Seguimos avanzando, pero...

Estos días se conmemora el día internacional de la discapacidad que trae a primer plano la problemática y las reivindicaciones de más de tres millones de personas en España. Sirve para reconocer lo mucho que se ha avanzado, pero también para darnos cuenta del trabajo que queda por realizar, que no es poco todavía.

Todavía hay que seguir avanzando en el campo de la sensibilización, incluso entre gente muy cercana a nuestro colectivo por ejemplo aquellas personas que hacen un uso fraudulento de las tarjetas de aparcamiento reservados, utilizándola aún no llevando en el vehículo al titular de la misma, no dándose cuenta que aprovechándose indebidamente de esa tarjeta están perjudicando notablemente a otras personas que si necesitan esos aparcamientos para poder desarrollar su vida diaria

La mayoría de personas discapacitadas sigue estando en la lista del paro y los que trabajan lo hacen en puestos no cualificados La administración reserva plazas en las oposiciones pero a mi juicio están cometiendo un error en la forma. Para optar a esas plazas se debe tener un 33% de minusvalía y yo creo firmemente que ahí debería haber más criba. No se puede meter en el mismo saco a una persona con una discapacidad física severa que dependa de otra para realizar alguna de sus actividades diarias que a una persona que tenga una discapacidad más leve. Ni meter en ese grupo tampoco a un discapacitado intelectual que necesitaría ser baremado de otra forma para poder competir por esas plazas, para las que seguro que si se crea el conducto adecuado está capacitado.

La ciudad es cada día más accesible aunque también quedan temas pendientes. Es triste afirmar que la gran mayoría de las personas con reducida de Lugo nunca han dado un paseo por nuestro principal monumento, que tienen que renunciar a algo tan habitual y tan nuestro porque sencillamente no pueden subir. La muralla es Patrimonio de la Humanidad pero nosotros no la sentimos nuestra mirándola siempre desde la ronda, viéndola tan cercana y a la vez tan lejana. Ahora desde los jardines de la Diputación se quiere instalar un ascensor para subir al adarve y esa posibilidad genera una gran ilusión entre nosotros que de materializarse hará que se satisfaga esa anhelada demanda, lo que además conllevaría que el nombre de Lugo sonase muy lejos porque sería la única muralla en Europa accesible en todo su perímetro ya que las pocas que se han acondicionado sólo han podido hacerlo en determinados tramos. Esperemos que este proyecto llegue a buen puerto como esperamos que la Consellería de Cultura se ponga de acuerdo con la de Vivienda y Suelo para respetar el compromiso que tenían con Auxilia (nuestra memoria es buenísima), de habilitar una rampa a la muralla en el solar de la tineria porque conseguir un acceso no significa tener renunciar al otro.

Aquilino González
Auxilia Lugo