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Lo obvio y lo evidente

viernes, 01 de abril de 2022
Existe un problema eterno entre lo obvio y evidente y la verdad y lo real y la apariencia y la realidad. Este es uno de los graves y grandes cuestiones de la humanidad, de lo humano.

Carmen Martín Gaite (1925-2000) en una columna-crónica-artículo titulado Comodines lingüísticos de junio del 1996 en Ajoblanco trató de esta cuestión y temática... En definitiva, se planteó que es la realidad y qué es la verdad y qué es lo evidente o no lo es.

Sobre una temática equis, puede que el saber humano, haya alcanzado ya el conocimiento de toda la realidad, o de toda la verdad. Por lo general, son pocos, porque siempre, se sigue avanzando, incluso en la ciencia. Podríamos situar este el primer límite. Pero que se haya alcanzado, un consenso en una temática, ya se conozca todo o casi todo, ya se explique toda esa realidad, no quiere decir, que usted o yo, tengamos un conocimiento completo de ese trozo de la realidad...

Tampoco quiere decir, no se ofenda usted, que usted o yo, no solo no tiene/tenemos los conocimientos completos sobre esa realidad, sino que quizás, usted no ha dedicado el suficiente tiempo, para intentar entenderla o comprenderla, o puede suceder, que usted o yo, no tengamos los conocimientos precedentes para entender y comprender esa realidad. Porque la realidad tiene una escala o nivel, hay que conocer antes otras explicaciones, para llegar a la final.

Puede que usted tenga una idea general sobre esa cuestión, porque no se puede conocer todo, pero es un concepto general, pero no es capaz de entender o comprender, por diversos modos, toda esa realidad. Utiliza usted su teléfono móvil, y, posiblemente, no entienda, yo tampoco, todos los artilugios que van por dentro y por fu3era, todo lo que supone de tecnología, ciencia, conocimientos en multitud de campos desde la física, a los materiales, a las matemáticas, a la política, a la economía...

Podríamos indicar, que caminamos en la vida, con una especie de anteojos, aceptamos, lo que nos parece es verdad, pueda ser evidente o coherente, con nuestros pensamientos o concepciones anteriores, y, no es evidente, no es verdadero para nosotros, lo que no encaje con los conceptos o ideas anteriores que disponemos sobre ese tema, o cuestiones semejantes a esas realidades...

Vivimos en un mar inmenso de espacio, cientos de miles de millones de galaxias existen, dicen, los expertos, además ahora existe la materia y la energía obscura o invisible. Dicho de otro modo, no conocemos, en líneas generales, lo que es el universo, y, en una mota de polvo, este planeta, habitamos... Existen, también, millones de conceptos e ideas, que están alrededor de nosotros, dentro de nosotros, para explicarnos todo el misterio del mundo. Nosotros mismos como misterio. Vivimos con unos cuantos de miles de conocimientos, teóricos y prácticos, que creemos verdaderos y buenos, y, con ellos, intentamos superar y existir en la propia vida. Esta es la realidad...

Podríamos, sintéticamente, dividir todos los conocimientos y prácticas, que realizamos, posibles o potenciales, en dos grupos, unas, las que su verdad o veracidad, la sustentan el método científico, en mayor o menor grado. Y, otro grupo, que es inmenso que están bajo el método humanístico, a grandes rasgos, la cultura, la filosofía, las teologías-religiones, validado por siglos de opiniones o de prácticas, en mayor o menor grado verificables o demostrables o verdaderas o verídicas o no...

Esta es la realidad, aumentaría la calidad de la humanidad, si se buscasen métodos y formas, para que esos miles de conceptos y prácticas, que todavía no entran en el campo del método científico, se examinasen, con el mayor grado de racionalidad y prudencia y verdad posibles... Movernos menos en todo tipo de opiniones, por mucho que sean de nosotros, y, removernos más en el campo de la realidad y verdad del método demostrable y demostrado y verificable y falsable, del maestro Popper… O, al menos el más racional posible...

Pero existe otra clasificación y cuestión, en los temas sociales y políticos y económicos, qué grado de verdad la humanidad ha alcanzado sobre esas áreas, y, después, los agentes y actores que intervienen en esos campos cuánto conocen. Existe por ejemplo, un conflicto armado, usted y yo, que somos seres que andamos por la calle sin chófer y sin coche oficial, sin demasiado cargo y medallas y cargas. ¿Usted y yo, aunque estemos todo el día, escuchando los medios de comunicación, que conocemos en el fondo de la última guerra equis? ¿Póngale usted nombre a esa guerra, o al conflicto económico de tal sector, o la otra cuestión política, o...?

¿Aunque usted o yo nos esforcemos en conocer la realidad de ese acontecimiento equis, cuánto podemos conocer, cuánto nos darán a entender, cuánto sabe el saber ortodoxo sobre esa cuestión, qué grupos o intereses, pueden estar detrás o delante o al lado o dentro o fuera para llevar esa realidad hacia un fin o hacia otro...?

¿Por tanto, que es lo obvio y evidente, que es la verdad y veracidad, y, qué es la realidad, qué explicación es la más real en ese trozo de realidad, sea realidad social o cultural o moral o espiritual o natural o...? ¿¡Usted lo sabe...!? ¡¿O, o, es una carga con la que tenemos que vivir y existir, durante toda la vida...!? ¡¿Al final, tenemos que caminar con nuestras piernas, sean largas o anchas, pequeñas o grandes, tenemos que caminar con las ideas del mundo que tenemos, es la condición humana...!? ¡¿Pero podemos y debemos perfeccionar las ideas y conceptos que disponemos de y sobre la realidad…!? ¿¡Es nuestro deber como humanos, cada uno, en la medida de lo posible y de sus posibilidades...!?
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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