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Carta de Faustino Santalices a Eugenio Montes

lunes, 18 de abril de 2022
Na parte superior da carta aparece o ano, que semella ser 1926, teño dúbida se o último díxito é un 6, e se chegou a enviarse, dado que, non temos a correspondencia que recibiu Montes, só atopamos a que el emitiu, a miña hipótese é que se trata dun borrador (ao conter tres liñas tachadas na segunda cara), ou unha copia do orixinal enviado por Faustino Santalices, (anexo 1).

Por o contexto, coñecemos, que previamente Faustino foi invitado a un acto importante, no que está unha segunda persoa "Prieto", que é significativa para ambos. Na súa contestación, lamenta non poder asistir de forma física e únese de todo corazón a esa celebración, dado que os seus éxitos honran a todos os galegos.

No ano que sitúo a carta hai un fito moi importante na súa historia de vida, "En 1926 Eugenio Montes gana, con el número uno, la cátedra de Instituto que entonces se llamaba de "Lógica, Psicología, y Etica y Fundamentos de Derecho". Según consta en su registro personal en el Ministerio de Hacienda, gana la cátedra el 19 de julio de 1926 en Cádiz (1).

[Sr. D. Eugenio Montes 1926?
Mi querido amigo:
Ocupaciones inaplazables, impuestas por el divino papel que estoy representando, me impiden asistir a ese acto, al que me asocio de todo corazón, por estimar que los éxitos obtenidos por ti y Prieto nos honran a todos los gallegos].

No segundo parágrafo fai énfase na terra que o viu nacer e na herdanza xenética do seu avó. Da a entender que a confluencia desas dúas variables son a clave dos seus éxitos, tanto presentes como o serán no futuro, e o mesmo tempo, as que lle imprimen ese carácter de "férrea voluntad": traballo, constancia, establecemento de metas retadoras e disciplina, tanto no estudo como na investigación.

Do seu avó don Eugenio Domínguez coñecemos que: "El abuelo materno era notario y decide, cuando está a punto de nacer Eugenio, trasladarse de Bande a Vigo para tener mejor atención médica si el parto se complica. Nace, pues, Eugenio Montes en Vigo, el 24 de noviembre de 1900 (2), aunque al poco tiempo su familia vuelve a Bande. Partida de nacimiento (Vigo, sec. 1º, tomo 58, Folio 266).
"El jus soli de Eugenio Montes, es Vigo; el jus cordis es Bande. Donde transcurrió su primera infancia, lo que de verdad le conmueve” (3).
Faustino Santalices, dinos do avó: "que le bastó un solo impulso de su férrea voluntad para redimirse del trabajo manual y alcanzar al poco tiempo un puesto preeminente". Refírese a que tiña o oficio de ferreiro e acabou sendo Notario.

Quen nos aporta a información completa deste cámbeo na escala social, ao pasar de ferreiro a notario, nun espazo curto de tempo, foi Victoria Armesto, na súa columna de La Voz de Galicia, "Hoxe e mañá", do xoves, 26 de setembro de 1991, co título "La saga de los Montes", páxinas 17 e 55, (anexo2).
"Para entender la razón de que Eugenio Montes naciera en Vigo, y no en Bande, hay que remontarse a la saga familiar y detenerse en una de las personas más interesantes de esta familia, el abuelo materno, Eugenio Domínguez, que comenzó su vida siendo herrero.

El joven herrero de Bande, que no debía ser una persona nada corriente, tuvo la osadía de enamorarse nada menos que de Anita, la hija del registrador, de la ilustre familia de los Quintáns, una señorita muy refinada que residía en la casona familiar la cual, ante el pasmo de sus familiares y amigos, correspondió a los sentimientos del herrero y anunció que se quería casar con él.

Horrorizados los padres la encerraron en un convento. Entonces el herrero decidió cultivarse y todos los días, al acabar su trabajo en la forja, se dirigía a la rectoría donde le daba clases el abad de Bande. En muy poco tiempo se hizo bachiller, Eugenio Domínguez se trasladó a Santiago donde, a la vez que estudiaba Derecho, se ganaba la vida dando clases de matemáticas a los aspirantes a entrar en la Academia de Artillería.

(...) Pues bien, una vez que el herrero Eugenio Domínguez acabó sus estudios se hizo notario requirió la mano de Anita, que seguía en el convento, y se casó con ella. El ex-herrero y Anita fueron los padres de Elvira Domínguez Quintáns que era una chica guapísima y, cosa rara para su época, se hizo bachiller.

(...) También el padre de Montes era una personalidad interesante. Se llamaba Manuel Montes Rubín y era natural de Moreiras, cerca de Orense. Era capitán de la marina mercante y procurador y en Bande montó un establecimiento que dominaba la vida comercial de la villa. (...)".

[Además, tú eres de Bande, allí naciste y aquella montaña dura y arisca formó la recia contextura celular del cerebro de tu abuelo, tipo representativo de la raza, que le bastó un solo impulso de su férrea voluntad para redimirse del trabajo manual y alcanzar al poco tiempo un puesto preeminente y una alta significación en el foro gallego, que es tanto como decir en España].

"Era su vocación, su irremediable vocación. La de Eugenio Montes ha sido tan imperativa, cuando, once años apenas cumplidos, ha de esforzarse para que el bibliotecario del Instituto de Orense le sirva la Historia de las Ideas Estéticas, que es lo que le pide, en lugar de "Veinte mil leguas de viaje submarino" que se empeña en ofrecerle creyendo que es lectura más adecuada a su edad. Es la vocación, sí. Y todas las vocaciones artísticas y literarias y matemáticas, son siempre tempranas" (4).

