Se acaba de cumplir estos días el aniversario de la desaparición de la pintora y escritora gallega Tonia Vázquez, artista con proyección internacional amiga de Carmen Conde y Gloria Fuertes.
La artista multidisciplinar nacida en Ferrol a mediados de los años cuarenta falleció como consecuencia de un ictus masivo, según fuentes familiares.
La artista dejó un importante legado pictórico y literario compuesto por cientos de cuadros, miles de dibujos de diferentes técnicas y numerosos libros inéditos de poesía, cuentos, relatos y varias novelas, además de los ya publicados «Prólogo de la esperanza» y «Antología poética del grupo Tambo», editados por Torremozas y Follas Novas, respectivamente.
Tonia fue discípula de Laxeiro y Tomás Barros y combinó su polifacética carrera en el mundo de las artes durante cinco décadas y la literatura con su etapa docente como profesora de dibujo en diferentes centros del territorio gallego.
Cinco décadas de intensa creatividad.
A lo largo de los años, más de cinco décadas como profesional, realizó numerosas exposiciones en organismos oficiales y privados, salas de arte y galerías. Su obra se encuentra en museos y en los fondos de patrimonio cultural de la Xunta de la Galicia. Entre las exposiciones realizadas destacan las realizadas en el Museo gallego de Arte Contemporáneo en Santiago de Compostela, Sala de exposiciones, CaixaVigo, Centro Torrente Ballester de Ferrol, Banco Bilbao Vizcaya de Ponferrada, Círculo de las Artes de Lugo, Galería Tudores de Marbella y una larga lista de muestras que jalonan su exitosa carrera que continúa tras su fallecimiento.
La evolución de su pintura parte desde el realismo de los primeros años hasta el expresionismo abstracto pasando por diferentes etapas entre las que cobran especial importancia las dedicadas a la investigación en la técnica del pastel que la convirtieron una verdadera experta como han señalado numerosos críticos de arte.
En palabras del crítico Rocha Vigo: «Tonia al igual que el pintor francés Georges Braque piensa en formas y en colores y su habilidad artística la manifiesta por creatividad en continuo intercambio productivo y hay que fijarla o situarla en la dimensión de un espíritu que se ha realizado mirando al arte del mismo modo que mira la naturaleza, es decir, para penetrarla, para vivir dentro de ella, para ascender con ella a un nivel de conciencia: pero nunca para imitarla y tomarla de modelo.
Recojo también la crítica del periodista Gonzalo S. Folgueira que definía sus trabajos. «Las composiciones son dinámicas y equilibradas, resueltas a base de una pincelada espontánea y grácil-casi gestual- en la que el color adquiere forma gracias a un vigoroso grafismo que delimita las figuras y que nos sumerge en el universo íntimo, sensual y poético de la artista a través de un lenguaje netamente expresionista en el que la alegría y el sufrimiento, el recuerdo y la evocación, se hacen patentes al espectador, con el que consigue establecer un diálogo casi confidencial».
Tonia era una mujer poliédrica, llena de matices, con una capacidad creativa interminable que la trasporta por el mundo de las ensoñaciones personales que sabe plasmar en sus creaciones de una forma personalísima e insólita. Su torbellino de ideas reinventan la realidad para dar paso en algunos momentos a un surrealismo con otros acentos que marcan una producción magnífica en el mundo de las artes plásticas.
Una intensa amistad con Gloria Fuertes y Carmen Conde
La vida cultural y social de Tonia fue intensa. Tuvo numerosas amistades en el mundo de la literatura y las artes. Gloria Fuertes fue una de las escritoras con las que tuvo mayor relación y con la que mantuvo una estrecha amistad hasta el final de sus días. Con Gloria realizó algunos recitales y fue la prologuista de su libro «Prólogo de la esperanza». De ella afirmaba: «La poesía de Tonia Vázquez es bella y doliente, apasionada y lógica, humilde y rebelde, profunda y directa de su corazón al lector. Su poesía se entiende y por eso se siente y se siente, que a veces no está escrita con tinta, que está escrita con llanto».
También la escritora Carmen Conde fue otra de sus amigas con la que mantuvo además una intensa correspondencia de la que queda un legado más que importante. Carmen Conde hablaba de la sensibilidad de Tonia, de la importancia de su capacidad reflexiva, del instinto natural que poseía para encontrar la verdadera esencia de la vida y de los seres humanos con los que tenía una verdadera comunión espiritual.
Una apasionada de la moda
A pesar de pertenecer a una familia tradicional, Tonia fue una mujer bellísima que rompió moldes reivindicando para la mujer una presencia justa en el mundo de la educación, la cultura y el arte que llevó a sus escritos de manera intensa. Todo esto lo combinaba con su pasión por la moda y la alta costura desde su juventud. Era fácil encontrarla en el «front row» de la pasarela Cibeles apoyando a sus amigos diseñadores, especialmente a Elio Berhanyer con el que mantuvo una gran amistad al igual que con otras personalidades del mundo de la costura como Charo Montarco o María Rosa Salvador, creadora de la aguja de oro. Pertegaz, Balenciaga, Miguel Rueda y, sobre todo, Pedro Rodríguez fueron algunos de sus diseñadores preferidos de los que lució modelos en numerosas ocasiones.
Una exposición retrospectiva en Madrid
Con tal motivo para los próximos meses se está preparando una importante exposición que mostrará una magnífica colección de sus obras, pertenecientes a diferentes épocas de creación, muchas de ellas de carácter inédito, con las que el público madrileño podrá redescubrir la personalidad de esta artista. A su vez también se prepara un recital homenaje para final de año.
