Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Correspondencia entre Eugenio Montes, Augusto Assía e Victoria Armesto

lunes, 20 de marzo de 2023
Os arquivos do matrimonio formado por Felipe Fernández Armesto (Augusto Assía) e María Victoria Fernández-España y Fernández-Latorre (Victoria Armesto), aportan excelente información, detallada e precisa, que nos permite coñecer e contextualizar a amizade entre Eugenio e Felipe, que mantiveron durante toda a súa traxectoria vital, e que continuou, con María Victoria, a raíz do casamento con Felipe o día 15 de agosto de 1950.

Numerosas son as referencias ao vínculo intenso e duradeiro desa relación fluída en diferentes escenarios, idades, contextos e territorios:
"En el colegio Ferrín estudiaría Felipe hasta tercer año de bachillerato. Pasó después a la academia Fernández Cid (...) que tenía como profesores, entre otros (...) [a] Eugenio Montes" (1)
"Aquel Orense en que Eugenio Montes iba a pronunciar informes de fiscal en la Audiencia con el último número de la 'Nouvelle Revue' bajo el brazo" (2)
"A la tertulia del 'Royalty' iba Eugenio Montes, flaquísimo, con unos cuellos muy altos y unas mangas muy estrechas, de recién terminadas en dos o tres convocatorias, las carreras de Derecho y Letras, ya entonces el primer conversador de las Españas, el más griego de los españoles y, si tan frondoso en el escritor, el más sobrio de los latinos en el decir. Montes fue la primera chispa que me iluminó la existencia de un mundo representativo tras el mundo real. Y quizá viene de ahí el carácter de confabulación que ha conservado siempre nuestra amistad" (3)
"Eugenio Montes era un imberbe fiscal de la Audiencia y auxiliar del Instituto en Orense. Un auxiliar y un fiscal en los que ya se apuntaba toda la posterior cosecha, cuando yo estudiaba en el Instituto y asistí a alguna de sus clases que dio de Retórica en sustitución de Jaime Colemán.
Desde la admirada plataforma de mis doce o catorce años, yo he seguido la carrera de Eugenio continuamente y sin un solo desfallecimiento ni en el afecto ni en la admiración" (4)
A documentación de María Victoria, conservase na Fundación Barrié, e a de Felipe no arquivo familiar, que custodia o seu fillo Juan, quero mostrar a milla inmensa gratitude por o trato recibido e as facilidades que me deron para poder estudar, contextualizar e publicar este epistolario, a través do cal coñecemos, tanto de forma directa como indirecta a acollida, xenerosidade, compromiso e apoio económico aos nosos intelectuais:
"Conocí a Celso Emilio en la noche de los tiempos. El era bastante más joven que yo (había oito anos de diferencia, Felipe naceu no 1904 e Celso Emilio no 1912) y le vi por primera vez, en Orense, al final de la Guerra Civil. Me había mandado un poema a San Sebastián para ver si podía publicarse en una revista que dirigía Manuel Halcón. Era una revista mensual muy buena y, claro, la editaba Falange. Cunqueiro también trabajaba en ella.
Ya no le volví a ver hasta 1947, cuando vine de vacaciones de Inglaterra. Establecí una relación más estrecha, a partir de 1950, cuando hizo un viaje conmigo y con mi mujer María Victoria por la provincia de Pontevedra. Entonces fue cunado mejor le conocí. (...).
Un día, mi mujer y yo encontramos en una librería en Santiago, 'Longa noite de pedra', y nos impresionó extraordinariamente a los dos. Desde aquel momento se apoderó de nosotros la idea de que en Celso Emilio Ferreiro teníamos al gran poeta gallego que tanto nos faltaba y, con esta idea, la aprehensión enorme de que este hombre, ausente en Venezuela, pudiera perder el contacto con sus raíces y malograrse.
A la vuelta de nuestro viaje a Argentina, en verano del 71, pasamos por Venezuela. Nuestros amigos comunes nos confirmaron que la obra de Celso Emilio estaba siendo perjudicada por los problemas que había tenido allí con la comunidad gallega. Moraima y él estaban disgustados y con nostalgia enorme de Galicia. Cuando le planteamos abiertamente la necesidad de que regresara, nos encontramos con un hombre convencido. Y entonces le pedimos un voto de confianza para que nos dejase afrontar todas las cuestiones económicas, sociales y políticas que se iban a plantear con su vuelta a Galicia. A través de Álvaro Gil, que era consejero-delegado y presidente de varias compañías gallegas, conseguí que las compañías de las que formaba parte ayudasen a Celso Emilio a volver a España. Se le buscó un trabajo en 'Tribuna Médica' y, además, se le abrieron las puertas de la 'Editora Nacional' a través del ministro de Información. Hubo, incluso un problema con su hijo, porque cuando partió para Venezuela había entrado en Caja y se le consideraba como desertor" (5).
Esas xestións tiveron a súa recompensa, tal como o confirma a carta de Celso Emilio e Moraima enviada a Victoria e Felipe o día 21-10-71, que se conserva no arquivo de Assía: (6)

