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Parroquias de Castro de Rei (VI)

martes, 23 de diciembre de 2008
Parroquias de Castro de Rei (VI) Parroquia de Ludrio (Santa María)
Esta feligresía tiene una extensión de 607,8 hectáreas, en las que se hallan las poblaciones de: Aldea de Baixo, Arnande, Grueira, Plazuela, Pousada, Sumedo y Touzón, que reunían en 1991 una población de hecho de 172 habitantes, de ellos 84 varones y 88 mujeres; mientras que la de derecho era de 177 habitantes, de los mismos 87 varones y 90 mujeres. Siendo el número de viviendas de 73, de las cuales 52 eran principales y 21 no principales.
Eclesiásticamente pertenece al arciprestazgo de Terrachá y diócesis de Mondoñedo-Ferrol; mientras que geográficamente la delimitan las parroquias de Ansemar, Viladonga y Loentia al norte Morcella y Frialde por el sur; Viladonga y término de Pol por el este, y Loentia y Modrid por el oeste.
La entidad registra su máxima altitud en el monte de As Pedreiras (572 m.), y esta bañada por varios afluentes del río Lea, entre ellos el Porto Muiño.
Son estos parajes auténticas estaciones arqueológicas que llegan a remontarse incluso a unos pocos milenios antes de Cristo, que no estaría nada sobrado un estudio más profundo en dicho campo. De finales del neolítico quedan unas cuantas medorras en el “Monte das Pedreiras”, que se extienden por la colindante parroquia de Arcas (Pol); igual que sucede en los yacimientos de este tipo fueron expoliados en numerosas ocasiones, e incluso muchas de ellas ya se han perdido definitivamente.
De la extensa etapa castrexo romanizado, conserva parcialmente destruido un amplio castro, colindante con el templo parroquial destinado a terrenos de cultivo, donde con frecuencia aparecen molinos de mano, el comúnmente denominado “muiño romano”, conservándose uno en la casa rectoral y algunos otros en casas de la vecindad; pero no son estos los únicos restos que parcialmente afloran al roturar el terreno, sino que suelen aparecer trozos de cerámica (terra sigillata), y hasta alguna que otra moneda ya del bajo imperio.
Quizás la primera referencia documental sea la que figura en la permuta “habida” entre el obispo de Lugo D. Pedro y don Aloito en el año 1062; seguida de otra del año 1236, donde la abadesa del monasterio de Cangas Dª Urraca Dieguéz otorga escritura de donación al monasterio de Meira de toda la heredad que ella poseía en la parroquia de Ludrio, fuesen bienes de tipo eclesiásticos o laicales.
A mediados del siglo XVIII se realiza el famoso Catastro de Ensenada que recoge en el apartado segundo del cuestionario general en estos términos: “...que dicho coto y feligresía es de señorío de D. Diego Antonio de Navia y Llamas, vecino de la feligresía de san Pedro de Freixís, a quien pagan anualmente cada uno de los vecinos la cantidad de veintitrés maravedís, y las mujeres viudas y solteras doce por la razón de basallaje; cuyo importe ascenderá un año con otro a doce reales y diecinueve maravedís, a excepción de los nobles que no lo hacen de cosa alguna. Y el lugar de Sumedo incluso en la referida parroquia forma parte de la jurisdicción de Lea, que es señorío del Conde de Grajal, a quien pagan cada uno de los vecinos un real y veintiséis maravedís; mientras que las mujeres viudas o solteras pagan treinta maravedís por razón de basallaje, lo cual asciende anualmente a catorce reales y cuatro maravedís; y en cuanto a los del estado noble no lo hacen de cosa alguna.
En las mismas fechas (a. 1753), gozaban de la condición de hidalgos D. Francisco Saavedra, vecino de Ludrio, donde era dueño de sendas casas; una de planta baja y piso alto que medía de frente doce varas y de fondo siete; mientras que la segunda era de una sola planta de (12 x 6 varas). Además de unas propiedades de treinta y seis parcelas.
Don Manuel Osorio, propietario de tres casas en Ludrio; dos de planta baja y una con piso alto; además de unas extensas propiedades que superaban las treinta parcelas.
Con la creación de los municipios en 1835, san Esteban de Ludrio pasó a formar parte del ayuntamiento de Castro de Rey de Tierrallana, pagando sus vecinos a la Diputación Provincial en 1845 la cantidad de 163 reales en concepto de contribución.
En 1838 los habitantes de Silva, Mos, Duarría, Dumpin y Ludrio habían solicitado a la Corporación Provincial no ser segregadas del término municipal de Castro de Rei, lo que favorablemente resolvió la diputación.
La monumental obra de Madoz referencia esta feligresía en los siguientes términos: “Ludrio (Sta. María de): feligresía en la provincia y partido judicial de Lugo (dos leguas), diócesis de Mondoñedo (6 1/2), y ayuntamiento de Castro de Rey de Tierra-llana (1 1/2), situada a las faldas del monte do Carballo, con buena ventilación y clima templado. Las enfermedades más comunes son viruelas, fiebres y dolores de costado.
Cuenta con 45 casas de pobres labradores, distribuidas en los lugares de Aldea, Arnande y Somedo. Hay una escuela de primera educación, temporal e indotada. La iglesia parroquial (Sta. María), es matriz de Santiago de Mondrid y Santa Columba de Orizón, su curato de segundo ascenso y patronato de la casa de Alcañices.
El término confina por norte con Santiago de Villadonga; por este con Sta. María de Cirio y Frayalde; por sur con el indicado anejo de Mondrid, y por oeste con san Esteban de Loentia. Hay tres fuentes de buen agua. El terreno es de mediana calidad, y sus montes están poblados de tojo y carpanza.
Los caminos son vecinales y mal cuidados, y el correo se recibe de Lugo. La producción es de centeno, patatas, maíz y nabos; cría de ganado vacuno, caballar, mular, lanar, cabrío y de cerda; se cazan perdices, liebres y codornices. La industria se limita a la producción agrícola.
Tiene una población de 45 vecinos y 225 almas.

