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Azerbaiyán rinde homenaje a las víctimas del genocidio de Jodyalí

jueves, 02 de marzo de 2023
El pasado 25 de febrero se cumplió un año más de la impunidad de Jodyalí, cuando toda la comunidad progresista del mundo rinde homenaje a las víctimas de la tragedia en la ciudad azerbaiyana de Jodyalí, Reza Degati, uno de los pocos testigos de los trágicos acontecimientos, inaugura su web «Testigo de los trágicos acontecimientos de Jodyalí» https://www.khojalywitness.org/?mc_cid=80cb70bafc&mc_eid=UNIQID. El periodista de renombre internacional manifiesta: «Lo visto me ha impactado tanto que veo mi deber en la familiarización de la comunidad internacional».

Desde hace más de 30 años, Reza Degatí organiza las exposiciones fotográficas que retratan la verdad sobre el genocidio de Jodyalí, cuando Armenia, violando las normas y principios del Derecho Internacional, ocupó Karabaj.

A finales del 1991 y a comienzos del 1992, se intensificaron las operaciones militares de Armenia contra Azerbaiyán. Una de estas operaciones militares contra la población de Karabaj, en la ciudad de Jodyalí  con 7 mil habitantes, terminó en la tragedia. 
La masacre de Jodyalí perpetrada por Armenia fue crucial para la premeditada limpieza étnica contra el pueblo azernaiyano, comenzada a finales de los años 1980. El proceso de deportación de los azerbaiyanos que vivían en Armenia estuvo acompañado de asesinatos, torturas, destrucción de bienes, saqueos generalizados y sistemáticos en toda Armenia.

En la madrugada del 26 de febrero de 1992, tras el ataque con el uso de la artillería pesada, las fuerzas armadas de Armenia y sus formaciones militares con el apoyo del regimiento motorizado 366  del Ejército Soviético comenzaron la ofensiva para asaltar la ciudad. Como consecuencia de la ocupación, 5.379 habitantes fueron forzosamente expulsados. Las personas civiles, comenzaron a abandonar la ciudad con el objetivo de llegar al primer cercano pueblo azerbaiyano. Sin embargo, sus esperanzas no se hicieron realidad.

Armenia afirma haber dejado un corredor para la población civil. Sin embargo, pronto  se averiguó que este corredor no fue más que una trampa. La población que abandonaba la ciudad se quedó atrapada: a la entrada de pueblos Najichivanlí y Pirchamal le esperaban patrullas militares armenias. Como resultado del tiroteo abierto por las patrullas,  una parte  de los civiles resultó muerta, otra, prisionera. Los niños y mujeres, al huir a las montañas, murieron congelados. Pocas personas consiguieron llegar a la ciudad de Agdám...

Como resultado del cautiverio y el asalto de la ciudad resultaron muertas 613 personas, entre ellas 106 mujeres, 63 niños, 70 ancianos; 1275 personas fueron apresadas; el destino de 150 personas, incluidas 68 mujeres y 26 niños es desconocido. En esta trágica madrugada 487 vecinos de Jodyalí, entre ellos 76 niños, resultaron inválidos por vida. Ocho familias fueron exterminadas, 130 niños quedaron huérfanos de uno de los progenitores, 25 niños quedaron huérfanos de ambos padres, 56 víctimas murieron torturadas. La ciudad fue borrada del mapa...

La masacre de Jodyalí fue solo el comienzo, las atrocidades cometidas allí marcaron la pauta para la limpieza étnica y destrucción llevadas a cabo por las fuerzas armenias durante el resto del conflicto. Todos los hechos probatorios sobre los trágicos acontecimientos de Jodyalí demuestran claramente que los crímenes perpetrados en esta ciudad azerbaiyana no fue un acto accidental, sino una parte integral de la política de violencia sistemática de Armenia. La masacre  deliberada de civiles en Jodyalí fue el crimen por razones étnicas y tuvo como objetivo el exterminio masivo de personas solo por el hecho de ser azerbaiyanas.

Human Rights Watch calificó la tragedia de Jodyalí como «la masacre más sangrienta perpetrada en el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia», país que había ocupado alrededor de 20% de todo el territorio de Azerbaiyán y convertido a más de un millón de azerbaiyanos en refugiados y desplazados internos, expulsándolos de sus hogares.

Los crímenes de guerra, de lesa humanidad y contra la paz perpetrados por Armenia en el marco de su agresión contra Azerbaiyán, son graves violaciones de los Derechos Humanos y  del Derecho Internacional Humanitario, en particular, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1949, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Derechos políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre los Derechos del Niño y del Convenio para la Protección de  los derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Por consiguiente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en su sentencia de 22 de abril de 2010, concluyó que los actos de particular gravedad, perpetrados en Jodyalí, pueden constituir crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.

El Parlamento de Azerbaiyán, tras hacer una valoración político-jurídica del genocidio de Jodyalí, por la petición del Líder Nacional Heydar Aliyev declaró el 26 de febrero como «Día del Genocidio de Jodyalí». Desde el año 2008, por la iniciativa de la vicepresidenta de la Fundación Heydar Aliyev, Leylá Aliyeva, fue iniciada la campaña «Justicia para Jodyalí» que tiene como objetivo el reconocimiento y la valoración político-jurídica del genocidio de Jodyalí por parte de la comunidad internacional. Como su resultado, los órganos legislativos de 18 países, así como 24 Estados de Estados Unidos, la Organización para la Cooperación Islámica y la Organización de Estados Túrquicos han adoptado numerosas resoluciones y decisiones que, condenando la masacre de civiles en Jodyalí, la evalúan como un acto de genocidio y un crimen de lesa humanidad.

El pueblo azerbaiyano sigue acongojado porque los perpetradores de los crímenes no solo no fueron llevados ante la justicia sino son glorificados en Armenia. La impunidad desfrutada durante años conllevó a la nueva agresión perpetrada por Armenia el 27 de septiembre de 2020.

Hoy, tras la restauración de la integridad territorial de Azerbaiyán por la Guerra de los 44 días en 2020, los azerbaiyanos de todo el mundo conmemoran el 31º aniversario del genocidio de Jodyalí y unen sus esfuerzos para que una tragedia como esta nunca vuelva a ocurrir.

Un país, que sufrió casi 30 años de ocupación, condena con dureza todos los actos terroristas y las políticas de agresión; haciendo una llamada a la comunidad internacional para que haga un esfuerzo y demuestre su solidaridad mediante la lucha contra estos crímenes de guerra.
Guaylupo, Eduardo
Guaylupo, Eduardo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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