Queridos Victoria y Felipe:
Unhos días denantes da vosa carta, recibida hoxe, chegoume unha de Álvaro Gil, ofrecéndome un posto de traballo, cousa que debo as vosas amistosas xestións, que agradezo, como lle agradezo a íl o seu xeneroso xesto.
Según veredes pola adxunta copia, contesteille aceptando encantado endebén que o meu regreso terá que ser adiado até o primeiro trimestre do ano que vez, polas razóns que na carta lle explico.
Estou conmovido pola perspectiva do regreso a casa, despois dun longo viaxe que, si ben resultou carecer de senso, foi moi rico de experiencias de ensinos (...).


Con Eduardo Blanco Amor tiveron un trato familiar, numerosas foron as estancias na casa de Xanceda. Ese apego familiar, o máis seguro é que fose acompañado do económico, dadas as dificultades que por momentos pasaba Blanco Amor.
Gala, a filla de Rosalía de Castro, tivo en Felipe e en María Victoria o apego familiar, o cariño e o sustento económico, que na súa vellez precisaba. Este vínculo afectivo garda relación cos anos mozos do pai de Felipe e a filla de Rosalía.
"Hacia 1894, cuando estudiaba el último curso de Farmacia, Fermín mantuvo relaciones sentimentales con Gala, la hija de Rosalía de Castro y de Manuel Murguía, que contaba un año más que él. De ello existe constancia escrita. Incluso sobre estas relaciones, Victoria Armesto escribió un extenso artículo titulado 'Carta de Gala al padre de Augusto del padre de Augusto Assía'" (7).
O artigo ao que se fai mención foi publicado o día 11 de decembro de 1986 na Voz de Galicia
No arquivo deVictoriaArmesto, aparecen tres documentos interesantes. Un telegrama de pésame por o falecemento da nai de Montes, a copia da partida de nacemento de Eugenio Montes e unha carta manuscrita de Montes, informado da súa voda con NatividadZaro, Anexos 1, 2 e 3.
O telegrama do día 25 de abril do ano 1955, enviado por María Victoria e Felipe desde Nueva York a Eugenio Montes a embaixada de Roma, leva un texto breve, para acompañalo nun momento de profunda dor, debido ao falecemento da súa nai Elvira Domínguez Fernández o día 21 de Abril de 1955.
"NUESTRO MAS SINCERO Y CONDOLIDO PESAME CON UN FUERTE ABRAZO
MARIA VICTORIA Y FELIPE"
A carta manuscrita en papel timbrado do Instituto Español de Roma, por ambas caras, ven sen data, en cambio ao conservar o sobre, coñecemos que polo cuño saíu da oficina de correos de Roma - Nomentano o día 6 de decembro de 1968 ás 18 horas.
Texto extenso, para informar dun rito de paso moi importante da súa vida:
Querido Felipe: el día 8 de noviembre nos casamos Natividad y yo, en la Iglesia de San Agustín de Madrid. Queríamos que la boda fuese en San Pedro de Roma, aunque a mi en el fondo del corazón, quizás me hubiese gustado más en San Pedro de Bande, o en la capilla del Cristo, de nuestro Orense.

As terras ourensáns, con Bande no seu cerne, marcaron sempre os seus entrañables, nobres e profundos sentimentos. Montes é o gran descoñecido, tanto por a súa obra literaria, como por os seus feitos, é verdade que estivo na Falanxe, como tantos outros intelectuais, aos que na nosa terra se lle dedicou o día das Letras Galegas (Xosé Filgueria Valverde e Álvaro Cunqueiro), ou mesmo recibiron o Nobel de Literatura e o Príncipe de Asturias das Letras (Camilo José Cela).
Hicimos la boda en la intimidad con solo los amigos más queridos. Entre ellos quería, naturalmente, teneros a vosotros. Pero no estabais en Madrid, pues tu escribías esos días desde Norteamérica sobre las elecciones presidencias. Yo había pensado que tu fueses testigo mío, no pudo ser. Pero para vosotros es la primera carta de participación que escribo.
Os outros datos que aparecen no texto, foron comentados no apartado da correspondencia con Eduardo Blanco Amor.

NOTAS:
1 Fernández, C. (2020). Augusto Assía, un periodista en vanguardia. A Coruña. Publicaciones Arenas. p, 24.
2 Fernández, C, op. cit., p. 25.
3 Fernández, C, op. cit., p. 28.
4 Fernández, C, op. cit., p. 30.
5 Fernández, C, op. cit., pp. 435-436.
6 Fernández, C, op. cit., p. 468.
7 Fernández, C, op. cit., p. 18.
Rivero, Manuel
Rivero, Manuel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES