La República de China (Taiwán) hace un año más un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye su participación significativa en la próxima 27ª Conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(UNFCCC, siglas en inglés), que tendrá lugar en Egipto del 6 al 18 de noviembre de 2022.
Pese a las dificultades para participar en la UNFCCC debido a la presión de China, en los últimos años Taiwán ha seguido trabajando y adoptando sólidas y eficaces medidas para luchar contra el cambio climático. Situado en una región altamente vulnerable a los efectos del clima, Taiwán lleva muchos años comprometido activamente en la formulación de políticas y mecanismos legales, investigación y desarrollo tecnológicos, innovación industrial y transformación social como respuesta a los desafíos del cambio climático.
La visión a largo plazo de Taiwán para 2050 consiste en hacer de la transición a cero emisiones netas la nueva fuerza impulsora del desarrollo nacional. Pero realizar la transición hacia cero emisiones netas solo posible si la comunidad internacional trabaja de manera conjunta. Taiwán tiene fuentes de energía independientes limitadas y un sistema económico orientado al comercio exterior. Si no puede vincularse a la perfección con los mecanismos de cooperación internacional bajo el Acuerdo de París, esto no solo afectará al proceso de las industrias taiwanesas para convertirse en ecológicas, sino que también socavará la estabilidad de las cadenas de suministro internacionales.
Dispuesto a aprovechar su liderazgo en el sector de la alta tecnología mundial, Taiwán invertirá 30.000 millones de dólares estadounidenses para 2030 con el fin de promover cuatro estrategias de transición: (1) transición energética, para llegar a llegar a ser el centro de desarrollo de la energía verde en Asia; (2) transición industrial, para reforzar la posición de Taiwán en la cadena de suministro verde mundial; (3) transición en el modo de vida, para promover un modo de vida con bajas emisiones de carbono que abarca aspectos como la dieta, el transporte y la arquitectura, y (4) transición social, para establecer un sistema de apoyo social que brindará asistencia a los grupos desfavorecidos de todos los sectores de la sociedad.
Para hacer frente a los desastres climáticos, la comunidad internacional debería dejar de lado las consideraciones políticas y transformar los retos en nuevas oportunidades para defender el destino común de la humanidad. En este sentido, Taiwán insta un año más a la comunidad internacional para que, dejando atrás las consideraciones políticas derivadas de la presión de China, apoye una participación significativa, pragmática y profesional de la República de China (Taiwán) en la próxima y crucial cita de la UNFCCC en Egipto.
