ser lastre a la hora de seguir creciendo y aportando al mundo del Arte dentro de la figuración o la abstracción; porque lo interesante de su trabajo es lo que puede aportarnos a los espectadores. Di Boschi ha pensado y trabajado mucho este año en torno al concepto de intimidad.
Queremos que la disfruten y que la sientan, que se sumerjan en las sensaciones que todos compartimos cuando reconocemos ese momento efímero en el que nadie puede vernos, en el que todo lo que hay alrededor desaparece y volvemos a ser niños jugando sin preocupaciones o recuperemos sensaciones en la que ya casi ni reparamos. Escuchen el silencio.
Recuerden que las cosas más importantes son las que están cerca, las que forman nuestra familia, las que nadie puede quitarnos, las de nuestro interior.
