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La creciente egología

jueves, 03 de marzo de 2022
Estuve unos días fuera de casa, y al volver y poner la tele, zapeando, vi que en todos los canales estaban pasando un documental de la Segunda Guerra Mundial. Pensé que se trataba de algún aniversario. Más tarde cuando me dispuse a ver el telediario comprobé que eran grabaciones actuales. Que Rusia estaba invadiendo a Ucrania, pero a lo bestia. No se conforma con Crimea y la separación de unas provincias orientales para una próxima anexión. Quiere todo el país, y se justifica con el mismo argumento que Hitler en el año 1939. Seguimos con la marcha atrás puesta y sin soltar el acelerador. Ochenta años después repitiendo la misma barbarie.

En aquella oportunidad Hitler tenía dos aliados poderosos, Italia y Japón, que tenían las mismas ambiciones expansionistas. Y además contaba con el apoyo de sectores nacionalistas en los países que invadía. Putin, un tipo que espió toda su vida y que pretende ser un líder mundial, al frente de un país completamente anclado a su pasado, desfasado en la tecnología y que ve como China ha desplazado completamente a la URSS en el tablero internacional, no le queda otra que mantener un estado de guerra permanente con sus vecinos para estimular la paranoia patriótica. Y su sillón.

No se va a detener, como no lo hizo Hitler, que sacrificó a millones de personas para suicidarse unos días más tarde. Cuenta solo con el títere de Bielorusia, que él mantiene en el poder.

Y en estos momentos, Podemos pidiendo diplomacia y echando la culpa a EEUU y la OTAN del conflicto. Resulta más que patético. Evidentemente no leyeron una página de la historia. No han visitado nunca un cementerio de la Segunda Guerra Mundial ni las fosas comunes de Stalin. No saben que la libertad y democracia que gozamos se la debemos a millones de muertos que se opusieron a dictadores como Putin. Y estos ignorantes comparten el gobierno de España. Me asusta un poco.

Diplomacia la hicieron Hitler y Stalin firmando un pacto de no agresión, que los dos sabían bien que no iban a cumplir. La hicieron los embajadores del Reino Unido y Francia cuando el nazi les juró que no iba a haber guerra y brindaron en sus países. Y cuando el embajador de Japón le aseguró la paz al presidente norteamericano, mientras atacaban Pearl Harbour ¿Esta gente en qué mundo vive?

En el Cáucaso hay tres países que separan a Rusia de Turquía (OTAN). Armenia, católica ortodoxa, apoyado por Rusia y enfrentada en una guerra territorial a Azarbaiyán, musulmán como Turquía, que provocó el famoso genocidio. Georgia, también ortodoxa, enfrentada a Rusia que ya le robó una zona en la costa del mar Negro. Fronteras políticas y religiosas, con dos países, Armenia y Georgia, que pidieron la adhesión la UE. Un polvorín europeo poco conocido.

¿Que estará pensando el norcoreno? ¿No tendrá ganas de invadir Corea del Sur, aprovechando la situación? A mundo revuelto ganancia de dictadores. Y el principal actor todavía no a entrado en escena, China. No se fió nunca de los rusos, y ahora que tiene un poder económico aplastante, los tratará de utilizar en su provecho. El líder chino es el único que con un telefonazo le puede obligar a Putin a parar la moto. Pero quizás mueva alguna ficha para cumplir su principal ambición, incorporar a Taiwán con las mismas promesas que le dio a Hong Kong. Diplomacia china. Y también le apetece el Mar de China, que lo considera de su propiedad. Y...

¿Y Erdogán? ¿Podemos seguir arriconándolo con los derechos humanos cuando fue capaz de aclarar el crimen del periodista saudí? En este momento es fundamental su participación, ya que tiene la llave del Mar Negro.

¿De qué hablaron los presidentes de Argentina y Brasil hace unos días con Putin? ¿Habrán tocado el tema de la Malvinas? ¿El comercio del trigo? ¿De una permanencia de Bolsonaro gracias a la magia ruso-cubana? Si Trump elogió a Putin, está claro que yo no son las ideologías sino los caprichos de unos pocos lo que mueve el mundo. La egología.

¿Estaremos en el inicio de un conflicto internacional que cambiará completamente el mundo que conocemos? Porque mientras algunos parlamentos discuten sobre el sexo y la sexa (y le sexe), y unos ministros se concentran en el consumo de la carne, unos personajes con mucho armamento piensan en otras cosas. Esta mañana, reciclando papeles y cristales me sentí un poco extraño.
Montesanto, Andrés
Montesanto, Andrés


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