Tiempo de poda en EE.UU. también.

Caminaba, yo, subida en el andador del gimnasio, sufriendo, sudando cada paso que daba, por intentar dar una zancada cada vez más larga y rápida que la anterior que quemara esas calorías del desayuno energético y goloso al que a diario no renuncio y del que siempre me arrepiento cuando ya es demasiado tarde.
Y así, subida en el andador que está situado junto a un gran ventanal transparente al pie de calle, de repente, frente a mi, aparecen los jardineros del Ayuntamiento podando las ramas de los árboles de la extensa avenida ajardinada.
Egoístamente, no sin cierta pena de los árboles, me alegraba por no ser, yo, la única que "andaba", padeciendo en ésos precísos intantes.

Es tiempo de poda de árboles, setos y vallas en algunos jardines caseros, parques y avenidas, de pueblos, ciudades y países, donde El Otoño se hace notar con sus bajas temperaturas y, como tal, las plantas suelen hibernar hasta la llegada de la hermosa estación que es La Primavera.
Tiempo de tala donde, al cercenar cuidadosamente las plantas, no sólo se obtiene mayor rendimiento y calidad de frutos y de fustes sino que, también, se eliminan las partes enfermas o dañadas y aquéllos vástagos, que brotan de las ramas, troncos o raíces de los árboles, llamados chupones.

Una poda mal hecha, no sólo alteraría el crecimiento natural de las plantas sino que podría acabar con la vida de estos seres vivos.
Cada árbol, arbusto o planta, necesita una poda diferente y una técnica adecuada. De ahí las distintas clases de poda que existen para cada ocasión: poda de verano, de invierno, de limpieza, de aclareo, de formación, de copa...
Cada ejemplar necesita ser estudiado, cuidadosamente, antes de intervenir en su proceso natural de crecimiento para poder así eliminar sus extremidades dañadas y ser muy cautelosos con aquellas que se corten para no dañar al resto.

Por tanto, la poda no sólo signifca cortar, suprimir, limpiar o eliminar sino, también, transformar, renovar y vivir.
Tiempo de renovación. Tiempo de tranformación.

Tiempo de poda en EE.UU., también.
Éste pasado martes, 4 de Noviembre de 2008, los estadounidenses "podaron" al clan Bush en lo que se ha denominado "la elección presidencial histórica".
La de más votantes, la más cibernética (recaudación digital para los fondos de campaña), la más importante de las últimas décadas, pero sobre todo, la primera en elegir a un jefe de estado negro en toda la historia de los Estados Unidos de América, el senador demócrata por Illinois, Barack Obama, afroamericano de 47 años de edad.
En ésta nueva etapa americana para elegir a su presidente número 44, se han utilizado distintas clases de poda debido a sus cuatro usos horarios (el de la costa este, el de Hawai, el de Alaska y el de el resto del país) y a su sistema de votos.

Tiempo de poda en Wahsington, donde un nuevo inquilino habitará la Casa Blanca -construída con mano de obra esclava- y, para ello, se ha precisado de 21 meses de estudio y observación; de activa campaña electoral para ahora empezar a talar, cortar y eliminar las ramas secas y dañadas que ha ido dejando la Administración Bush.
Ardua tarea de limpieza que ha de comenzar eliminando los chupones descarados y prepotentes que han ido brotando, creciendo y arraigándose en todos estos años fatídicos de mandato.

Bienvenida poda que permita brotar y resurgir la esperanza y la justicia en los nuevos retoños primaverales para que emergan vigorosos, inteligentes, respetuosos y pacíficos entre ellos y el resto del mundo. Que sirvan de pulmón a la humanidad; al diálogo que acabe con las guerras, las crisis y la recesión. Para que cada Primavera sea más dulce, colorida, ecológica y sana y así, nuestras vidas respiren un aire más puro, benigno y justo.

Pero como cualquier poda, será fundamental hacerla poco a poco, con prudencia, mimo e inteligencia, para que no produzca el efecto contrario: crecer sin parar y vuelva a brotar otro gigante patoso que aplaste a la humanidad.