Parroquia de Mondrid (Santiago)
Con una extensión de 357 hectáreas, se halla conformada por las poblaciones de: Ancado, Ancado Pequeno, Eixavedra, Iglesia, Pacio, Veigas do Couso y Vilar; cuya población según los datos del año 1991 estaba formada por 107 habitantes de hecho, de ellos 53 varones y 54 mujeres; mientras que la de derecho era de 111 vecinos, de ellos 54 varones y 57 mujeres. El número total de viviendas era de 37, siendo principales 31 y secundarias seis.
Delimitada por las parroquias de Loentia y Ludrio (N), Duancos (S.), Fraialde (E.), y Dumpín (O). En lo eclesiástico forma parte del arciprestazgo de Terrachá y diócesis de Mondoñedo Ferrol, y de jurisdicción parroquial depende el anejo de santa María de Ludrio.
Los montes no alcanzan cotas superiores a los 470 metros sobre el nivel del mar; formando la parte hidrográfica el río Lea y los arroyos de Regadas y el Rego das Ribeiras.
A pesar de ser una de las pocas feligresías del municipio de la que no tenemos constancia de yacimientos de arqueológicos conser-va en la toponimia menor algunos nombres indicativos de cierta aureola histórica como lo es el lugar de “a Agra da Escrita”, “o Prado de Fornelos”, o el mismo sitio “do Ancado".
Por esta feligresía pasaba un primitivo camino quizás de origen romano, o en su caso de la Alta Edad Media, el cual partiendo de la capital lucense proseguía a san Vicente de Pedreda, desde este término a santa María de Duancos y a esta de Mondríz para seguir por tierras de Ludrio a Viladonga, donde a su izquierda se halla el famoso castro y museo de Viladonga.
Las referencias escritas más antiguas de las que se tienen noticia datan del siglo XII, y obran en un documento de la catedral lucense donde se lee “Mondiriz". No obstante desde la baja Edad Media la historia de esta feligresía ha estado ligada a los poderes de unas cuantas familias hidalgas, que algunas todavía conservan grandes propiedades y airosos pazos como el de Perejón, la casa de Sanxurxo, que en su fachada principal campea un bien labrado blasón procedente de la casa do Louseiro en la inmediata parroquia de Fraialde; y la no menos importante casa do Ancado, que fue uno de los solares de los Saavedra, señores de renombradas posesiones por todo Castro de Rei.
Cuando en 1753 son recogidos en esta parroquia los asientos correspondientes para realizar la Real y única Contribución, en el capitulo segundo del "interrogatorio", manifiestan los vecinos "…que parte de dicha feligresía nombrada de Mundriz se halla inclusa en la jurisdicción de Castro de Rei, la cual es señorío de la entonces Condesa de Lemos, a quién pagan anualmente cada uno de los vecinos casados y viudos del estado plebello de la misma un real y dieciséis maravedís de vellón por razón de basalleje, que ascenderá un año con otro a veinte y tres reales y un maravedí. a excepción de los nobles, mozos solteros, mujeres viudas o solteras que no lo hacen de cosa alguna y así mismo percibe anualmente de todos los vecinos moradores (residentes) en dicha parte de la feligresía correspondiente a la jurisdicción de Castro de Rei ciento y treinta y tres reales y tres maravedís por razón de alcabala que se les comparte a proporción de los caudales de cada uno, y la otra parte nombrada Vilar perteneciente a la jurisdicción de Lea es de señorío del Conde de Granxal, a quién pagan cada uno de los vecinos que fuese cabeza de familia del estado plebello la cantidad de veinte y tres maravedís por razón de basallaje, y un real con dos maravedís por la Luctuosa; y siendo mujer viuda o soltera teniendo labranza paga la mitad de dichas cantidades. Todo ello ascendía un año con otro a trece reales y treinta maravedís. No pagando nada los nobles y vecinos pobres, que no tenían tierras de cultivo, los cuales no lo hacían de cosa alguna".
Por aquél entonces figura en dicha parroquia censado como hidalgo D. José Pardo Sanciprián, propietario de cinco casas, dos en Mondríz, y las otras en lugar “Vello”, "Ancado de Arriba", y lugar "do Pacio"; además de setenta y ocho parcelas, dos molinos y los ganados.
Don Fernando Saavedra, dueño de sendas casas en el lugar "do Ancado", y otra en el “Lugar Novo". Además de treinta y dos fincas, un molino y los ganados. Familiar del anterior ha sido D. Francisco Juan Saavedra, que fue censado como hidalgo en el padrón de Calleyta de 1762.
A raíz de la creación de los municipios, y en virtud del Real Decreto de 1835, la parroquia de Mondrid pasó a formar parte del entonces Ayuntamiento de Castro de Rey de Tierra llana, que tuvo una duración de cinco escasos años, para volverse constituir de nuevo en concello según la circular de la Junta Provisional de la Provincia del nueve de octubre de 1840. Pagando los vecinos de Mondrid, 191 reales a la Diputación Provincial en concepto del reparto contributivo del año 1845.

López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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