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La pobreza infantil, un escollo para el desarrollo de la vida del niño

martes, 27 de diciembre de 2022
En estos momentos de la Navidad en los que la mayoría de la gente quiere disfrutar con los suyos de la abundancia de la mesa y de los regalos que unos y otros compartenpor estas fiestas, para muchas familias contar con lo mínimo imprescindible para cubrir sus necesidades sería su máxima aspiración.

Pero es que tampoco la pobreza es igual para todos los miembros de las familias pobres. Mientras que, para un adulto, la escasez de recursos le supondrá comer mal o no poder disponer de aquello que necesita para vivir con dignidad, para un niño, esa misma ausencia de recursos alimenticios tendrá muchas otras consecuencias.

Consecuencias que van a ser graves tanto para su desarrollo actual como para su futuro, puesto que la imposibilidad de conseguir una nutrición adecuada, ahora, le va a afectar tanto a su desarrollo físico como intelectual. Y a esto hay que añadirle la falta de otros elementos y medios que se encuentran implícitos en su formación escolar y relacional y que, igualmente comportarán un hándicap para sus posibilidades de integración social y laboral en su futuro. Todo esto no es más que la punta del iceberg, bajo el que que se descubren otros muchos factores también importantes, como pueden ser los actos morales con los que irán desarrollando su vida y que lo pueden transformar en una persona antisocial e incapaz de integrarse socialmente o que transformarlo en una persona perpetuadoray transmisora de la pobreza a sus descendientes.

Por todo esto, amparar a las familias pobres es un deber social en el que no sólo debemos fijarnos cuando nuestras mesas están llenas o sentimos la satisfacción de rodearnos de los nuestros, sino que debe ser una obligación social durante todo el año. Y así como solicitamos que nuestra educación o nuestra sanidad funcionenen todo momento de acuerdo a nuestras necesidades, así también deberemos hacerlorespecto de los servicios sociales públicos: porque nadie está libre de ser pobre o de llegar a ellodebido a las circunstancias en que puede verseinvolucrado.

Una sociedad que dispone de unos servicios sociales de calidad tiende a ser una sociedad sana, pues con ellos previene al conjunto de sus miembros de las adversidades que les pueden sobrevenir. Y estoes doblemente importante cuando hablamos de los más pequeños.

Muchaspersonas piensan que el estado de bienestar dependetres pilares: un trabajo que le aporteal individuo los medios económicos necesarios para su propio mantenimiento o el de su familia; una sanidad que le permita un desarrollo saludable a lo largo de su vida, y una educación que les trasmita a sus hijos su cultura social. Pero muchas veces se está olvidando el cuarto vértice de este estado de bienestar: los servicios sociales, un factor que le da cohesión a los otros tres.

Con unos buenos servicios sociales la sociedad puede paliar en buena medida la falta de trabajo, así como las deficiencias de sus áreas sanitaria y educativa. Cuidar de los servicios sociales es cuidar de la sociedad en su conjunto, y esta, cada vez más,está urgida de unos servicios más especializados y más profesionales, lo que influirá sobre todo en los más jóvenes y en su calidad de vida futura, a la vez que les previene de caer en nuevos procesos insuperables de pobreza.
Suárez Sandomingo, José Manuel
Suárez Sandomingo, José Manuel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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