José Romay Piñeiro, al que muchos conocíamos de toda la vida como Pepiño del
restaurante Tosar, nos ha dejado, y nos ha dejado demasiado pronto.
Amigo querido, hostelero de raza, trabajador incansable... siempre con una sonrisa cariñosa, una palabra amable, una frase de aliento, y una infalible disposición a colaborar con toda cuanta actividad se le proponía...
Hoy es un día triste para los que teníamos la suerte de conocerlo, pero también para la hostelería lucense y para todo el casco histórico que pierde a uno de sus referentes, de sus personas más queridas. Desde la Asociación Lugo Monumental no podemos menos que darle las gracias por tanto, por todo su cariño y su apoyo incondicional.
En un sector poco unido, José, el querido Pepiño, logró un unánime respeto ganado a pulso a lo largo de su larguísima trayectoria profesional. Comenzó a trabajar muy joven en el Verruga junto a su hermano Daniel y otros grandes profesionales del sector como José Luis Puga del Anda.
En esta vieja foto de 1977 podemos ver en el Verruga a grandes nombres de la hostelería lucense como Daniel, Pepito, Manuel, Puga y el querido Pepiño (el segundo por la izquierda en la fila de atrás)
Al frente del Restaurante Tosar, logró el aval más difícil de todos, el del público, colaborando así en ese "...y para comer, Lugo" que acuñó Alfredo Sánchez Carro y que se refleja día a día en el Tosar, un local que mantiene la esencia de la hostelería de siempre y al que hoy nos unimos en su dolor por esta terrible pérdida.
Luis Latorre Real
Presidente de la Asociación Lugo Monumental