"Eugenio Montes Domínguez crecería escuchando leyendas medievales, consejas, novelas de Walter Scott que ensancharían su mundo hasta vivir tiempos tan prodigiosos como aquellos en que andaba a la sombra de don Ramón María del Valle Inclán" (5).

"Mi madre estaba leyendo constantemente libros de su padre: Orlando, furioso, Jerusalén libertada... Y yo siempre estaba a su lado. Un día, con gran sorpresa, descubrió que yo sabía leer" (6).

"La madre de Eugenio, su dulce y tierno Virgilio, su guía supremo, le ayudaría a desentrañar los textos difíciles y le empujaría hacia los más bellos que su precoz sensibilidad asimilaría en seguida" (7).

"En el Ateneo de Madrid vi por primera vez a José Antonio. Al igual que yo iba más a los pupitres de lectura que a las tertulias. (...) Yo había observado con anterioridad que José Antonio se sentaba cerca de donde yo me ponía y curioseaba en mis libros cuando yo me levantaba a beber un vaso de agua o a tomar un café (...). Yo pedía siempre quince o veinte libros de una vez, y José Antonio repasaba sus lomos con el rabillo del ojo" (8).

"La vida de Montes, como la de todo intelectual, ha sido de completa dedicación al estudio. En todos los lugares de paso y residencia se le encontraba siempre en una biblioteca rodeado de volúmenes" (9).

[En aquel descendiente está la raigambre de tu mentalidad y que la ley de herencia se cumplió inexorable y fatalmente, es que tu madre, ¿no recuerdas?, sólo podía acallar tus lloreras de niño voluntarioso dándote librotes y mamotretos que devorabas en un recanto de aquel balcón orientado al norte, donde te quedabas dormido agarrado a los libros. Éste es el secreto y ahora lo revelo, para aquellos que se asombran de tu erudición.

Eres de Bande: que conste así y no haya lugar a dudas el día de mañana para averiguar el lugar de tu nacimiento, porque espero darás motivos para que a los futuros historiadores les preocupe tu origen.

Un abrazo de tu
[traço ilegível]
En Bande ademais do ostracismo, quédanos parte da súa memoria e esta excelente descrición que nos fai Victoria Armesto, no artigo de La Voz de Galicia, anteriormente citado, (anexo 2).

"El busto de Eugenio está mirando y sonriendo irónicamente hacia el lugar en donde otrora estaba la forja de su abuelo el herrero Eugenio Domínguez. De esa forja ya no queda sino el recuerdo y una llave que conserva Alfonso Santalices.

A la izquierda del busto de Montes se encuentra la antigua casa solariega de los Quintáns que, aunque deteriorada en relación al pasado, aún conserva su encanto. Detrás está la rectoral en donde el herrero recibió las primeras clases del abad".

A ecuación rendibilidade - esforzo, ao final da súa traxectoria vital, vese equilibrada. Múltiples foron os recoñecementos a súa labor intelectual, nos que destacan en maior medida os de carácter internacional en relación aos de carácter nacional.

Agardamos tempos propicios, nos que permitan analizar a súa obra, sen os prexuízos que conlevan o seu posicionamento político, tanto de esquerdas, cando era radical, tal como nolo describe Rafael Alberti (10); candidato socialista nas constituíntes de 1931 por a provincia de Ourense ou de dereitas defendendo os postulados da falanxe e a ditadura de Franco, esperamos que nese congreso, a celebrar en Bande ao longo deste ano, aflore ese debate en liberdade, dunha sociedade madura e plural, no que todos poidamos aprender, desaprender e ensinar.

NOTAS:
1. Gutiérrez Palacio, Javier. (1989). Eugenio Montes. Prosista del 27. Estudio Crítico y Antología. Orense. La Región, pp. 31 e 54.
2. Gutiérrez Palacio, Javier. (1989). Eugenio Montes. Prosista del 27. Estudio Crítico y Antología., pp. 25 e 53, op. cit.
3. Calvo Sotelo, Joaquín, contestación al discurso de don Eugenio Montes en su recepción pública en la Real Academia Española el 22 de enero de 1978, Madrid, Real Academia española, 1978, p. 83.
4. Calvo Sotelo, Joaquín, contestación al discurso de don Eugenio Montes en su recepción pública en la Real Academia Española el 22 de enero de 1978, p. 82, op. cit.
5. Soler Serrano, Joaquín. (1979). Mis personajes favoritos. Resumen de las más famosas entrevistas en el programa "A fondo", número 75. Eugenio Montes, p. 2.
6. Gómez Santos, Marino. (1969). 12 Hombres de Letras. Madrid. Editora Nacional, p. 418.
7. Calvo Sotelo, Joaquín, contestación al discurso de don Eugenio Montes en su recepción pública en la Real Academia Española el 22 de enero de 1978, p. 84, op. cit.
8. Gómez Santos, Marino. (1969). 12 Hombres de Letras, pp. 426 e 427, op. cit.
9. Gutiérrez Palacio, Javier. (1989). Eugenio Montes. Prosista del 27. Estudio Crítico y Antología., p. 27, op. cit.
10. Gutiérrez Palacios, Javier. (2002). Antología de la Obra de Montes, Xunta de Galicia, pp. 11 e 12.
Rivero, Manuel
Rivero, Manuel


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